sábado, 23 de junio de 2012

VITALISMO TETRALECTICO

Una salida a la crisis global


El ser humano desde que es tal, se dio cuenta que su vida dependía del sol, que la luz era su fuente de existencia y de prolongación sobre la tierra. Bajo esta comprensión, organizó todas sus formas de vida alrededor del sol pues sabía y tenía conciencia que el “astro rey” era el centro de todo (heliocentrismo o vitalismo solar). Los pueblos de Amaruka (América) sabían desde hace por lo menos 2000 años que el planeta Tierra giraba alrededor del sol y de que era redonda, como se ha demostrado ampliamente por los estudiosos serios de las culturas amarukanas. Y si otros pueblos no sabían que el sol era el centro del sistema solar y que todo giraba alrededor de él, lo intuían, pero lo principal era, que todos en general comprendían que el sol era su vida y su muerte.

No existe ninguna cultura en todo el mundo que no se haya manejado así. Todas las sociedades y culturas del mundo entero funcionaron dentro de la conciencia solar y lunar, la cual establecía el lado masculino (activo) y femenino (pasivo) de la vida. Así lo entendieron y vivieron por más de 500.000 años dentro de esa conciencia, por eso el sol era considerado dios, padre o madre (según la cultura), espíritu, energía vital, fuente dadora de vida, etc. Todo el accionar de vida de estos pueblos se prolongaba y se dirigía hasta el sol, la luna, las estrellas…, por lo que su conciencia era cósmica y por tanto vibraba en la cuarta dimensión o tetraconciencia, como mínimo.

Tetraconciencia que es diferente a una conciencia tridimensional, la cual percibe la realidad en la dimensión física o corporal (largo, ancho y altura) del objeto en particular. La triconciencia gradualmente fue inventando una serie de nuevas creencias y nuevas ciencias (principio de identidad, principio del tercero excluido, geometría euclidiana, etc.) que diferían de los principios del milenario vitalismo solar. La triléctica organizó lentamente un nuevo mundo social, económico, reproductivo, educativo… dentro de esas tres dimensiones. Es decir, recreo una nueva concepción de la vida, la cual se detenía en el objeto (objetivismo) y no en la totalidad (holismo), en el texto y no en el contexto (geocentrismo). En otras palabras, dejó de comprender que hay un  aura (campo energético o espiritual) que sostiene y contiene lo material (a lo cual lo calificaron de idolatría y promulgaron el dios antropomorfo y único). O en palabras científicas que hay una curvatura del espacio/tiempo que guarda la memoria universal de la materia/energía. Los astrofísicos modernos lo explican más claramente, señalando que hay una materia oscura (95%) que envuelve a lo atómico (5%).

Pero la triconciencia o triléctica no se quedó contenta y siguió avanzando hasta activar la conciencia de dos dimensiones o dialéctica y finalmente de una dimensión o monoconciencia. Proceso en el que se fue estrechando el marco de percepción de la realidad para entrar cada vez más en la especificidad o especialidad (reduccionismo), y paralelamente construyendo sistemas y modos de vida dentro de esas características. Nano-concepción que llegó a la conclusión de que todo es mecánico, separado e independiente uno del otro (física newtoniana-cartesiana). Cada una de estas percepciones o conciencias fue creando un mundo o una realidad que ha sido justificada por cada una de ellas, a través de distintas teorías y creencias. Dogmas que se han ido cayendo paulatinamente o que han sido modas de cierto tiempo, pues no tenían ninguna solidez real.

La ciencia relativa (física de grandes cuerpos) y quántica (mecánica de cuerpos subatómicos) de hoy en día lo explica claramente. Y no solo sabe que en la vida hay cuatro dimensiones sino que señala que hay otras dimensiones mayores, unos hablan de 11 y otros hasta de 26 dimensiones. Todas las cuales están empatadas o emparentadas como una cebolla y en la que la de afuera contiene a la del interior y así sucesivamente. Posición que coincide con la de las culturas vitales ancestrales, solo diferenciándose entre unas y otras por la cantidad de dimensiones descubiertas, y por los métodos utilizados entre la ciencia moderna y la con-ciencia ancestral.

De esto podemos llegar a la conclusión que la cuarta dimensión es el punto de inflexión o de quiebre entre dos tipos de conciencias generales: una conciencia integral y una conciencia reductiva. Quien comprende la vida en 4 dimensiones puede hacerlo cada vez en mayores dimensiones y por el contrario quien no la enraíza en su conciencia se acerca cada vez a dimensiones más estrechas. Los tres primeros estados de conciencia son los estados más básicos, y quienes activan el cuarto estado de conciencia, entran al estado holístico y van expandiendo su conciencia cada vez a niveles más sutiles o refinados, y cuyo propósito es fusionarse conscientemente con el Todo, a través de activar al 100% las capacidades cerebrales. Dicho de otra forma, los tres primeros niveles reflejan la conciencia densa o pesada (principalmente el miedo que es la falta de amor), la cual activa la violencia, la guerra, el dominio, la extinción del otro. Conciencia básica -que justamente- es la que hemos vivido los 500 últimos años como humanidad en su conjunto, llegando al tope actual cuando se ha reactivado la conciencia de cuarto estado con el aparecimiento de filosofías como el biocentrismo, la tetraléctica, el heliocentrismo, el vitalismo, etc.



Del heliocentrismo al geocentrismo

¿Es que en algún momento de la conciencia humana hubo una “involución” o pérdida o adormecimiento de la cuarta dimensión?. Esta ruptura o quiebre se empieza a producir hace unos 5000 años y madura hace unos 2500 años y alcanza su clímax y tope hace 100 años. Límite que surge cuando se replantea o se cuestiona a la visión mecanicista por una serie de personajes que trastocan todo el sistema tri-bi-unidimensional: Einstein (Teoría de la Relatividad), Max Planck (Teoría Quántica), James Lovelock (Teoría Gaia), Heisenberg (Teoría de la Incertidumbre), Dominique Temple (Teoría de la Reciprocidad), etc. Todos ellos desarman a la teoría geocéntrica (antropo-andro-occidocéntrica) que fuera sistematizada y configurada hace 2500 años en Grecia (Aristóteles) y que ha gobernado el mundo entero en estos últimos 500 años. Dogma que sigue vigente en el fondo o en su estructura, a pesar de la muerte de Giordano Bruno y de millones de personas por la Santa Inquisición que desmitificaron a la teoría geocéntrica.

Este tránsito se dio en un proceso paulatino, en la que el milenario vitalismo heliocéntrico (no confundir con el heliocentrismo de Aristarco de Samos o de Heráclides de Ponto) fue perdiendo terreno -no solo metafóricamente hablando sino literalmente- hasta que terminó imponiéndose plenamente el geocentrismo en un período de 2200 años desde Aristóteles hasta Copérnico y Galileo. Momento en el cual se empieza el proceso de reversión y decretándose su extinción, y que le ha tomado a la humanidad más de 300 años para su desaparición con el actual proceso de renacimiento tetraléctico que estamos viviendo.

Las sociedades luni-solares estuvieron comandadas y organizadas en una forma circular, horizontal, complementaria y armónica, siguiendo una “lógica” natural y matricial. Las dinastías se estructuraban y las proyecciones de organización familiar, económica, cultural, ritual… eran reproducidas en forma femenina, aun cuando en ciertos casos eran hombres los que aparecían como cabezas visibles en la dirección social. Comprendieron que si la vida se reproduce a partir de la mujer, todo debía seguir el mismo curso (matrilinajes). No existen vestigios de violencia excesiva, ni de creación de armas sofisticadas de muerte durante esta etapa de más de 100.000 años (por decir lo menos) de convivencia tetraléctica.

En este período de armonía entre lo sensitivo (femenino) y lo racional (masculino), las relaciones fueron relativamente estables en todos los niveles de la vida humana. Los vestigios solo aparecen desde hace 5000 años en Eurasia central (Mesopotamia, Egipto, Grecia, Roma), que coinciden con otros fenómenos como el arribo del sedentarismo que conduciría al aparecimiento progresivo del comercio y del mercado. Y como prolongación de este nuevo fenómeno de transacción, al nacimiento de la moneda, la matemática y la escritura. Todos ellos productos o efectos realizados por los varones (cerebro lógico, analítico). En cambio en la época matricial se activó la agricultura, la medicina, la astronomía, la ritualidad, la artesanía, etc. Mientras el varón vagaba de un lado a otro buscando alimentos, la mujer asentada en un lugar se dedicaba a la observación, la experimentación, el estudio de su entorno, y de esta manera inventando la ciencia en varios niveles. Por lo que ellas eran más respetadas por los varones debido al gran nivel de cosmocimiento (no: conocimiento) y sabiduría que ellas poseían. Y de ahí, la organización colectiva y el funcionamiento cosmunitario de las antiguas sociedades. Sistema que sigue un modelo femenino de vida, y que difiere del modelo masculino que es vertical y piramidal, el cual surgirá en contraposición a éste en un período subsecuente.

Posteriormente, los varones que antes se dedicaban exclusivamente a recolectar los productos, -ahora un grupo de ellos- pasa a la actividad exclusiva de intercambiar los productos entre regiones. Grupo que además comienza a llevar y traer nuevas costumbres, tecnologías, creencias… por lo que pausadamente van adquiriendo un gran poder económico, el cual despertará en ellos la ambición de tener más ventajas que los otros. Los hombres que dirigían ciertos grupos de cultura matricial en alianza con esta nueva élite (los comerciantes), van acumulando y apropiándose de esas ventajas y del excedente de la cosmunidad (no: comunidad). Consecuentemente irán alcanzando más poder material, especialmente bélico y productivo, todo lo cual conducirá al surgimiento del patriarcalismo (triconciencia) y que confluirá en el geocentrismo (biconciencia) y a la formación de su sistema social denominado civilización (monoconciencia).

En el patriarcalismo se empieza una guerra contra todo lo femenino o todo lo que representa la feminidad de la vida: diosas, mujeres, naturaleza, corporalidad, afectividad, sexualidad, intuición, sensitividad… Y las primeras atacadas serán las diosas, las que terminarán transformadas en creencias paganas e idolátricas, luego las mujeres que pasarán a ser brujas, la naturaleza en salvajismo, el cuerpo en debilidad, la afectividad en romanticismo, la sexualidad en pecado, la intuición en irracionalismo, la sensitividad en primitivismo, etc., etc. Así hasta el día de hoy en que se comienza a replantear todo, aunque todavía sigue imperante y lucha por mantenerse y perpetuarse aún más la teoría geocéntrica. A pesar de que la ciencia moderna ha demostrado el heliocentrismo, las instituciones creadas y surgidas en el geocentrismo siguen latentes, todavía.



De la tetraléctica a la dialéctica

Hasta hace 5000 años la tetraconciencia estaba vigente en toda la humanidad, pero en el oeste de Asia (Mesopotamia) hace unos 4000 años se comienza a desarrollar (ó subdesarrollar) la triconciencia, que a su vez hace 3000 años conducirá a la biconciencia, y desde hace 2000 años a la monoconciencia. Esta última, que es una conciencia de claustro que ha alcanzado su punto máximo en la conciencia miope o posmoderna, en donde todo gira en y alrededor de sí mismo (libertad individual). Los estudiosos han comprobado que cada nuevo descubrimiento, invento, difusión e imposición le ha tomado 1000 años a cada humanidad.

La teoría geocéntrica se consolidó y se estructuró más claramente en la Grecia clásica, cuyos máximos representantes y padres de este nuevo mundo serán Sócrates, Platón y Aristóteles. Este último incluso dará una nueva ruptura (“involutiva”) mucho más grave, al consolidar intelectual y teóricamente el paso de la tridimensionalidad o triconciencia a la bidimensionalidad con su conciencia dual o lógica dialéctica. De acuerdo a su etimología, el concepto remite a dos términos griegos: dia (de lo uno a lo otro) y legein (razonar, determinar, definir); por lo que su sentido más ordinario equivaldría a una contraposición o lucha entre dos o más lógoi o razones.

Aristóteles es el que mejor precisa esta categoría dicotómica que sería más claramente definida como dialéctica. Visión en la cual, la vida funciona por la lucha de dos fuerzas, en la que una de ellas tiene la verdad y debe ganar, que es el bien contra el mal, la sabiduría contra la ignorancia, el logos contra el mito, la razón contra la sensorialidad, la ciencia contra la religión, lo civilizado contra lo bárbaro… Así ha seguido su recorrido hasta sus últimos inventos de nuestros tiempos: lo avanzado contra lo atrasado, lo desarrollado contra lo subdesarrollado, lo moderno contra lo antiguo, el primer mundo contra el tercer mundo, el futuro contra el pasado, etc., etc.

Aunque es Heráclito el que le da un poco más de cuerpo, pero quienes le darán más empuje será Hegel (idealismo), pero su gran sostén será Marx (materialismo). Entre todos ellos se inscriben una serie de intelectuales y científicos (todos hombres, no existe ninguna mujer) que seguirán los mismos presupuestos a nivel de la economía, la medicina, la filosofía, la ciencia, la organización social, la religión… Los cuales a su vez crearán todo un sistema o mundo que la defenderán y la impondrán con la muerte (guerra, conquista, explotación). Todas las creencias inventadas por la biconciencia se estructuraron más ampliamente y se consolidaron en forma total (cual era su rumbo) en la monoconciencia, con una serie de instituciones monárquicas, monoteístas, monopólicas, monogámicas, monoculares, monomaníacas, etc., etc. Monolectismo que ha alcanzado su máximo “esplendor” en la sociedad individualista, existencialista, libertina, anoréxica, bulímica, hikikomori,  de hoy en día.

La élite androcéntrica (jefes y mercantilistas ricos) que creó el esclavismo patriarcal (patriarcalismo), simplemente se ha ido desarrollando y perfeccionando -a medida de los descubrimientos armamentísticos y productivos- hasta la actualidad, de ahí que sigue vigente el patriarcocentrismo en esencia. El máximo patriarca de la autodenominada civilización occidental es Abraham (4000 años) con su teoría del dios antropocéntrico, luego tenemos a Moisés (3000 años) y el dios único, posteriormente a Platón (2000 años) y su inferioridad de la naturaleza, hasta los escolásticos (Tomás de Aquino) y su monocultura cristiana (1000 años), para finalmente terminar con Marx y su materialismo histórico. Estas son las máximas figuras que han logrado representar al pensamiento de cada época, pues cada sociedad fue modificándose y encontrando a sus expositores más claros, al menos dentro de la línea oficial en que hoy se cuenta la historia de occidente.

En otras palabras, la identidad occidental (occidentalidad) se iría perfeccionando gradualmente, en la que una élite toma el control de Europa y parte de Asia e irá consolidándose en distintos períodos, llamados en occidente: esclavismo, feudalismo, mercantilismo, capitalismo, socialismo. Es decir, es el proceso en que una etho se irá reduciendo y alcanzando cada vez más poder económico, político, ideológico y militar, para dominar primeramente a su pueblo y finalmente desde hace 500 años al mundo entero. Proceso en el que van imponiendo su sistema dialéctico que a la final es monoléctico o monista, y consecuentemente el adormecimiento total de la conciencia tetraléctica.

La identidad occidentalista que se inició en la antigua Mesopotamia-Persia y que se perfeccionó en el imperio greco, dando lugar a la fusión del semitismo con el helenismo. Para después con la adopción del cristianismo por el emperador romano Constantino y ratificada por Teodosio, consolidar plenamente la autodenominada civilización occidental, tal como la conocemos hasta el presente. Proyecto civilizatorio que a su vez empezó su expansión hace unos 1700 años con la conquista, colonización y evangelización del mundo. El primer territorio conquistado por la occidentalidad fue toda la Europa imponiendo el monismo cristiano y de esta manera terminando con las culturas milenarias vitalistas solares, bajo el mismo argumento de salvarles de la idolatría. Y a su vez los europeos ya occidentalizados en un período de 1200 años, con los mismos argumentos de la extirpación de idolatrías empezaron la conquista del África, de Amaruka, de Oceanía y del resto de Asia en estos últimos 500 años.



El vitalismo tetraléctico de Amaruka

Las monarquías europeas se lanzaron a la occidentalización o civilización de nuevos territorios en el afán desaforado de nuevas riquezas. Llegaron a Amaruka y se encontraron con pueblos que seguían viviendo en una conciencia tetraléctica o vitalista solar, lo cual para la conciencia bi-monista (dialéctica) resultaba salvaje, primitiva, arcaica, bárbara, atrasada… Es decir se repetía la historia, antes la élite occidentalista del imperio greco-latino pensaba lo mismo de los pueblos europeos en general (los llamaban bárbaros), y luego los europeos ya civilizacionados pensaban lo mismo de los pueblos del resto del mundo, y ahora la mayoría de la población del mundo piensa igual (civilización versus salvajismo).

Según la historia de la occidentalidad, su proceso histórico ha sido la evolución o desarrollo desde el mito (herejía, superstición, paganismo) hasta la razón (lógica, intelecto, raciocinio). Pero ahora sabemos, que lo que sucedió fue la separación e imposición de la razón sobre el mito, lo que les llevó al reduccionismo paulatino hasta llegar al objetivismo miope de hoy en día. Del vitalismo solar al geocentrismo, de la conciencia vitalista a la conciencia mecanicista, de la tetraléctica a la dialéctica.

Dicho de otra forma, hace 2500 años se impone definitivamente en Grecia el sistema de lucha de contrarios (dialéctica) sobre el sistema de armonía de complementarios (tetraléctica). Esta concepción de disputa de opuestos en todo su proceso de existencia ha tenido diferentes acepciones o expresiones: ley de superiores sobre inferiores, ley de la síntesis, ley de unión y lucha de contrarios, ley del tercero excluido, ley de la identidad, ley de la negación de la negación, lucha de clases, ley de la competencia, ley de la eficiencia, etc., etc. Leyes que hoy se encuentran seriamente cuestionadas por la ciencia moderna realtivista-quántica y por la con-ciencia ancestral que vive en ciertas cosmunidades alejadas de la civilización, pero principalmente en nuestra memoria genética (ADN) y en el inconsciente colectivo de toda la humanidad.

Visiones que actualmente se conjugan en el denominado biocentrismo, que todavía tiene rezagos del geocentrismo (pues surge desde allí) pero que está muy cercano al vitalismo solar ancestral. En todo caso el biocentrismo nos da herramientas necesarias para comprender que la vida es la que ha creado el universo y no al revés como creían las teorías mecanicistas newtonianas-cartesianas y las evolucionistas darwinianas. Ninguna de las dos han sido capaces de explicar el origen de la vida, y el biocentrismo apoyado por el relativismo y la quántica, explica que la energía vital es la autogeneradora de vida. Lovelock se dio en cuenta de algo bien simple: la vida, al propagarse tiende a modificar su entorno. Hoy parece algo obvio, pero en ese tiempo, el Darwinismo más ortodoxo proclamaba que las especies sólo debían adaptarse a los cambios ambientales o morir. Nadie parecía pensar que quizás una forma de adaptarse a esos cambios ambientales era a su vez convertirse en una fuerza capaz de modelar el entorno.

Teorías del Biocentrismo que no están “inventando la pólvora” o “descubriendo el agua tibia”, sino que están confirmando a las visiones de la con-ciencia tetraléctica ancestral, que ya había comprendido y tomado conciencia de todo ello. Así lo demuestran los investigadores de los antiguos Tiwanakus e Inkas, como por ejemplo el boliviano Javier Amaru Ruiz quien ha demostrado científicamente a través del denominado “Cuadrado Mágico de Tiwanaku” ubicado en la famosa Puerta del Sol, que los Tiwanakus vivían y se manejaban por una conciencia tetraléctica.

Ruiz dice en su libro La Delusión Dialéctica: “La unificación teórica de modelos dialécticos es imposible debido a la constante manifestación del principio del tercero excluido. Sin embargo, la realidad demuestra ser una tetraléctica incluyente, porque en el espacio/tiempo los tres campos de fuerza de la materia/energía funcionan simétricamente unificados y perfectamente sincronizados con la gravedad… (Es decir) la realidad tetradimensional está totalmente unificada, en otras palabras, el conflicto es de razonamiento o de conciencia porque simplemente no comprendemos los mecanismos de esa unificación… De acuerdo al biocentrismo, el tiempo no existe independientemente de la vida que lo siente, en otras palabras, la vida hace y condiciona al tiempo… (Pero) cuando los físicos mencionan el tiempo, inevitablemente mencionan el cambio y de acuerdo a los teóricos del biocentrismo, cambio no es lo mismo que tiempo… En consecuencia, para el biocentrismo, la vida -particularmente la conciencia- fue quien creó el universo y éste no podría existir sin los seres vivientes. En otras palabras, pretenden demostrar experimentalmente que las distancias son ilusorias y que el espacio es ideal.”

Ruiz García para apoyarse y fundamentar su teoría del “Cuadrado Mágico de Tiwanaku”, nos hace referencia a la yupana un antiguo sistema de conteo que puede hacer operaciones matemáticas de más de 5000 dígitos. Al respecto dice: “Este sistema, fue re-descubierto en 2002 por los investigadores italianos, Nicolino de Pascuale y Mauricio Orlando, de la Universidad de Pescara. Quienes finalmente, encuentran las claves del sistema operativo de la Yupana (Quipus) demostrando en su tesis, que el poder matemático de este ábaco andino es ilimitado. Con la Yupana, se resuelven todo tipo de cálculos astronómicos, se realizan operaciones matemáticas complejas e inclusive postulan a la Yupana para la arquitectura de un moderno microprocesador, cuya aplicación redundaría en uno mucho más poderoso que los diseños actuales de arquitectura binaria. En otras palabras, Europa descubre que una herramienta pre-hispánica, no tiene nada que envidiar a las sofisticadas computadoras modernas…”

Finalmente Ruiz llega a la siguiente conclusión: “El Cuadrado Mágico de Tiwanaku, cuyos coeficientes numéricos sumados son igual a 9 y en él se manifiestan los códigos tetralécticos de la asimetría 3+1 y de la simetría 2+2… El código Tetraléctico 3+1, también conocido como el código de la veracidad, está demostrado con algunas propiedades físicas del universo y de la naturaleza, por ejemplos: el cuerpo humano está conformado de 3 partes liquido una parte sólido, la tierra es 3 partes liquido una parte sólido, el universo es 3 partes hidrogeno una parte Helio, también 3 partes energía una parte materia es decir un promedio exacto de 75% sobre 25%.”

Esta conciencia tetraléctica (tawantin en lengua quechua – tiwanaku en aymara) se tradujo en todos los niveles de la vida de los pueblos andinos, cuyo sistema se expresa en el principio de Vivir en Armonía Plena o Vitalidad (Sumak Kawsay en kichwa (quechua) o Suma Qamaña en Aymara). Este vitalismo andino se expresaba desde la denominación de su nación: Tawantinsuyu, que quiere decir Reunión de las Cuatro Partes (elementos, regiones, poderes, direcciones, conciencias...). El cuatro marca toda la realidad andina -en correspondencia con la tetralidad de la vida- generando todo un sistema de vida dentro de esas categorías y condiciones. Es decir, toda la organización productiva, distributiva, espiritual, social, etc., funcionaba en base a la denominada “cruz andina”, que está sustentada o configurada bajo la concepción de la cuadratura de la circunferencia, como lo ha demostrado Carlos Milla Villena.

Valga anotar que muchos otros pueblos también fueron conscientes de ello, incluso los propios griegos con la tetractis lo sabían, pero como dice Amaru Ruiz García por la delusión dialéctica de los denominados griegos clásicos se perdió todo ello. Al respecto también señala: “En la antigua Grecia, los filósofos postulaban que los cuatro elementos, el tetractis numérico, los cuatro estadios espirituales, la medicina de los cuatro humores, etc. eran tetralidades sagradas. A partir del año 387 a de C. Sócrates y Platón divulgaron los métodos de la dialéctica con sus famosos diálogos… En consecuencia, suponemos que Platón transmitió ese conocimiento desde su Academia en la cual enseñó durante 20 años y con esas enseñanzas, demolieron los cimientos del razonamiento tetradimensional que se estaba gestando (más bien rescatando del pasado) en la antigua Grecia.”

La tetraléctica (término acuñado por J. Emilio Molina) o tetraconciencia andina -como yo prefiero llamarla-, hoy se convierte en una respuesta o si prefieren, en una alter-nativa al método dialéctico o conciencia monista que ha generado el monarquismo-monoteísta y que modernamente se llama monorepública cristiana con sus dos vertientes, autodenominadas de derecha y de izquierda. Socialistas que hasta hace unos 30 años eran ateos pero que ahora se han vuelto cristianos, especialmente los autodenominados socialistas del siglo XXI,  quienes han “logrado” la reunificación del cristianismo y del marxismo -las dos caras de la misma moneda-, y así consolidando el occidocentrismo. Sistema que se desenvuelve entre contradictorios dialécticos: el capitalismo y el socialismo, o el positivismo y el materialismo; muy diferente a la oposición tetraléctica que es complementaria e integral.



El vitalismo tetraléctico del Sumakawsay

Los autodenominados socialistas del siglo XXI han reactivado al Sumak Kawsay (de acuerdo a la filosofía del Kichwa habría que unificar las dos palabras: sumakawsay) de los pueblos ancestrales andinos, pero solamente han incorporado su membrete y el estribillo general en las Constituciones Políticas de Bolivia y Ecuador. Por lo que ahora se hace necesario el incorporar los principios, estructuras, metodologías, instituciones… del milenario vitalismo tetraléctico andino, pues por el momento es tan solo una dialéctica sincrética que corroe y que no permite la fluidez. Siendo urgente el que se hagan los cambios pertinentes o se reencauce el camino, caso contrario nos podemos encaminar a una nueva desilusión (delusión) dialéctica o a un nuevo desencantamiento en palabras de Max Weber. Situación que ya se viene dando con algunas prácticas neo-desarrollistas de los gobiernos de Morales y de Correa, bajo el logotipo de Vivir Bien/Buen Vivir. En estas circunstancias es necesario que los vitalistas andinos consoliden la conciencia tetraléctica en su vida cotidiana, retomando las cosmunidades y sean un ejemplo para despertar el vitalismo solar que pervive en todos los seres humanos de la Madre Tierra.

Si bien, la mente actual está funcionando en una bidimensionalidad nuestro cuerpo físico que está nutrido por la biosfera está funcionando en una tetradimensionalidad. Es decir, necesitamos salir de una conciencia individualista a una conciencia colectiva, lo que implica no ser solamente ser humano sino ser humanidad y ser tierra. Necesitamos remontar a nuestra conciencia personal la conciencia biosférica para funcionar en correspondencia y reciprocidad con la realidad de un solo organismo que somos todo el planeta y toda la vida en su conjunto. Es nuestra oportunidad sino la vida (biosfera) que es más fuerte que nosotros nos llevará dentro de su cauce. No es posible irse en contra de la vida por más tiempo, pues la vida tiene mayor conciencia y terminará enrumbando el camino a pesar de la tenaz resistencia del monismo de estos 2000 años. Lo hacemos conscientemente o la crisis, el cambio climático, la enfermedad, el sufrimiento se encargarán de ello. Debemos entender que la humanidad es la misma y que todos estamos en la misma nave y que podemos colapsar unas veces como onda y otras veces como partícula. Cada uno decidimos el camino total: geocentrismo (Idealismo Platónico - Racionalismo Kantiano e Idealismo Dialéctico Hegeliano -Materialismo Histórico Marxista)  ó cosmocentrismo (vitalismo tetraléctico-sumakawsay andino).


Atawallpa Oviedo Freire


jueves, 14 de junio de 2012

"EL MUNDO ES BLANCO"



Abruptamente hace unos 1000 años, lo blanco se asumió como lo mejor, lo más desarrollado, lo más adelantado, lo más inteligente, lo más bello que hay sobre la faz de la tierra... Tanto que hasta Dios y Jesús son blancos, rubios, de ojos azules, altos, de nariz respingada, etc.; cuando en el caso de Jesús sería casi imposible de que haya sido así. Todo lo contrario, a la época de apogeo de los griegos y romanos (2500 años) que en su mayoría eran de pelo negro y ojos cafés, quienes consideraban bárbaros a los hombres con pelos y barbas rubias (de ahí viene el nombre) que eran básicamente aquellos pueblos del norte de Europa. Todo hombre o mujer blancos-colorados y rubios eran despreciados, considerados inferiores, conquistados y vueltos esclavos.
Pero ahora se le ha dado “vuelta a la tortilla” a nivel mundial, y tanto lo han reiterado que como dice un viejo refrán: una mentira mil veces repetida parece después una verdad. Y es así, pues ahora todo gira alrededor de lo blanco, llegando al extremo de que los otros colores reniegan del suyo y buscan blanquearse a cualquier precio, si es necesario pintándose o recurriendo a la cirugía plástica u otros tratamientos blanqueadores. El doctor Robert Stolar, un famoso dermatólogo norteamericano, declaró tajantemente: "De ahora en adelante los negros pueden volverse blancos". Y enseñó fotografías de más de una docena de negros antes y después del tratamiento. La cosa ocurría en una asamblea de la American Medical Association. El doctor Stolar decía que el tratamiento dura más o menos dos años y que si un negro quería volverse blanco, su vida experimentará una profunda transformación. Además, que los negros que se han vuelto blancos encuentran trabajo con mayor facilidad. Una mujer negra que ahora es blanca dijo que se le negaba siempre la entrada en un salón de belleza de Manhattan. Desde que es blanca, la han admitido siempre enseguida. Así mismo, recordemos películas como “Los hombres las prefieren rubias”, o los concursos de belleza en donde se mide la belleza desde los gustos y caracteres blancos. Incluso, cuando alguna vez gana una negra o amarilla (asiática), son aquellas que tienen rasgos físicos blancoides.
Tal es el nivel de primacía de lo blanco, que ahora los demás colores parecen desentonados, degradantes, feos, inferiores; en contraposición a lo blanco que es sinónimo de pureza, paz, limpieza, salud, divinidad… Tanto ha trascendido lo blanco en un corto período de tiempo de la humanidad, que antes que el poder político o económico está el poder del color. Un joven blanco pobre tiene más oportunidades que un negro rico (si es que los hay). La mayoría de la mano de obra barata de Amaruka (América) son rojos (nativos u originarios), y de Europa son los cobrizos (árabes, hindúes, latinoamericanos, africanos). La mayoría de la población en Guatemala, Bolivia y Perú son rojos, pero recién a casi 500 años de “monarquía y democracia blanca” hay un presidente rojo en Bolivia. Pero en Guatemala, la candidata y ex premio nobel Rigoberta Menchú, ha tenido por dos veces una votación bajísima en su intento de ser presidenta. En la “democracia” guatemalteca las minorías blancas y blancoides ostentan el poder contra las mayorías descendientes de los rojos Mayas.
Y lo mismo sucede en el Asia y el África. En la India, las castas de poder son blancas y blancoides, en Irán e Irak se da el mismo caso, en los países árabes y la judía Israel de igual manera, e increíblemente también en China y el Japón, aquellos individuos con matices más blancos son los que están en el poder político, económico y social (¿será casualidad?). Tanto es así que últimamente hay un afán denodado por blanquearse en los países asiáticos y muchos (especialmente las mujeres) recurren a operaciones y tratamientos para blanquearse y poder ser aceptados dentro de estas élites y castas privilegiadas.
Un artículo de prensa anota lo siguiente (mayo 2012): Millones de mujeres -y cada vez más, hombres- de todo el mundo han convertido las cremas que dicen blanquear la piel en un filón para la industria cosmética que, consciente de ello, las anuncia de forma agresiva y sin ambages, especialmente en la India y en los países del sureste asiático, lo que le ha otorgado el dudoso honor de ser acusada de abanderar una nueva -y multimillonaria- vanguardia racista: lo blanco es hermoso; lo negro, vergonzante. Una herencia maldita, pero todavía vigente en las sociedades poscoloniales. Esto es, en la mayoría del mundo. Para muestra, un botón. El anuncio de White Beauty (Belleza Blanca), una crema de Pond´s, de la filial india de Unilever. Priyanka Chopra, una de las actrices más guapas y famosas de Bollywood, sufre porque su novio, Saif Ali Khan, el héroe indio del momento, se ha ido con la otra guapa del plató, Neha Dhupia. La chica abandonada recuperará su amor cuando logre tener una piel más pálida -gracias a White Beauty-. El desarrollo de este famosísimo triángulo amoroso, anunciado por entregas en la televisión india ha reabierto el debate sobre la gran obsesión por la piel blanca en aquel país, donde la mayoría de la población es de piel oscura. "Es un escándalo, es un anuncio muy racista, que aumenta los prejuicios por el color de la piel en un país con complejos poscoloniales", dice Subashini Ali, presidenta de Aidwa, ala feminista del Partido Comunista de la India, promotora de la campaña contra el anuncio.

El anuncio en la India ha encendido las alarmas por tratarse de tres superestrellas. Pero no es el primero ni el único. Las cremas blanqueadoras llenan los estantes de las tiendas indias, accesibles a todos los bolsillos -empezando desde lo equivalente a menos de un euro-. Y la gran mayoría tienen deslumbrantes anuncios. Infinidad de firmas locales, pero también multinacionales como Nivea, L´Oréal, Procter and Gamble, The Body Shop, Avon, Clinique o Revlon comercializan sus productos. Y es que el mercado indio gasta en el "cuidado de la piel" más de 640 millones de dólares al año, según un estudio de mercado de AC Nielsen, una cifra que crece a pasos agigantados.
Avance en Asia. Los analistas consultados muestran su preocupación por la facilidad con la que este racismo global -y sus anuncios- es aceptado en Asia, y especialmente en China, Japón, Filipinas y Corea. En este último país, la cirugía estética en los párpados para lograr unos ojos redondos es uno de los remedios favoritos para lograr un aspecto más occidental. Aunque el cambio no es radical, sí se logra el efecto de unos ojos más grandes, dicen los especialistas. En Estados Unidos, ésta es la tercera cirugía estética más buscada, sólo tras la liposucción y el aumento de pechos. Los descendientes de asiáticos son los que más la piden y anualmente se hacen unas 120.000 operaciones a gente de esta comunidad, según la Asociación Estadounidense de Cirujanos Plásticos.

Pero el incremento en el consumo de cosméticos no se limita al subcontinente indio y al continente asiático. En Estados Unidos también se practica aunque en menor medida por el vigor del movimiento por los derechos civiles entre la población negra. Al igual, de acuerdo con Amina Mire, que en África, "donde el emblanquecimiento se ha asociado a la opresión colonial blanca y los que lo practican son acusados de tener complejo de inferioridad, de odiarse. Por ello, se practica a escondidas". Dado que blanquear la piel es algo de lo que avergonzarse, los productos se venden clandestinamente.
"África es el vertedero de las cremas tóxicas, por lo tanto más baratas", asegura Mire que añade que como la gente los usa a escondidas, sólo llegan al médico cuando los productos tóxicos ya han causado daño, a veces irreparable. En muchos países africanos han prohibido el uso de determinados productos por su riesgo para la salud y llevado a cabo campañas para promover la belleza estética local, lo que, de acuerdo con Margaret Hunter, especialista en políticas raciales y de género de la Universidad Mills de California es "un trabajo crucial dado que el mensaje de superioridad blanca satura el mercado". También se ha desatado la alarma en ciertos sitios como en Hong Kong donde ciertos productos que buscan satisfacer esta demanda sin estar aprobados por los organismos reguladores han terminado intoxicando con sobredosis de mercurio a cientos de personas. La sorpresa es mayor cuando aparecen productos destinados a blanquear el ano y los genitales para alcanzar "una apariencia más joven", esto es lo que promete por 43€ la empresa South Beach.
Para Hunter, este nuevo racismo global, originado por ideologías coloniales (las personas de razas mixtas de complexión más blanca disponían de situaciones de privilegio por encima de las más oscuras) y por un racismo interiorizado en las ex colonias, viene espoleado además por visiones de un nuevo orden mundial. Éste tiene como premisa la exportación por parte de Estados Unidos y de sus medios de la belleza blanca. Y, ocasionalmente, la de mujeres negras de piel clara. Cuanto más clara, mejor, vista la reciente polémica creada por el supuesto emblanquecimiento, mediante Photoshop, de la piel de la cantante Beyoncé en un anuncio de L´Oréal.

Cuestión de piel. Por todo el mundo, "en la televisión, cine, Internet o la prensa se prima a la mujer rubia y blanca ya no como el ideal cultural, sino como el imperativo cultural", dice Hunter. Y se sigue premiando. Estudios recogidos por Hunter apuntan a que, en Estados Unidos, los latinos y los afroamericanos de piel más blanca disponen de mayor acceso a trabajo, estatus, dinero o a encontrar pareja. Algo que también sucede en la India, donde las mujeres más morenas tienen más problemas para encontrar marido y su dote se encarece. En las secciones de matrimoniales, donde los padres buscan pareja a sus hijos, la palabra fair, de piel blanca, resalta en todos los anuncios. "Cuando mis hijos nacieron, en vez de preocuparse por saber si estaban sanos, la familia preguntó primero si tenían piel clara u oscura", cuenta Diya Vig; termina señalando la nota periodística.
En el caso de Latinoamérica casi todos los anuncios publicitarios en forma de afiche o en la televisión están hechos con modelos de rasgos blancos. La mayoría de nombres de establecimientos comerciales, recreativos, educativos, fiduciarios, artísticos… tienen membretes blancos, incluso la inmensa mayoría de los rojos de Amaruka bautizan a sus hijos con nombres blancos. Nunca he visto una negra o una roja como cajera de un banco y sólo desde hace unos 5 años se empieza a ver periodistas negros y rojos en ciertos canales de televisión de determinados países. ¿Será pura casualidad?. A propósito de bancos, hay el término “blanqueo de dinero” que hace referencia al intento de legalizar dinero mal habido por la delincuencia, especialmente de aquellos dineros fruto del narcotráfico, y así incorporándolo a la economía legal. De esta manera reflejando otro tinte racista en la frase, en el cual se lanza al inconsciente la idea de que lo legal, lo justo, lo aprobado, lo honrado es lo blanco. Sin embargo hay también la expresión “ladrones de cuello blanco”, para referirse a aquellos personajes de sectores altos que usufructúan de un poder -especialmente político- para robar sin que sean considerados delincuentes, y que en la mayoría de los casos son actos legales pero que definitivamente no son legítimos. A todo esto podríamos añadir expresiones como: mercado negro, viernes negro, negra esperanza, tarde negra, etc., etc. Sin olvidar el racismo en el fútbol contra los negros. Por cierto, decir blanco o blanquito no resulta ofensivo, más bien parece un halago, pero sí, cuando se dice negro o indio, que más parece un insulto dentro de la jerga cotidiana.
Si observamos atentamente, la mayoría de los llamados blancos y los blancoides (occidentalizados), en su actitud y comportamiento común -en cualquier campo o actividad humana- tienden a mirar desde ellos hacia abajo. Pues en su psicología de formación está claro que ellos son los mejores del mundo, desde niños aprenden quiénes son los países desarrollados y quienes son los subdesarrollados, salvajes, primitivos, atrasados… En cambio, los más o menos bronceados, unas veces alzan su cabeza y otras veces la agachan. Mientras más morena o negra sea la persona, casi nunca mirará a alguien por debajo o despectivamente. Es un sentimiento de superioridad o inferioridad por tener tal o cual color de piel. No se valora a los seres humanos por su nivel de conciencia, sino por el color que tienen. Y si son ricos solo son aceptados por ello, pero por atrás dicen: “indio o negro alzado”.
Para referirse mal de una persona nunca dicen: blanco, tal y cual. Siempre está a flor de labios, el negro, el indio, el aborigen, el salvaje, el longo, el runa, el verdugo, el rocoto, en cuyos sustantivos se encierran adjetivos peyorativos, es decir, confinando en sí mismo el concepto de denigración. La mayoría de la gente de los países llamados latinoamericanos giran alrededor del color cobrizo, y siempre están a la cola o a los extremos de cualquier clase de evento internacional, inclusive en las fotografías de los presidentes de la República. La pregunta es: ¿por qué y cómo nos convencimos de ello?. ¿Acaso hay un problema genético del que debemos culpar a la naturaleza o a un dios?.

BLANQUEAMIENTO DEL PENSAMIENTO
Vivimos en un mundo dominado por un solo color, en donde los valores, códigos, pensamientos, tecnologías, ciencias, paradigmas de lo blanco son autoconsiderados y convalidados por los demás colores, como los más evolucionados, avanzados, adelantados, desarrollados, primermundistas; y todos los otros se han convencido que son subdesarrollados, atrasados, tercermundistas, lentos, arcaicos... Tal es la influencia y preeminencia de lo blanco, que esta autocalificación y autoclasificación socio-económica establecida y determinada por ellos mismos, ha sido aceptada y es repetida taxativamente por economistas, políticos, sociólogos, antropólogos, intelectuales del intencionalmente denominado tercer mundo. Típico anatopismo de sociedades y personas dominadas y enajenadas de su raigambre natural.
Inclusive aquellos que se autocalifican de progresistas o de izquierda, están convencidos de ello y repiten el mismo discurso para convencerse a sí mismos y por ende al pueblo, por quienes dicen luchar para sacarles del subdesarrollo y de la pobreza, aplicando políticas construidas y delimitadas por la izquierda blanca (Marx, Lenin, Stalin, etc.). Todos ellos, sean de derecha o de izquierda tienen como su modelo y referente lo blanco, y hasta el mismo rojo Evo Morales quiere desarrollar a Bolivia en los mismos parámetros de la civilizada, culta, tecnológica, industrial y científica Europa blanca. El 95% de la población de la denominada América Latina, quiere vivir al estilo y dentro del conocimiento y filosofía blanca, pues lo propio y ancestral es atraso, como se enseña en las escuelas y universidades. Critican duramente a quienes plantean reafirmar su valor ancestral y simplemente son descalificados bajo el argumento de que quieren regresar al pasado. Los blancos y blanqueados latinoamericanos son más blancos que los propios blancos europeos, son más papistas que el Papa Blanco.
Todos los pensadores, escritores e intelectuales de la oficialidad de Latinoamérica, en estos 500 años hablan de lo culto, ilustrado, académico y científico en relación, comparación y equiparación con los esquemas y conceptos del pensamiento e identidad blanca (occidentalidad) de la vida. Casi no existe pensador o intelectual, reconocido oficialmente y de cualquier vertiente que ubique como referente, polo, eje o punto de contraste para el análisis o estudio, a otros conocimientos, filosofías y sistemas de otras culturas o tradiciones, que no sea básicamente la blanca occidental. Todos consciente e inconscientemente han dado por absoluto, que la occidentalidad es el clímax, el centro, el prototipo, el modelo del conocimiento, la ciencia y la cultura universal (monoculturalismo). Lo blanco es la medida y centro de todo, y todos los demás son parte de la periferie. La teoría aristotélica del geocentrismo sigue vigente hasta la actualidad, a pesar de la muerte de millones de personas por la inquisición, en el fondo se mantiene la visión de la iglesia católica y el monarquismo de que ellos son el centro de todo. ¿Es que hay alguna excepción?
Visión vertical de la vida, en donde la civilización blanca es el punto de partida y las demás visiones del mundo la continuación de aquella, en una posición en degrade y escalonada hacia lo que consideran lo más primitivo, por tanto inferior, cuyo color tope es el negro. Mientras más oscura sea la piel será más desvalorizado su cultura, su ciencia, su conocimiento, su filosofía; y viceversa, quién más se acerque a lo blanco será mejor catalogado y con más oportunidades de reconocimiento por la excelencia de la Academia blanca y su meritocrática ciencia. ¿Es que hay un complejo de inferioridad por un azar del destino o es que hay todo un ropaje abierto y disimulado por ubicar dentro de una escala a una determinada apariencia física-cultural?
La vanidad blanca llegó con Hitler a la cúspide de la xenofobia racial, en su denodado afán de imponerse al mundo como la raza más linda, inteligente, pura, sabia, siguiendo la teoría darwiniana de la especie más apta. La vanidad aria y anglo-sajona se la impuso más efusivamente al mundo entero a través de los medios de comunicación, especialmente por el cine y últimamente por el internet. En el consciente colectivo de la mayoría de la humanidad está imperante que la cultura blanca es el símbolo de la evolución máxima en todos los órdenes de la actividad humana (algo que se da inclusive dentro de la misma Europa con los blancos no rubios). Pero no nos olvidemos del KU KUX KLAN en Estados Unidos, o del apartheid en Sudáfrica, o los 6´000.000 de judíos muertos en la segunda guerra mundial. Genocidios nada comparables con el suscitado en Amaruka (América) por la invasión monárquico-monoteísta. Se calcula que la población roja bordeaba los 200 millones de habitantes a la llegada de los blancos europeos, de la cual perecieron por las distintas vías o plagas, como señalaba Fray Toribio Motolonía (“enfermedades blancas”, hambre, trabajo forzoso, esclavitud, tributos...) más o menos unos 150 millones de personas; o según el búlgaro-francés Tzvetan Todorov quién señala en su obra “La conquista de América, el problema del otro”, de que más del 80 % de la población fue diezmada por los conquistadores blancos.
Pero el asunto de fondo no es el color de piel, pues solo existe la raza humana y este artículo sería otro discurso racista desde el otro lado. Sería creer que lo blanco es malo, egoísta, individualista, aprovechador, explotador, dominador, y que todo ello tiene que ver con algo genético o sobrenatural. A nivel de la ciencia parece que está claro que no existen razas y que no hay colores de piel mejores que otros. Según el genoma humano todos los seres humanos de cualquier rincón de la tierra comparten semejantes características genéticas, su ADN es el mismo, la única diferencia es el color de piel y eso no marca nada en especial entre ellos. Pero sin embargo, en la práctica cotidiana casi nadie en el mundo entero conoce del genoma humano y se sigue actuando en base al anacrónico esquema racista y se continúa observando en primera instancia quien es el oponente al otro lado para según ello dar la respuesta. Y el racismo ha cobrado últimamente más fuerza a partir de la crisis económica europea, en la que algunos nacionalistas y xenófobos culpan a los colores morenos de sus problemas.
Igual en el caso de Estados Unidos, dándose el caso de que en el gobierno del negro Obama han habido más deportaciones de rojizos que en otros gobiernos de presidentes blancos. Llegó al gobierno con la promesa de una legalización migratoria de los llamados “latinos” pero ha sucedido todo lo contrario. Incluso muchos negros norteamericanos han expresado violentamente actos racistas contra los “chicanos”. En Europa se habla cada vez más de los “matrimonios blancos”, que significa que los europeos deben cuidar su raza y su cultura, y no casarse con personas de otros colores, peor por papeles.
Pero de igual manera se viene dando en el caso inverso, donde el resentimiento y el complejo de ciertos grupos no-blancos que enarbolan un discurso racista y hasta hay casos de venganza contra ciertas personas y turistas blancos. A todo esto, añadidos elementos religiosos de las tres principales religiones monoteístas que son blancas (cristianos, musulmanes y judíos). O a nivel de la intelectualidad, donde -por ejemplo- el pensamiento andino es ultra-revalorizado y el pensamiento occidental minimizado. Pero así mismo hay que destacar, cómo muchos blancos buscan broncearse y recurren a todo tipo de mecanismos para obtener una piel morena. Y en el campo cultural o social, muchos blancos adquieren costumbres y vestidos de pueblos de tradición, especialmente aquellos que están en el camino ecológico y en una búsqueda espiritual, esto último que casi ha desaparecido completamente dentro del hombre blanco.
Y así mismo valga resaltar que han sido algunos blancos los que han colaborado para que el pensamiento de los pueblos ancestrales emerjan más efusivamente en este tiempo, y por otro lado cobren cada día más fuerza discursos como la interculturalidad, la plurinacionalidad, la identidad… Teorías que si bien todavía están imbuidas y marcadas por cuantificaciones, significaciones y logotipos blancos, son un paso importante hacia un relativismo holístico y una conciencia armónica entre diferentes. En este sentido es importante que como humanidad comprendamos que ningún color, etnia, cultura, pueblo, tradición, ciencia, conocimiento, filosofía… son buenos ni malos, ni mejores ni peores, ni superiores ni inferiores, ni desarrollados ni subdesarrollados…; simplemente diferentes, pues los conceptos de cultura, civilización, sabiduría, ciencia, progreso, desarrollo son relativos.
Sin embargo es indudable que la mentalidad de los blancos tiene que alcanzar la humildad, y la de los otros colores la autoestima, para mirarse de igual a igual. Es una cuestión de convivencia cultural, de despojarnos de arrogancias y prejuicios de cualquier clase y posición, para interactuar como seres en una nueva relación basada en una conciencia de Ser Humanidad y de Ser Tierra, para respetarnos entre seres humanos y entre los seres humanos con los seres de la naturaleza, que a la final somos lo mismo. El trato que actualmente da el ser humano de cualquier color -en la mayoría de los casos- hacia los demás hermanos de la vida, sigue el mismo patrón que dan los blancos a los demás colores. Hasta en eso el pensamiento blanco se impuso y debemos volver a las formas ancestrales de una noción sagrada de la naturaleza y de la vida en general, algo que los blancos también lo vivieron así por miles de años y solo lo han olvidado estos 2000 últimos años. Y de esta manera todos los colores de piel de los animales humanos y los no-humanos caminen en armonía y equilibrio con todo y entre todos.
La palabra esencial a enraizar en estos tiempos es respeto a la diversidad, a la variedad, a la diferencia, que se resume en el principio de armonía de complementarios. El respeto a lo otro (alteridad) es el paradigma de una nueva humanidad que se despierta a una conciencia colectiva vitalista después de 20 siglos de una conciencia individualista, egoísta, separatista, fragmentaria. La conciencia de respeto es la conciencia espiritual de la sabiduría de la humildad dentro de un amor profundo y total (Filo-sophia). Si no hay respeto no hay nada, la tolerancia es la forma oculta del irrespeto. El respeto nos da nuestra condición de naturalidad y totalidad, que esa es la diferencia de calidad entre uno y otro pueblo. Nada más.

ATAWALLPA OVIEDO FREIRE