“Temo el día en que la tecnología sobrepase nuestra humanidad,
el mundo solo tendrá una generación de idiotas.”
Albert Einstein
el mundo solo tendrá una generación de idiotas.”
Albert Einstein
En repetidas ocasiones, Rafael Correa ha señalado que solo
una revolución educativa podrá cambiar el país: “No habrá Patria Nueva sin una
Revolución Educativa”, y nosotros estaríamos de acuerdo si se trata una revolución
paradigmática. En este sentido, hay que ver qué tipo de “revolución educativa” se
está diseñando, pues podría ser que tan solo sean otras palabras más, como
tantas que se han dicho en estos 500 años: emancipación, independencia,
liberación… Y lo que hemos tenido en última instancia, es un: “último día del despotismo y primero de lo
mismo”, como lo ha repetido en muchas ocasiones y casos el pueblo
ecuatoriano, después de la supuesta independencia de España. O puede ser que
bajo el argumento o membrete de “revolución educativa” se profundice el
colonialismo, por lo que estaríamos ante una re-colonización posmoderna mucho
más profunda que la sucedida hace casi 500 años.
Por 430 años los pueblos andinos pasaron olvidados y
rechazados y, paradójicamente su cultura se mantuvo casi intacta; hoy muchos ya
están “educados” (léase adoctrinados y enajenados) y su cultura está
desapareciendo. “Gracias” a las políticas de desarrollo e integración al
progreso, hoy muchos desprecian su idioma (los padres prohíben que sus hijos
hablen), se alejan y cuestionan sus costumbres y saberes milenarios. Los
doctores, master, PhD indígenas prefieren hablar otras lenguas, y son expertos
en manejar los conocimientos, técnicas y valores de occidente, creyendo que así
están entrando al primer mundo y saliendo de la ignorancia y el atraso (cuarto
mundo), en la que ha vivido por siempre su pueblo.
“Chimborazo cuenta con una importante población
indígena. De los 458 581 habitantes, 174
260 son de las comunidades quichuas. De este grupo étnico, 30 000 son evangélicos,
según el Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos (INEC). Este proceso de
conversión empezó en 1951 y va en aumento. Este cambio, según los líderes
indígenas, afectó en la continuación de los rituales ancestrales y en la
práctica de las fiestas andinas que, en otros tiempos, tuvieron gran
participación. Ese fue el caso del Inti Raymi (Fiesta del sol). También
coinciden en que influyó en la organización. Ambos grupos (católicos y
evangélicos) van por sendas distintas. En lo cultural, la mujer dejó de
utilizar las wallcas, aretes y bayetas
de colores porque son considerados ‘diabólicos’. La música y la danza se practican, pero con matices religiosos. Ya
no acuden a los sitios sagrados, porque allí la iglesia católica construyó
templos y colocó imágenes de santos y de vírgenes.” Tomado de El Comercio
(25-03-13).
En consecuencia, lo que estamos viendo es: que hace 5 siglos
se produjo la invasión de Amaruka (nombre antiguo de América), y hoy se está
produciendo su conquista. Si es que lo permitimos.
Por otro lado, se ha señalado que la “revolución educativa”
está destinada a construir el Buen Vivir. Seguramente se refieren al “Socialismo
del sumak kawsay o biosocialismo republicano” (Título del Libro de René Ramírez,
máximo de la SENESCYT), lo que no necesariamente quiere decir: empujar y
profundizar el ancestral Sumak Kawsay. El primero delimitado en apenas 6 años
de la “revolución ciudadana” y el otro delineado por los pueblos andinos en más
de 20.000 años de ejercicio de vida. Por lo que tenemos tan solo un símil de
titulares: Buen Vivir = Sumak Kawsay, pues en la estructura y en el fondo son dos
paradigmas contrapuestos, excluyentes, y no complementarios uno del otro, peor
integrativos. Pero lo más grave, de resultados adversos o debilitantes, especialmente
para los creadores del sumakawsay (preferimos escribir juntas a estas dos
palabras, siguiendo el espíritu del kichwa).
Es importante clarificar que el sumakawsay es un camino
propio, con principios auténticos, con arquetipos epistemológicos particulares,
por lo que no puede convertirse en un brazalete indigenista de ninguna
revolución (folclorismo), ni ser una costilla del socialismo ni de nadie
(mesianismo). El sumakawsay de los Andes es una vía y el paradigma occidental
(de Izquierda o de Derecha) es otro, y no es conveniente que sea uno montado
sobre el otro, ni crear híbridos que desdibujan las formas peculiares de cada
uno de ellos, todavía más si son irreconciliables. El sumakawsay tiene un
recorrido y una experiencia concreta de vida de muchos siglos, y el socialismo
-hasta hora- es un experimento de solo unos 200 años.
No negamos ni rechazamos el que se quiera recrear o
configurar un nuevo sistema con el aporte de muchas culturas y tradiciones de
toda la humanidad, y a eso llamarlo: “Buen Vivir”. Pero no decir, que ese Buen
Vivir es el ancestral Sumak Kawsay de los pueblos andinos. No es un simple
hecho formal sino de contenido y fundacional, pero principalmente es cuestión
de respeto, de dignidad, de honor para con los pueblos originarios de estas
tierras. No es posible que un gobierno que se dice de izquierda, continúe con
el perenne abuso, utilización y atropello perpetrado desde hace 500 años, como
se ha dado a lo largo y ancho con los territorios y saberes de los pueblos
originarios (extirpación de idolatrías). No es “retro-romanticismo” o “idealismo”
o “purismo” la defensa del sumakawsay, sino, que no puede ser reinventado ni
ajustado ni acomodado a algo que tiene un proceso milenario, natural y propio.
Camino del que pueden o no estar de acuerdo, parcial o totalmente, pero deben
ser respetados sus fundamentos y estructuras como parte de la alteridad, y no
pretender ser “desarrollados”, o “actualizados”, o “integrados”; peor por
quienes no entienden nada de la filosofía andina (tawantin) y se manejan básicamente con la filosofía occidental,
materialista o idealista.
En este sentido, comparto más el Buen Vivir que propone
Alberto Acosta (Libro: El Buen Vivir. Sumak Kawsay, una oportunidad para
imaginar otro mundo) que el que viene imponiendo Rafael Correa, sin ninguna
participación directa y puntual de la ciudadanía (¿revolución ciudadana?) y
principalmente de los hijos del sumakawsay. Pero aquí viene el dilema: ¿cuál de
los dos, es el buen vivir?. De lo único que yo estoy seguro, es que ninguno de
los dos son: el sumak kawsay. Lo que no quiere decir necesariamente que estas
vías (Acosta y Correa) estén mal o no sean válidas, sino que son otras vías, y
hay que respetarlas como propuestas en su propio proceso y no inscribirlas en
el proceso de los pueblos andinos, quienes han delineado y configurado su camino
de vida, en un larguísimo recorrido y dentro de una experiencia muy particular
e idónea. No estamos tratando de anular o de despreciar a otras teorías o
propuestas -como hace Correa-, sino de establecer las diferencias y las rupturas
para marcar los distintos caminos. Y que solo la vivencia en la naturaleza de
la realidad, sea la que permita que tengan una prolongada vida o que sean tan
solo una moda más, como han sido muchos experimentos sociales que se han vivido
en el mundo y que han desaparecido casi inmediatamente: revoluciones sociales,
hipismo, revolución sexual, liberación femenina…
El sumakawsay cree en la contradicción, en la oposición, en
la variedad, en la diferencia, y no pretende homogeneizar a todos en su vía,
sino que valora y promueve la diversidad armónica. No para anularlas como
pretende el paradigma occidental de la síntesis dialéctica (tercero excluido)
sino para fortalecer el sistema de equilibrio de complementarios (filosofía
tetrádica andina). Tal como funciona la naturaleza, es decir, la vida, y como
lo ha venido a confirmar el moderno paradigma quántico (fermión y bosón), en
que todo está interrelacionado y cada elemento es correspondiente y recíproco uno
de otro, y no separados o en lucha como dice el paradigma civilizatorio, desde
Aristóteles. El paradigma quántico tiene mucha similitud con el paradigma
andino que funciona en el continumm
de la biosfera, pero los políticos y economistas siguen en el paradigma
newtoniano-cartesiano, y quieren seguir construyendo más universidades
logocráticas: “El gran viaje hacia el
futuro comienza hoy con el proyecto YACHAY”, René Ramírez (Andes 25-03-13)
UNIVERSIDAD
“YACHAY”
“Una universidad es un lugar donde la universalidad del espíritu humano
se manifiesta.”
Albert Einstein
Albert Einstein
MISION Y VISION
DEL PROGRAMA YACHAY: “Misión. Consolidar la primera ciudad planificada del
Ecuador como un ecosistema de negocios de alta tecnología donde convive
armónicamente una universidad de clase mundial, institutos públicos y privados
de investigación y desarrollo tecnológico, y empresas de base tecnológica que
generan el cambio de la matriz productiva del Ecuador. Visión. Convertirse en el más importante HUB
de conocimiento de América Latina en producción de tecnología aplicada en un
entorno sustentable.” (www.yachay.ec)
De acuerdo a estas directrices y otras características
esgrimidas en los fundamentos y justificativos de creación de la denominada
Ciudad del Conocimiento “Yachay”, se
puede vislumbrar que será otra universidad más que se inscribe dentro de la
meritocracia tecnocrática del primer mundo y que replicará los mismos
contenidos desarrollistas de la colonialidad del poder/saber de la modernidad y
del positivismo civilizatorio. Es decir, que la misma no se manejará por las
epistemologías de las antiguas Yachay
Wasi, sino que se reproducirán los mismos moldes de la occidentalidad
monárquico-monoteísta (paradigma monódico) que se viene imponiendo en el mundo
entero en su propósito de homogenización universal (globalización). Tal cual es
su razón de existir y el fundamento de su accionar de vida, desde sus orígenes hace
más de 2000 años: conquista, evangelización, adoctrinamiento, integrismo,
conversión, educación... Por lo tanto, no es honesto ni verdadero, utilizar
logotipos andinistas para bautizar algo que por sí mismo no representa a su
matriz. Siendo éste, otro caso más de una simple utilización mimética o una manipulación
superficial, de algo que es profundo, milenario y cósmico, como es el “cosmocimiento
andino” o filosofía tetrádica (tawantin).
Tal como vamos a pasar a ver.
El señor René Ramírez máxima autoridad del Senescyt ha
señalado que los profesores de esta “ciudad del conocimiento” serán los futuros
doctores PhD que actualmente se están preparando en diferentes universidades
del mundo desarrollado. En ese mismo sentido y en relación a todas las
universidades ecuatorianas, lo ratifica en una entrevista del Diario EL
COMERCIO (19-03-13) el Ministro de Talento Humano, Augusto Espinosa: “También está lo que significa la
gestión del talento humano, encontrar soluciones a esta problemática de falta
de maestros, de dos maneras. Una es tener un contingente grande de profesores
preparándose en el exterior, financiados por el Estado. Y otra, mientras
estamos en ese proceso, sería sano traer, a través del Programa Prometeo, los
docentes que sean necesarios del extranjero, para cubrir la transición. (…) Si
nos dicen que requieren 1 000 nuevos, hacemos un trabajo conjunto, para traer a
esos 1000, con convenios con universidades de calidad. (…) No podemos hablar de
"calidad a la ecuatoriana", eso es estar por debajo, si lo que
tenemos actualmente es mediocre…” Y el mismo presidente Correa lo corroboraba: “Tenemos un programa Prometeo, uno de los mejores
del Gobierno, por medio del cual se contrata a los mejores profesores de las
mejores universidades y se lo mandamos a las institución de educación superior
para que enseñen capaciten a otros profesores y la Universidad Central dice no,
que esto es colonialismo. “Colonialismo traer cerebros del exterior. Que
mentalidad”. (El Comercio 31-03-13)
Esto quiere decir que lo que vendrán a enseñar es el
conocimiento monódico (una sola voz) de tipo reduccionista, mecanicista,
materialista, racionalista, desarrollista (para todos ellos vamos a utilizar el
neologismo: piramidalismo). Paradigma
piramidalista que viene dirigiendo y guiando el proceso económico, político,
académico, técnico y científico del positivismo en todo el planeta y cuyo
propósito fundamental es la occidentalización de todo el mundo (aldea global de
consumo). Paradigma antropocéntrico y ecocida que en el mismo occidente ya
viene siendo cuestionado por nuevos paradigmas anti-objetivistas. “Desde
Kant, la Objetividad es definida como de validez universal, con independencia
de religión, cultura, época o lugar, por contraposición con aquello que vale
sólo para unos pocos: lo local. Esta es la marca de la modernidad. De esta
guisa, la Objetividad se opone al Relativismo, representado por los salvajes
animistas y, ahora, además, por el nuevo paradigma científico.” (1)
Por tanto, es importante comprender que no es solamente el
capitalismo moderno (neoliberalismo/capitalismo de Estado) sino los conceptos, las
teorías y los mitos fundantes del paradigma piramidalista impuesto, los que nos
han conducido a la crisis global que actualmente vive el planeta, en todos los
órdenes y esferas de la actividad humana. Esto no empieza ni es solo obra de la
“revolución industrial”, sino que sus orígenes están mucho más atrás, en el
mandato del génesis: “dominad la tierra”,
y en el racionalismo separatista de los griegos clásicos: “la naturaleza está en estado inferior al hombre” (a más de las
mujeres, los campesinos, los esclavos, etc.). Incluso diríamos que toda
comienza cuando se produce la revolución patriarcal hace unos 4500 años, la
misma que terminó con el milenario sistema matricial en la antigua Mesopotamia.
En todo caso, sus etapas autollamadas: civilización, modernidad y desarrollo,
son las principales que nos han conducido a la cúspide y límite actual de la
crisis general que vivimos actualmente. Clímax que nos ha tocado vivir a
nosotros y por ende a hacer algo por cambiar todo ello, si tenemos sentido de responsabilidad y amor por
nuestros nietos para que sobrevivan (revolución pos-civilizatoria).
No estamos viviendo una “crisis de civilizaciones” sino la
crisis de la occidentalidad o del primer mundo y sus periferias. La crisis la
ha generado el primer mundo y no el tercer o cuarto mundo, por ende las
soluciones están fuera del piramidalismo. No pueden sanar quienes han enfermado
sino desde otros niveles, los cuales -paradójicamente para los académicos de la
excelencia- están en los pueblos naturales: salvajes, incivilizados,
ultrasubdesarrollados (cuarto mundo), que todavía logran sobrevivir al saqueo
de los conquistadores patriarcales. Los que se esfuerzan por terminar con el
cuarto mundo no saben que están exterminando miles de años de conocimiento y
experiencia acumulada de toda la humanidad, y consecuentemente ahondando la
crisis.
Crisis civilizatoria piramidal que se expresa concretamente
en: “crecimiento notable del número de suicidios, especialmente en la juventud;
aumento extraordinario de las enfermedades y padecimientos psíquicos y
nerviosos; aparición de tasas de crecimiento demográfico negativas; tasas de
subnormalidad crecientes; tasas imparables de drogadicción y alcoholismo; tasas
muy altas de paro laboral, comparadas con las del siglo XX; tasas alarmantes de
fracaso escolar a pesar de la mejora en la tecnología aplicada a la educación;
decrecimiento, entre los jóvenes, de vocaciones claras hacia actividades
laborales y profesionales específicas; tasas espectaculares de incremento de
hogares unipersonales; crecimiento de familias homosexuales; aumento de
comportamientos agresivos y violentos (campos de fútbol, metro,
manifestaciones, xenofobia gratuita…) en personas normales y por motivos triviales.”
(1). Tasas éstas -que por cierto- no son consideradas en los Índices de
Desarrollo Humano elaborados por las Naciones Unidas.
Ante ello, es impostergable hacer las siguientes precisiones
entre lo que es el paradigma piramidalista
de la occidentalidad (élite que domina el mundo, empezando por Europa y los
EEUU) y el arquetipo espiralado de la
andinidad (mundo tawantinsuyano) para no perdernos y quedarnos envueltos en
los mismos esquemas y dogmas impuestos (de Derecha e Izquierda) desde la
invasión y evangelización a nuestros pueblos. Para que ahora, aplicando simplemente
formas posmodernas se quieran presentar como renovadas y con diferentes
axiomas, cuando es una ampliación o profundización del mismo esquema
colonizador primigenio. Es decir, lo que estamos viviendo es un neocolonialismo
con formas más sutiles pero enmarcadas dentro de los mismos propósitos de
educar (léase civilizar, domesticar, adoctrinar, culturizar) con la que han
actuado los colonizadores de siempre.
Hace 500 años se dijo que nos traían la educación para salir
del salvajismo y la idolatría, y así entrar en la cultura y la civilización;
hoy se dice para “salir de la pobreza” y para entrar a “las ventajas de la
modernidad y el progreso”. Por lo que tenemos en Rafael Correa -y a los
anteriores presidentes de derecha- en continuadores del legado de Cristóbal
Colón, a su vez éste de los griegos clásicos, y ellos de los patriarcas
indoeuropeos, que con su revolución piramidal terminaron con el sistema cíclico
de miles de años de existencia (equilibrio entre lo Apolíneo-Fermión y lo
Dionisíaco-Bosón). Cuando todos esperábamos que un gobierno llamado
revolucionario (“revolución ciudadana”), termine con todo ese proceso
colonizador y abra los primeros pasos para un Pachakutik (recambio total). Pero lo único que hemos pasado, es de
una colonización occidental de derecha (monárquico-neoliberal) a una
re-colonización civilizatoria izquierdista (capitalismo de Estado-
neoconstitucionalismo). Nada más. (Ver mi
libro Qué es el SUMAKAWSAY)
En definitiva, antes y ahora, Idealistas o Materialistas, lo
que tenemos es que “El Estado colonial y el Estado republicano proseguirán esta
extirpación de idolatrías a través de las instituciones gubernamentales: la
escuela sobre todo. Pero también, el hospital: sustituir a brujas, hechiceros:
curanderos; los pueblos de reducción en lugar del ayllu; la propiedad privada
en lugar del usufructo racional y comunitario de los recursos; el mercado:
sustituir el ayni por el dinero: la
reciprocidad por el intercambio: economicidio; el cuartel: interiorizar al
Señor Gobierno en lugar del sistema de cargos propios; la judicatura: las leyes
de indias y luego el código napoleónico, en lugar de su sistema jurídico
cosmocéntrico que busca el equilibrio, no la punición y exclusión; la religión
católica en lugar de su w´aka, los partidos políticos en lugar de sus
autoridades originarias: politicidio; la cárcel para los rebeldes, el manicomio
para los irrecuperables. En fin, igual que en Europa, como muestra la obra de
Michel Foucault, Aquende y allende es nomás el mismo élan.” (1).
En este sentido, lo que tenemos actualmente sobre este
planeta son básicamente dos mundos-sistemas contrapuestos e irreconciliables:
el pensamiento del UNO (primer mundo), a través de la eliminación o resolución de la contradicción por los hijos de Hegel
(idealistas) o por los hijos de Marx (materialistas). Y por otro lado, el “co-razonamiento”
(pensamiento y sentimiento) TETRADICO (cuarto mundo) que juega, funciona,
valora y respeta la complementación de
las contradicciones. Concretamente: el primer mundo y el cuarto mundo, son los
dos sistema-mundos que la humanidad tiene actualmente como opciones de vida.
La occidentalidad geocentrista desde Sócrates, Platón y
Aristóteles hasta la actualidad se ha guiado por la dialéctica monódica (lucha
de contrarios), en cuya dicotomía se resuelve su quehacer intelectual. El mundo
andino se guía por la tetrádica o tetraconciencia (armonía de contrarios), en
cuya interrelación se manifiesta toda su expresión natural multidimensional.
Mientras el primer mundo funciona en la contracción unidimensionalidad
(reduccionismo separatista), el cuarto mundo se expande integral y holísticamente
(interconectividad), muy similar a como funciona el cosmos que no termina de
expandirse y sigue su proceso (web de la Nasa, 25-03-13). Lo que implica que el
paradigma ancestral de la espiralidad (lógica toroidal) tiene congruencia con
el sistema de la naturaleza (continumm),
y el paradigma moderno del piramidalismo tiene una relación intelectiva
antropocéntrica (lógica diseccionadora).
La moderna física relativista y la mecánica quántica, que
vienen cuestionando al paradigma cartesiano-baconiano y sumun de lo monódico,
hablan de que el cosmos es multidimensional. Señalan que no hay 3 dimensiones, como
creía el geocentrismo a través de la geometría euclidiana y los postulados de
Aristóteles, sino que hay 11 dimensiones y hay otros científicos que señalan
que hay 21. Muy similar a como hacen referencia todos los “yachaks” o maestros de todas las culturas ancestrales de la humanidad.
Siendo la tétrada o tetradimensionalidad (tawantin)
el punto de inflexión, entre un sistema que tiende a constreñirse cada vez más
(civilización miope o de claustro), y un otro que se abre infinitamente (culturas
vitales multiversas).
Esa es la gran diferencia entre el cosmocimiento andino
sinérgico, simbiótico, sintrópico, homeostático de los antiguos Yachay Wasi y la ciudad del conocimiento
Yachay de la “revolución ciudadana”: “La estrategia apunta a construir en el mediano y
largo plazo una economía del bio-conocimiento y la información. El desarrollo
de una base industrial alrededor de la biotecnología, la nanotecnología y las
ciencias de la información, sustentada en la explotación sostenible de nuestra
mayor ventaja comparativa, la bio-diversidad, es la apuesta del modelo del Buen
Vivir. Ecuadoruniversitario.com (25-03-13).
METODOLOGIA
ANDINA Y OCCIDENTAL
“Antes de
ser hombres de ciencia, deberíamos ser hombres.”
Albert Einstein
Albert Einstein
Así mismo, el método de estudio –autodenominado- método
científico o método de la síntesis (deductiva o inductiva), es totalmente
diferente al método rotatorio o de alternancia de la espiralidad andina. En
este último, el investigador funciona en doble vía, transformándose mutuamente
en observador y en observado. A través de este método el estudio funciona en
relación de ida y vuelta, asumiendo la condición y posición del otro, sea cual
sea su naturaleza. Es decir, “El sujeto que analiza no se sitúa al margen de
esta realidad panrelacional. Él es parte del proceso de la realidad y de su
conocimiento reflejo. Los seres poseen su relativa autonomía, pero siempre en
un contexto de implicación e interconexión. Por eso no existe el ideal moderno
de la objetividad. El sujeto es parte del objeto y el objeto es una dimensión
del sujeto. Esta lógica inclusiva de la complejidad imponen un nuevo estilo de
pensar y actuar: obliga a articular lo diverso en campos unificados que se
pueden convertir en redes más complejas.” (1).
De esta manera, la percepción no tiene una posición
objetivista ni subjetivista, sino que aprende de la experiencia vivencial y no
desde una acción unilateral intelectiva que sigue moldes dogmáticos
preestablecidos. Así también lo sugiere la palabra YACHAY (sabiduría), la cual se puede leer de izquierda a derecha y
viceversa. De esta manera, los sabios andinos (yachak) nos están especificando que el cosmocimiento (no:
conocimiento) es de espejos o de doble vía. Es decir, que todo es reflejo de
cada elemento, implicando que todos estamos en comunión e integrados
(relacionalidad), y no separados ni divididos cómo concibe lo piramidalista
monódico a la realidad (individualización). Hecho que lo ha venido a confirmar
la moderna física con la teoría de las supercuerdas. Entonces, “lo asombroso es
que el nuevo paradigma científico-técnico de Occidente coincide con el
paradigma animista amerindio. Esto es lo digno de ser pensado.” (1)
De acuerdo a lo anotado, lo que vemos es que simplemente la
SENESCYT y la “revolución ciudadana”, quieren re-inscribirnos en las tendencias
posmodernas de la antigua visión geocentrista (que en el fondo todavía sigue
vigente), aplicando las mismas epistemologías, ontologías, metodologías,
hermenéuticas, axiologías… de las universidades del primer mundo. Reproducir los
mismos esquemas y conceptos de la dialéctica racionalista mecanicista del
paradigma antropocéntrico y que es la responsable de la crisis económica y
ecológica actual (más y mejor explotación de la naturaleza por los hijos de
Bacon). Si no es el primer mundo el responsable de todo esto, ¿quién lo es? Todo
lo cual viene del tipo de concepto y de relación que se tiene sobre la
naturaleza, al considerarla como un recurso o un bien, es decir, en la
apreciación de la naturaleza como medio de producción o valor de cambio, tanto
por la Derecha y la Izquierda, lo que demuestra la continua visión cosificadora
e instrumentalista (mundo oportunista y aprovechador) de la naturaleza, por
ende, de la vida (productivismo).
“Durante el tiempo de reforma a través de ciudadanización no
se ha transformado el modo de relación con la naturaleza generado por la
emergencia del capitalismo, que es parte de la cultura moderna. Esto consiste
en concebir una separación entre sociedad y naturaleza y pensar el desarrollo
como la generación de capacidades y conocimientos que permitan el dominio de la
naturaleza, en particular orientada a un aumento de las ganancias. La principal
alternativa global al capitalismo, que fue el socialismo, tampoco implicó una
revisión del modo industrialista e instrumental de relación con la naturaleza.
El socialismo fue también un modo de desarrollo moderno.” (7)
Teorías y dogmas -que como hemos señalado- ya se vienen cuestionando
en el mismo occidente por una serie de investigadores que están replanteando a
todos los fundamentos y mitos del paradigma civilizatorio monocular o
uni-versidad. Empezando por los planteados por Einstein, Max Planck, pasando
por la teoría Gaia, la teoría del Caos, la teoría de la Incertidumbre, la
teoría de la Reciprocidad, la teoría de la Complementariedad, hasta las últimas
teorías del Biocentrismo, las Ciencias de la Tierra, y del Pensamiento Complejo
(Edgar Morin). “La toma de conciencia del “anatopismo” cultural, del
androcentrismo y del colonialismo intelectual de las filosofías y teologías
dominantes, incluso en el mundo no-occidental ha sido el primer paso para la
deconstrucción del euro- u occidentocentrismo de las filosofías y teologías
dominantes en las periferias del imperio único globalizador.” (3)
Todas estas nuevas concepciones están más cerca de la
concepción andina heliocéntrica de la vida (cuarto mundo) que de la visión geocéntrica
del piramidalismo patriarcal (primer mundo). Es decir, que la visión monódica
(universidad-universo) a pesar que se ha comprobado la heliocentricidad sigue
funcionando dentro del paradigma aristotélico de la geocentricidad,
especialmente sus instituciones surgidas dentro de su seno (polis y civilis), las cuales no han variado hasta la actualidad,
especialmente a nivel educativo (cognoscitivo) y político (clasicismo). Si bien
algunos científicos ya funcionan dentro de los parámetros multidimensionales,
la mayor parte del pensamiento y teorías (especialmente a nivel
económico-político) siguen ancladas en visiones inquisitoriales de la edad media
(división del trabajo y del conocimiento).
Todavía la mayoría del intelectualismo académico y político en
Occidente y los occidentalizados, no logran abrirse a la visión sistémica del
campo unificado o relacionado (multiversidad-multiverso) y en la práctica
siguen funcionando en la lógica greco-cristiana unitaria (único Dios-única
ciencia-único mercado). Y lo único
que quiere la SENESCYT, es que nuestras universidades se equiparen y se pongan
al tono y nivel de ellas. “El Presidente
Correa resaltó la importancia del talento humano para el desarrollo y la
trascendencia que Yachay tiene para el Gobierno ecuatoriano, lamentó también el
bajo nivel universitario que existe en América Latina ya que ninguna
universidad de la zona está entre las 100 mejores del mundo, por ello “Yachay
es un proyecto para elevar el nivel de la universidad en el Ecuador” mencionó.”
(www.yachay.ec). ¿Entonces
dónde está la mediocridad que reclama la “revolución ciudadana”?
En vista de todo lo anotado el nombre de Yachay no
corresponde, ya que no incorpora todos estos paradigmas y arquetipos andinos.
Aunque tampoco se trata de incorporarlos instrumentalmente sino caeríamos en el
integrismo intercultural que termina absorbiendo todo al paradigma dominante. A
eso, es lo que ahora le llaman interculturalidad, que es otra de las trampas
que estamos viviendo con la tradición andina, al igual que con
plurinacionalidad y buen vivir; cuando estos postulados encierran elementos más
profundos y no tan ligeros, como los que aprovecha superficialmente la
“revolución ciudadana”. Por lo que se debería crear otra universidad o mejor
dicho otra multiversidad para que tenga el nombre de Yachay, sino sería solo otro aprovechamiento o un folclorismo más
del gobierno de la “revolución ciudadana”, o una “robolución ciudadana” del
nombre indígena.
Eso sería realmente revolucionario y transformador, el
recrear una multiversidad que aporte desde el paradigma de la andinidad al
mundo, y no crear más universidades primermundistas que ahonden la crisis desde
otras formas y esferas, como quiere la SENESCYT: “Bajo esta estrategia, el modelo de universidad
consiste en una “institución de educación superior pública que promueve la
investigación, el desarrollo científico y tecnológico; la generación y difusión
del conocimiento, con el objeto de formar profesionales innovadores,
competitivos y dinámicos, de alta calidad humana y excelencia profesional que
contribuyan al desarrollo del Ecuador y de la región, al cambio de matriz
productiva del país, aporte al progreso y avance científico y tecnológico de la
región y al mejoramiento de las condiciones de vida de la población del Ecuador
y de América Latina”. Ecuadoruniversitario.com (25-03-13).
Sería un gran aporte para toda la humanidad, ofrecer otras alternativas
y salidas desde la experiencia de miles de años del cuarto mundo, re-creando
una Multiversidad (Yachay Wasi) en la
que se enseñe -por ejemplo- matemática andina y se re-utilice como herramienta
de cálculo a la yupana, un antiguo
sistema de conteo que puede hacer operaciones matemáticas de más de 5.000
dígitos. Sistema, que fue re-descubierto el 2002 por los investigadores
italianos, Nicolino de Pascuale y Mauricio Orlando, de la Universidad de
Pescara. Quienes finalmente, encontraron las claves del sistema operativo de la
Yupana (Quipus) demostrando en su tesis, que el poder matemático de este
ábaco andino es ilimitado. Con la Yupana,
se resuelven todo tipo de cálculos astronómicos, se realizan operaciones
matemáticas complejas e inclusive postulan a este instrumento para la
arquitectura de un moderno microprocesador, cuya aplicación redundaría en uno
mucho más poderoso que los diseños actuales de la arquitectura binaria. En
otras palabras, una herramienta pre-hispánica que no tiene nada que envidiar a
las sofisticadas computadoras modernas.
Multiversidad que otorgue PHDs en arquitectura andina, en la
que los arquitectos sean capaces de hacer construcciones antisísmicas, sin
utilizar argamasa para sostener bloques y solo guardando equilibrio
gravitacional siguiendo el ángulo de inclinación de la tierra, como lo hacían
los antiguos arquitectos e ingenieros andinos.
Profesionales en geometría andina, capaces de realizar
operaciones trigonométricas siguiendo el método andino de la cuadratura de la
circunferencia, redescubierto por Carlos Milla Villena.
Doctores en astronomía andina, como la practicada por
nuestros astrónomos antiguos quienes antes de la ciencia occidental
civilizatoria, ya conocían de la esfericidad de la tierra y de que ésta giraba
alrededor del sol (heliocentrismo). O capaces
de hacer ordenamientos territoriales, construyendo ciudades en línea recta,
equidistantes una de la otra, y a 45 grados del eje de la tierra, como el Kapak
Ñan que ha sido estudiado por la Dra. Scholten.
PhDs en filosofía andina, que conozcan a fondo el
cosmocimiento andino y puedan tener como marco teórico referencial el tawantin o sistema tetraparitario
(tetrádico) para desde ahí organizar todo su co-razonamiento, o amor (kuyay) a la sabiduría (yachay), y poder acercarse desde estas
variables a comprender la realidad de la naturaleza y la naturaleza de la
realidad.
Expertos en economía andina para comprender el ancestral
funcionamiento de la economía del ayni,
de la minka, del tinkuntin, etc., para presentar un sistema alternativo al
neoliberalismo y al estatismo; y que realmente pueda convertirse en una
respuesta global a la crisis mundial. Si los mismos conquistadores de la época,
viendo que era un sistema muy bien estructurado y con altos resultados, lo
siguieron manteniendo y aplicando hasta la época de la “independencia”; ¿por
qué hoy no se puede utilizar ese mismo sistema para cambiar o inspirar una
nueva comunidad mundial?
¡Qué ironía!
Así podríamos seguir enumerando una serie de ciencias,
filosofías, tecnologías, artes, literaturas… de tipo y característica andina o
tawantinsuyana, las cuales manejan otras categorías, posiciones y variables al
piramidalismo monódico que ha llegado al límite dentro de su ciencia oficial. De
ahí que muchos investigadores de Occidente andan buscando los saberes del
cuarto mundo (hasta quieren patentar), y aquí se quiere más primer mundo y se
desprecia a todos nuestros saberes ancestrales. (VER MIS LIBROS: LOS HIJOS DE LA TIERRA Y CAMINANTES DEL ARCOIRIS).
Como vemos una vez más, en dicha universidad no se aplicará
nada del cosmocimiento sistémico, espiralado, toroidal, simbionómico del
paradigma andino ancestral. Lo que significa que el nombre solo será un adorno
indigenista de la lengua kichwa en el membrete de dicha institución, pero nada
de la esencia de la filosofía andina (¿interculturalidad?). Es más, toda la
institucionalidad y parafernalia del paradigma universitario de la ciudad del
conocimiento Yachay será totalmente
contrapuesta al paradigma multiversitario de los originarios Yachay Wasi.
La conquista y colonización continúa…
MERITOCRACIA
ACADEMICA
“Muchas son las cátedras universitarias, pero escasos los maestros
sabios y nobles.”
Albert Einstein
Albert Einstein
Una de las palabras que con más insistencia se escucha al
gobierno de Rafael Correa es la famosa “meritocracia”, básicamente referenciada
a la calidad y cantidad de títulos académicos que alguien posee. Pero, será que
el problema es solamente la calidad y la cantidad de conocimientos, o el asunto
fundamental es el tipo y características de conocimientos y cosmocimientos
adquiridos e interiorizados?
Si revisamos las hojas de vida de gran parte de los
personajes que han ocupado altos puestos en diferentes instancias de los
gobiernos, de Derecha e Izquierda, aquí y en todo el mundo, vemos que muchos de
ellos tienen cantidad de títulos, incluso a nivel de PhD. La mayoría obtenidos
en universidades de altísima calidad de los grandes países industrializados,
sin embargo casi nadie ha hecho un aporte de transformación epistemológica sino
que tan solo se han dedicado a profundizar la dependencia curricular y
tecnocrática del primer mundo. Todos se dedican a copiar o profundizar las
creencias y mitos de la occidentalidad. ¿Cuántos conocen de filosofía de la
andinidad? Se les puede contar con los dedos de las manos. Seguramente que todo
eso es meritocracia del primer mundo pero no sabiduría del cuarto mundo.
“Occidente ya no necesita enviar embajadores de su cultura
para asegurarse de la difusión global de sus valores; tiene sus representantes
fieles en cada lugar. Muchas veces, estos “multiplicadores” o “portavoces” se
han vuelto más “ortodoxos” que sus mentores europeos o norteamericanos, con el
resultado de que hoy día, la filosofía y teología europea más “ortodoxa” y
“auténtica” se pueden estudiar en universidades del llamado Tercer Mundo. Uno
puede debatir en Lima, Nairobi o Pekín con expertos de renombre internacional
en Hegel, Ricoeur o Heidegger, más eruditos y experimentados a veces que sus
colegas en las universidades europeas.” (3)
Nuestros profesionales educados (léase adoctrinados) en las
universidades de Harvard, Yale, Lovaina…, se han convertido en presidentes,
ministros, legisladores, alcaldes de nuestros pueblos. Zbigniew Brzezinski en
su libro “El Gran Tablero Mundial” (1998), señala que “es posible encontrar
graduados de las universidades estadounidenses en casi todos los gabinetes
ministeriales del mundo”. Ya lo decía Hegel sobre la “América Latina”, lo que
aquí sucede hasta el momento, es solo el eco del Viejo Mundo y la expresión de
una vitalidad foránea”.
Y al interior del Ecuador pasa lo mismo con todas las
escuelas, colegios y universidades, “Incluso centros universitarios como FLACSO
y la Universidad Andina, por ejemplo, se han convertido más en espacios que
replican el colonialismo epistemológico del norte, que en centros que puedan
ayudar a los procesos políticos de emancipación de sus propios países.” (2)
Todos estos meritocráticos personajes han tenido como
propósito de vida, el introducir al Ecuador dentro de los parámetros e ideales
del denominado crecimiento y desarrollo ilimitado
del occidentalismo, en oposición a los postulados de estabilidad dinámica equitativa de los milenarios pueblos andinos, y
calificando de atraso e ignorancia a estas visiones. “Conceptualmente, la sorda
lucha y enfrentamiento entre (el Ecuador) occidental y (el Ecuador) amerindio
ha sido la pugna por instaurar un modelo de sociedad basado en privilegiar sólo
la variable cuantitativa, extractiva, reduccionistamente economicista, versus
el modelo de sociedad amerindio, basado
en tener en cuenta todas las variables: de ahí su complejidad y, al mismo
tiempo, basado en buscar su equilibrio: de ahí su homeostasis. Por esta razón,
las sociedades amerindias son básicamente sociedades anti-desarrollo. El
desarrollo apuesta al crecimiento exponencial de una sola variable a costa de
todo lo demás.” (5)
En ese propósito, para los neocolonizadores: su ejemplo,
referente, meta, amuleto y santo, han sido los países autodenominados del
primer mundo o desarrollados. Profesionales que han pretendido implantar una
serie de conceptos, valores y paradigmas de esos países, especialmente a nivel
económico, bajo el argumento de que todas esas ciencias son el progreso para
los pobres y para el país (extirpación de idolatrías y de la pobreza). Pero lo
único cierto, es que el resultado no ha sido nada de ello, como tampoco en esos
mismos países, pues ese crecimiento fue tan solo un espejismo de 40 años y ahora
su debacle. Hoy viven otra crisis más de las tantas que han vivido en toda su
existencia y no logran su ansiada mejor vida (Vivir Mejor).
Crisis tras crisis es la historia del primer mundo, en la que
los meritocráticos han creado y metido en ese mismo saco al tercer mundo con
sus políticas primermundistas. Pero, ahora, muchos huyen y regresan al tercer y
al cuarto mundo. Crisis cíclicas interminables, cada vez más agudas, especialmente
para la naturaleza. Crisis sostenidas hasta que quizás un día se den cuenta que
las respuestas están en el cuarto mundo: en la armonía de complementarios, en
las estructuras espiraladas, en las organizaciones matriciales, en las ciencias
toroidales, en las metodologías sistémicas, en las formas sintrópicas, en el continumm de la naturaleza…, si es que
antes el calentamiento global no acaba con el primer mundo. Los únicos que
están preparados para sobrevivir es el cuarto mundo, ellos serían los únicos
que continuarían con la especie humana. Así de concreto y real.
¿Ese es el conocimiento al cual quieren inscribirnos la
SENESCYT, trayendo a los más destacados profesionales del primer mundo? ¿El problema de la humanidad es tecnológico? ¿Eso
es emancipación? Y para Correa, Yachay "es el proyecto más importante del
Estado” (www.senescyt.gob.ec).
¡Qué paradoja¡
He ahí el gran dilema para la humanidad, que no es tan solo
de Izquierda y Derecha, de materialismo e idealismo, de neoliberalismo y
socialismo, de democracia liberal y democracia comunista, de desarrollo
ilimitado y desarrollo sustentable, etc. Tiene que ver con el sistema fundacional
de dos sistema-mundos ontológica y axialmente contrapuestos, irreconciliables y
no complementarios: el civilizatorio de dilación contranatural (primer mundo) y
el cultural de raigambre natural (cuarto mundo). Cuál es el camino? ¿Todos hacia al primer
mundo – como propone la Academia-, o el reflorecimiento del cuarto mundo -como
lo dice el simple sentido común-? He ahí la gran pregunta. Todo el
intelectualismo de Derecha e Izquierda apunta al primermundismo, pero muchos
del primer mundo ya están recreando el cuarto mundo (ecoaldeas- comunidades de
vida-ciudades bio).
Mientras algunos están soñando hacer revoluciones de mercado
y marxistas, los vitalistas ya han revolucionado sus vidas y viven el nuevo
mundo: permacultores, bioconstructores, vegetarianos, ambientalistas, defensores
de los animales, artistas de la nueva era, artesanos biodegradables, terapistas
alternativos e integrativos, caminantes espirituales, etc., etc. Y su
inspiración es el cuarto mundo, de ahí rescatan y revalorizan saberes. Son los
únicos que han comprendido lo que Einstein decía, que las salidas a los
problemas no están en el mismo nivel que se las ha creado. La crisis no puede
resolverla el primer mundo ni sus periferias, sino desde otros fundamentos y
principios, justamente totalmente diferentes a lo que ha creado el primer
mundo. Comprender esto es muy difícil para el logos, porque significaría que todo su intelectualismo académico se
cae. Sería irse en contra de todo lo que han aprendido y no están dispuestos a
revolucionar y perder todo aquello que les da sustento material y status. Van a
rasguñar al máximo para seguir amparándose en sus teorías tecnocráticas, así
como poco a poco se están descongelando los glaciares. Su frío conocimiento no
podrá detener el calentamiento global.
Por otro lado, el desarrollo -como subsistema- que en los
años 80 fuera tan enarbolado en el mundo, ahora ya viene siendo cuestionado por
algunos sectores en los mismos países autodenominados desarrollados, quienes
hablan tajantemente de “salidas al desarrollo”, de “alternativas al
desarrollo”, y de posturas que apuntan a “más allá del desarrollo”. Es decir,
mientras el señor Correa -y muchos- quieren más desarrollo para el Ecuador, en
los autodenominados países desarrollados hay voces que dicen que todo eso fue
una gran falacia y un absurdo espejismo (indignados y desencantados). Están
conscientes de que el asunto no es el modelo o tipo de desarrollo, sino los
parámetros y categorías del desarrollo en sí mismo, y sus propuestas son
totalmente inversas: decrecimiento, posdesarrollo, etc. Y así en otras ciencias
y conocimientos. Nuestras “élites políticas no se nutren de la cultura de los
pueblos que pretenden dirigir, sino de ideologías foráneas, doctrinas de
manual. La relación de engaño que hoy existe entre masa y políticos no existía
antaño en la América precolombina.” (4)
Entonces, cuando este gobierno quiere más profesionales
graduados en todas esas meritocráticas universidades, y que nuestros centros de
educación superior sean iguales o mejores, lo que en el fondo quiere es que el
Ecuador sea un país más occidentalizado y patriarquizado (neocolonialismo). No
se puede esperar algo diferente de quienes han sido formados en las escuelas
del primer mundo, y si algo conocen del cuarto mundo es puro folclorismo
pachamamista. En última instancia lo que quieren los meritocráticos es que
sigamos siendo excelsos y ejemplares anatopistas para seguir reproduciendo las
recetas socio-económicas-tecnológicas del consumismo para alimentar al primer
mundo, y seguir saqueando más a la naturaleza a pretexto de desarrollo y de que
“no vamos a ser mendigos sentados en sacos de oro” (Correa). El conquistador
viene saqueando desde hace 500 años y su ansia por el oro no termina de
saciarse, ni entre los de Izquierda.
“El término “anatopismo”, acuñado por Víctor Andrés Belaunde
(1889-1966) en sus Meditaciones Peruanas, quiere resaltar el carácter sumamente
alienado de un pensamiento, en especial del latinoamericano que “trasplanta”
simplemente la filosofía occidental en suelo (topos) americano, sin tomar en
cuenta la propia realidad. Las élites latinoamericanas son en gran medida
“anatópicas”, no solo con respecto a su pensamiento, sino también las formas
culturales y el modo de vivir en general.” (3)
Como queda demostrado el asunto es mucho más de fondo que
solo calidad de conocimiento y excelencia académica primermundista, como ahora
repite insistentemente la SENESCYT, y quiere más PhDs. En ese sentido, preguntamos
si se formaran PhDs en ciencia vitalista, en ciencia holística, en ciencia
biosférica, en ciencia homeopática, en ciencia transpersonal, en ciencia
quántica, en ciencia multidimensional, en ciencia fractal, en ciencia
conciencial, en ciencia tetrádica andina… (¿Me pregunto si los meritocráticos
de la SENESCYT, alguna vez habrán escuchado estos términos y demás neologismos
que estamos anotando en este artículo, especialmente las categorías andinas del
YACHAY?)
Es que estos PhDs tendrán los conocimientos que manejaron las
culturas vitalistas ancestrales que construyeron las pirámides egipcias y
mayas, consideradas proezas de la arquitectura humana, y en simbiosis con la
naturaleza?
Habrán PhDs en medicina, en la que los médicos sean capaces
de manejar integrativamente: medicina orgánica, medicina psicológica, medicina
energética, medicina herbolaria, medicina astronómica, etc., como por ejemplo
eran capaces los médicos del tawantinsuyo? Médicos que realizaban operaciones
craneales, prótesis, incrustaciones de jade en los dientes para curar caries,
limpieza y alineamiento de los centros de energía (chakras), terapias
psicoactivas con plantas de poder (ayawaska, wachuma), terapias respiratorias
de hiperventilación para conectarse a memorias pasadas, terapias de la
conciencia o espirituales para abrirse a otros campos dimensionales, etc. Para
ello manejaban principios entrópicos y sintrópicos, lo que les permitía un
manejo equilibrado de las energías.
Estos PhDs manejarán agricultura biológica para producir
orgánicamente y generar una gran producción utilizando sistemas rotatorios. Se
investigarán los conocimientos y las experiencias del “padre” de la agricultura
biológica el japonés Masanobu Fukuoka, el cual obtenía grandes y ricas
producciones sin utilizar químicos de ninguna clase? Aprenderán a utilizar
tecnologías (como los camellones, waru warus, chinampas, la chakitaklla) para
producir alimentos nutritivos, guardando homeostasis con la naturaleza. Por
cierto, los pueblos andinos ancestrales -fueron de los pocos en el mundo- que
terminaron totalmente con la pobreza. ¿Podrán hacer lo mismo?
¡Más ironía¡
Entonces, hay una gran diferencia entre meritocracia y
sabiduría, en el mundo hay algunos meritocráticos pero pocos sabios. Hay gente
con mucha información pero muy pocos con cosmocimiento. Lo que este país y el
mundo necesita, no son más PhDs sino yachaks,
amawtas, como los antiguos sabios de
los Andes y de otras culturas tradicionales de raigambre vitalística y cósmica.
No se necesitan más cabezas racionalistas-positivistas-ilustradas sino seres
integrales con un profundo amor (filhos)
a la sabiduría (sophos). No más
títulos deshumanizados y desnaturalizados sino seres humanos sistémicos,
quánticos, profundos, totales.
EDUCACION
PARA LA MUERTE y EDUCACION DE LA VIDA
“Lo único que interfiere con mi aprendizaje es mi educación.”
Albert Einstein
Albert Einstein
En nuestras escuelas todavía se siguen enseñando que: el
mundo se divide en seres vivos y seres inertes, cuando la quántica ha
demostrado que todo está vivo. En el colegio se sigue diciendo que la ley de la
causalidad es una de las leyes fundamentales de la vida, cuando ésta solo es
válida a nivel material pues a un nivel quántico no funciona. En la universidad
se sigue enseñando solo medicina sintomática cuando las medicinas naturales del
cuarto mundo (paralelas, alternativas, dulces) son las que más van creciendo en
el primer mundo. Etc., etc.
La medicina occidental o alopática tiene como propósito
fundamental el matar a las bacterias,
los virus, los microorganismos, los síntomas, las enfermedades, etc. La
agricultura moderna de igual manera pone su razón de existir en matar las malas hierbas, los hongos, las
plagas, etc. Y así sucesivamente, el objetivo de la ciencia moderna
primermundista es matar a ciertas formas de vida en ventaja de otras formas de
vida, bajo el criterio darwiniano de favorecer a los más evolucionados o más
fuertes; como de igual manera se lo aplica a nivel social (darwinismo social).
“Este es el caso más claro de cómo procede el discurso científico de la
modernidad, no sólo en medicina, sino también en desarrollo rural: mata las
culturas para, cuando tiene éxito, producir un simulacro grotesco de sí mismo.”
(1)
No es posible matar la vida, y cuando intentan matar ciertas
bacterias lo único que están haciendo es mutar los virus, los cuales cada vez
se hacen más fuertes. Ningún científico ha logrado matar a ninguna bacteria,
pues ésta simplemente ha cambiado de forma, haciéndose más resistente y emergiendo
desde otra condición. De ahí, que cada vez aparecen más enfermedades mucho más
malignas y más mortales, lo que revela el gran fracaso de la medicina para la
muerte. Hoy en el mundo entero, especialmente en los países industrializados o
alopáticos (EEUU y Europa) la gente está buscando otras medicinas, siendo las
naturales las más buscadas, entre ellas la andina. Hay muchos sanadores andinos
que viajan permanentemente a Occidente llevando sus medicinas naturales. ¿Ha
hecho algo el gobierno de Correa para promover el estudio y difusión de la
medicina andina? ¿El proyecto YACHAY impulsará una Facultad de Medicina Andina?
No creo, si hoy más bien quieren cerrar la Amawtay Wasi porque no tiene la
acreditación dentro de las lógicas del primer mundo. ¡Viva la revolución del
socialismo del siglo XXI¡
A nivel de la agricultura y la ganadería pasa exactamente lo
mismo, cuando se utiliza una serie de “maticidas” (pesticidas, bactericidas,
herbicidas, insecticidas, plaguicidas, etc.),
que lo único que hacen es debilitar la armonía natural. Si bien una
parte de las bacterias se mueren otras sacan ventaja por otro lado, y lo más
lamentable es que paulatinamente se va debilitando la tierra. Después lo único
que tenemos como alimento, es una serie de vegetales que tienen una apariencia
de “grandes” y “bonitos” por fuera, pero que al interior están constituidos de
una serie de “maticidas” y de productos químicos recesivos para los seres
humanos. Con la consecuente cantidad de “enfermedades de civilización” que han
surgido (1500 nuevas enfermedades según un conteo que hizo Arthur Jorés: El
hombre y su enfermedad: Fundamentos de una medicina antropológica.). ¿Necesitamos
más enfermedades para convencernos?
Por el contrario, “las tecnologías indígenas, en general, son
tecnologías sintrópicas; es decir, intensivas en mano de obra y extremadamente
eficientes en el uso de la energía. Víctor Manuel Toledo ha demostrado
cómo, para producir 2 out puts de energía, la agricultura
americana necesita meter 9 in puts de petróleo, como abonos, pesticidas,
diesel, etc. versus 4 in puts
y 15 out puts, en la agricultura
de policultivos de los Tsembaya de Nueva Guinea, considerados los agricultores
más primitivos del mundo, desde el punto de vista del capitalismo, pero los más
eficaces desde el punto de vista de la eficiencia energética.
Pero, además, es que las tecnologías amerindias, por ello mismo, son integrales.
Por ejemplo, una andenería está, al mismo tiempo, creando suelo agrícola, donde
no lo había, dado el escaso humus en pendiente; está regulando el clima (la
única tecnología eficaz contra heladas y granizadas) gracias al efecto de
turbulencia que produce el escalonamiento de la pendiente y gracias al efecto
térmico que produce la piedra de la andenería, al conservar el calor del día
durante la noche. El sistema de canales no sólo regula el uso del agua, sino
que la almacena en los acuíferos del cerro, mantiene llenos los manantiales y
los dosifica y distribuye en todo el espacio cultivado en la ladera.” (5)
En consecuencia, de qué sirve la gran cantidad de
infraestructura médica que está construyendo la “revolución ciudadana”, si
seguimos en la medicina para la muerte, y no pasamos a una medicina de la vida,
pero principalmente a una comunidad de la vida (sumakawsay). Una medicina que
se preocupa de fortalecer el sistema inmunológico, de fortalecer las defensas,
de cambiar la alimentación, de modificar las creencias, de despertar la
conciencia, etc. Dando prioridad a una medicina natural, homeopática,
bioenergética, osteopática, conciencial, etc., para enfocar la curación y la
sanación desde otros lineamientos. Es decir, necesitamos cambiar el paradigma
de combatir (matar) el síntoma o la enfermedad por el de ocuparse del enfermo y
su tipo de vida (Hipócrates). Una medicina preventiva en la vida y no una
medicina sintomática para la muerte. Esa la gran disociación irreconciliable entre
estos dos sistemas-mundos, a todo nivel.
Un pueblo es más sano, no porque más se cura sino porque
menos se enferma. Cuando en una sociedad hay necesidad de más hospitales es
porque está más enferma. Y a eso le llaman desarrollo, a la cantidad de
hospitales que tiene un país. Cuando debería ser al contrario, medir por que la
población necesita menos atención médica ya que está más saludable. Entonces, ¿dónde
está la salud? No en los medicamentos sino en el estilo de vida, en el sistema
armónico o desarmónico con la naturaleza. Los millones de dólares que viene
invirtiendo este gobierno los podría destinar a educar e incentivar otra vida,
pero lo que hace este gobierno -a todo nivel-, es la política de
perfeccionamiento del sistema, no quiere cambiar el sistema sino hacerlo más
eficiente. La excelencia de ese sistema, será en que cada vez haya más enfermos
a quien atender y no en que disminuyan los enfermos. Y consecuentemente habrá
necesidad de construir más hospitales y así sucesivamente.
¿El gobierno de Correa ha hecho algo al respecto o más bien
está arrepentido de haber introducido los derechos de la naturaleza en la
Constitución Política? ¿Es eso soberanía alimentaria (transgénicos) y medicina
de calidad para todos?
LA LEX Y EL LOGOS
Todo esto viene de la visión reductiva o especialista
impuesta por la civilización para la muerte (no hay cultura para la muerte pues
sería un anacronismo), la cual funciona dentro de las categorías de:
competencia, rentabilidad, conquista, triunfo, ganancia, éxito, poder, fama,
etc. Y de la cual tampoco se han escapado los países socialistas (China, Corea
del Norte, etc.) y los gobiernos de izquierda (capitalismo de Estado) que
funcionan también dentro de la lógica de consumo, a pesar de sus discursos
marxistas de igualdad. “¿Quién podría haber imaginado hace unos años que
partidos y gobiernos considerados progresistas o de izquierda abandonarían la
defensa de los derechos humanos más básicos, por ejemplo el derecho a la vida,
al trabajo y a la libertad de expresión y de asociación, en nombre de los
imperativos del “desarrollo”? ¿Acaso no fue a través de la defensa de esos
derechos que consiguieron el apoyo popular y llegaron al poder? ¿Qué ocurre
para que el poder, una vez conquistado, vire tan fácil y violentamente en contra
de quienes lucharon por encumbrar ese poder? ¿Por qué razón, siendo el poder de
las mayorías más pobres, es ejercido en favor de las minorías más ricas? ¿Por
qué es que, en este aspecto, es cada vez es más difícil distinguir entre los
países del Norte y los países del Sur?.” (6)
El estereotipo geocéntrico monista se maneja por el concepto
de que la naturaleza y la vida en general, están en estado salvaje o bruto y
que hay que ayudarle a desarrollar o evolucionar, empezando por el ser humano
inferior o atrasado o subdesarrollado (tercer y cuarto mundo). Para lo cual han
generado un mundo de domesticación para proceder a domar, uniformar y
homogenizar a todo cuanto hay en la vida; tal como es la producción en serie
que es más rentable. “Por ejemplo, en Ordenamiento territorial los
desarrollistas buscan territorios homogéneos y contiguos (los aymaras, en
cambio, buscan la complementariedad eco-simbiótica discontinua); en agricultura
se busca el monocultivo, las plantaciones (los aymaras, los policultivos, la simbiosis
interzonal)” (5)
Los civilizadores y evangelizadores empezaron con los
animales y las plantas “salvajes”, para luego lanzarse contra las sociedades
humanas “bárbaras y salvajes”, y finalmente con los “países atrasados y
subdesarrollados” del mundo entero. Todos los cuales para ser considerados
desarrollados y civilizados, deben dedicarse como zombis a profundizar y
perfeccionar la ciencia y estilo de vida de la matanza primermundista. No olvidemos
que sus formas de diversión siguen esos mismos esquemas, desde las corridas de
toros, las peleas de gallos, la pesca deportiva, hasta las modernas formas
electrónicas en que los chicos se divierten matando a salvajes, indios,
comunistas, homosexuales, delincuentes, guerrilleros, musulmanes, monstruos,
hechiceros, etc. Algunos de los cuales
se toman tan en serio, que luego salen y matan a sus compañeros de clase y a
sus profesores. Hecho que se da frecuentemente en los países desarrollados. Y
así por el estilo: la santa inquisición, las cruzadas, la conquista del mundo,
las guerras mundiales en Occidente, las invasiones permanentes, etc., etc.
Paradigma piramidalista que tiene su estructura,
solidificación y consolidación desde la visión normativista de los romanos y la
intelectualista de los griegos clásicos. Los primeros creían que la solución a
los males de la humanidad estaba en establecer normas y reglas, las que debían
ser obedecidas por los esclavos y dirigidas por los elegidos por dios para
gobernarles. El derecho moderno tiene sus raíces en el derecho romano, quienes
tenían como modus operandi de acción
social a las leyes humanas como centro de su sistema de funcionamiento y
convivencia. Los romanos creían que cuando se logren perfeccionar las normas,
la sociedad funcionaría de la misma manera. ¿Neo-constitucionalismo, es la
emancipación de hoy en día, señor Correa, Cordero…? "El presidente Rafael
Correa, a su ingreso a la cita, dijo que se requiere coordinar con el bloque
legislativo porque ahora se tiene que funcionar como “reloj suizo” ante la mayoría
que tendrá el bloque de AP. “Tenemos que ir a toda máquina para la patria nueva,
para la patria de todas y todos, y que esa patria sea irreversible”, afirmó.
Tomado de EL UNIVERSO (4-4-13)
Por su parte, los griegos no creían en los preceptos sino en
los conceptos, y creían que el problema era de métodos, técnicas, teorías,
ideas. Si se lograban ideas brillantes, iluminadas, divinas, se encontrarían
las respuestas a la irracionalidad, ignorancia y debilidad humana que existe
por naturaleza. Es decir, en la vida había ciertas mentes excepcionales
(meritocracia), las cuales debían crear los valores, axiomas, y formas bajo las
cuales el pueblo ignorante debía dirigirse. El perfeccionamiento se conseguiría
cuando surjan más hombres (no: mujeres) capaces de inventar las soluciones más
grandiosas para acabar con las formas primarias, elementales e instintivas del
ser humano. Todo simplemente se resolvía en la cabeza, y todo dependía de las
ideas (intelectualismo), y las ideas eran producto de genios o enviados de dios
(excelencia), los que se encargarían de conducir al rebaño de infieles e ignorantes.
Ya lo decía Aristóteles, el esclavismo es necesario e imprescindible de que
unos sirvan a otros. Y desde ahí (2500 años) no ha cambiado nada, los hijos de
Aristóteles se siguen empeñando en perfeccionar el sistema.
Todos los cambios que se han dado, han sido formales pues la
raíz se ha mantenido intacta. Todo el proceso histórico ha estado determinado
por los mismos esquemas estructurales que la diseñaron, y que lo único que nos
han conducido es a pasar de dogma en dogma, de ley en ley, de creencia en
creencia, de filosofía en filosofía, de método en método, de ciencia en
ciencia, de política en política, etc. y no han logrado resolver los asuntos
fundamentales del ser humano, sino más bien los han ido ahondado. Llegando al
límite de la crisis actual en la que la sobrevivencia de la especie humana está
en peligro por causas antrópicas (del hombre del primer y segundo mundo, y no
del tercero y cuarto mundo), algo que no se había visto nunca en toda la
historia humana. Hoy hay tal cantidad de bombas que podríamos desaparecer casi
todos. Así de real. De ahí que el sumakawsay “Hasta el momento, es el único
discurso y práctica coherente que puede detener las derivas predatorias e
inhumanas de la acumulación capitalista, que al ritmo que avanzan se convierten
en una amenaza para la vida humana sobre el planeta.” (2)
En resumen, se sigue haciendo lo mismo, siguiendo los mismos postulados
y patrones, solo se hacen cambios formales (tecnológicos, legales). Lo único
que tratan es de mejorar o desarrollar o
perfeccionar los mismos presupuestos, lógicas, conceptos, métodos del paradigma
piramidalista. Es decir, se sigue creyendo que el mundo necesita más y mejor
primermundismo, cuando de lo que se trata es de cambiar todos los mitos
fundacionales del modelo civilizatorio monódico. No más reacomodos ni reajustes
ni intro-revoluciones a la misma visión mecanicista, materialista,
racionalista, reduccionista; sino el de transgredir (Pachakutik) y cuestionar a todas sus estructuras y bases, para
desde ahí emerger algo totalmente diferente. Y ese es el sumakawsay, una
alter-nativa que parte desde otros valores, percepciones, categorías, sentires
a mirar la realidad de la naturaleza y la naturaleza de la realidad. Esa es una
revolución paradigmática y no solo una revolución tecnomórfica y meritocrática
para ponerse en la cola del primermundismo.
El servilismo académico continúa…
LA CONTRA-REVOLUCION
EDUCATIVA DE LA “REVOLUCION CIUDADANA”
“No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo.”
Albert Einstein
Albert Einstein
De acuerdo a todo lo que hemos anotado, de que sirve que el
socialismo del siglo XXI venga haciendo una “revolución educativa”: construyendo
establecimientos educativos con moderna tecnología, integrando a muchos
sectores excluidos o incorporando a pueblos siempre marginados; pero cuya “educación
de calidad” es la excelencia de la depredación, de la elitización, de la
especialización, de la tecnomorfización... Lo que significa que el remedio es
peor que la enfermedad, y en ese caso es mejor que sigan olvidados hasta que
haya otra educación, o hasta que los otros estén listos para aprender de los yachaks.
Concreta y claramente, lo único que quieren es seguir
plagiando excelsamente a los esquemas, moldes y dogmas del primer mundo, cuando
las respuestas están en el cuarto mundo (¡Qué mentalidad¡, dirá Correa). Resulta
casi imposible que esta meritocracia pueda entender que, “para una era
tecnológica de tipo simbionómico como la que hemos empezado a gatear. Los Andes
tienen el know how operativo de cómo
funciona una sociedad en el continuo biosférico.” (1) Este es el elemento clave
a entender si queremos realmente un cambio, repetimos una vez más: las
soluciones a la crisis global solo pueden venir de paradigmas anti-piramidalistas,
y las alter-nativas están en el cuarto mundo, en los atrasados, ignorantes y
ultrasubdesarrollados. ¡Qué increíble¡
Para ello, una profunda revolución educativa y política de
tipo paradigmática espiralada (Pachakutik) es fundamental. “Una alternativa de
crítica y salida, en cierto sentido, de la forma capitalista de desarrollo
implica el fortalecimiento y la vuelta a sociedades agrarias, es decir, a
tiempos cíclicos. En algunos territorios existen todavía estas condiciones, que
siguen siendo asediadas por expansión del capitalismo. En la vía del horizonte
agraria hay que tener en cuenta que esto se basa en la posesión colectiva de la
tierra, que a su vez es la condición de posibilidad de un gobierno colectivo,
inclusivo y deliberativo como forma de dirección de lo social.” (7) En palabras
concretas y directas: Vivir bajo los principios de la naturaleza o contra ella.
Vivir guiados por el paradigma quántico-matricial-espiral-complementario, o el
mecanicista-materialista-reduccionista-racionalista. No hay que darle tantas
vueltas ni buscar tantas explicaciones. Más primer mundo o cuarto mundo, así de
simple.
Por lo tanto, necesitamos pasar de una “revolución ciudadana”
a un Pachakutik, donde la Pacha sea
lo primero, si queremos una revolución total y raigal; pero más
que todo, para salvaguardar la sobrevivencia de la especie humana. Si creemos
que el problema es solamente de más producción y más redistribución, será
reducirlo a un asunto económico, lo cual nos conducirá a repetir las mismas
cadenas de crisis que hemos vivido. Será quedarse en las ramas y no ir al
asunto de fondo, que no es solamente la propiedad de los medios e instrumentos
de producción sino el tipo de relación con la naturaleza, es decir, con la
vida. Si la relación sigue siendo utilitaria y sacrílega seguiremos en el
círculo vicioso platónico-cristiano-newtoniano de más 2000 años y por ende el
ahondamiento de la crisis y el sufrimiento. Cualquiera diría que es suficiente
2000 años para no seguir dándose con la misma piedra, pero para la Academia y
el “Animal Político” todo esto es una herejía e idolatría, y nos acusarán de
retroceso, estancamiento, involución, ignorancia, infantilismo…
Los socialistas del siglo XXI argumentan que necesitan dinero
para sus obras sociales (educación, salud, vivienda, bono), es decir, más
recursos para aumentar la dependencia, el paternalismo, el clientelismo, el
mesianismo ("como curuchupa y medio que soy, estoy muy emocionado" de
que por primera vez un latinoamericano haya sido elegido Papa, Presidente
Correa). Cuando lo interesante sería que el pueblo organizado colectivamente
vele por todas esas obras sociales y no reciba dádivas ni del Estado, ni del
Gran Capital, ni de las damas e iglesias de la caridad. A través de una
economía comunitaria, “equitable”, recíproca, y estable, como la que admiraron
los conquistadores y la mantuvieron por más de 300 años dados los resultados
extraordinarios, aunque -en este caso- los beneficios solo eran para la
monarquía española.
Pero supongamos que es loable esa idea del extractivismo
minero para financiar dichas obras sociales. ¿Quiénes son los que van a comprar
todos esos metales? Serán las grandes transnacionales, las cuales a su vez nos
traerán nuevos productos o renovarán los mismos productos, conduciéndonos a
aumentar la dependencia y el consumismo. Todo ello a pretexto de insertarnos al
desarrollo y a la modernidad, pero que al final toda la plata de los recursos
naturales se irán a los bolsillos del gran capital primermundista. Dicho de
otra forma, las transnacionales compran nuestros metales y les entregan dinero
al Estado, a su vez éste compra productos refinados y terminados que elaboran
las trasnacionales, los que a su vez recuperan los dineros entregados al
Estado, con lo que habremos perdido nuestros recursos y no se habrá acabado la
pobreza y seguiremos en el mismo círculo vicioso. En otras palabras, el pueblo
consumista se “comió” todo y el capital en los bolsillos de los mismos de
siempre.
Tal como ha pasado con el petróleo, bajo el mismo discurso
del desarrollo y del progreso. Todo lo que ha ingresado por petróleo en los
gobiernos anteriores y en el gobierno de Correa ha ido a parar en su gran
mayoría a los grupos monopólicos nacionales e internacionales. Cada dólar que
entra a las arcas del Estado, el gobierno lo destina a pagar a la burocracia y
para construir obras. Todos los cuales compran productos, insumos, mercancías a
las grandes empresas y a los pequeños negocios. El petróleo se transforma en
bienes y en capital, éste último se queda principalmente en las grandes
compañías transnacionales, una partecita va para las medianas y las pequeñas
empresas nacionales, y tan solo unas pocas migajas para el pueblo.
Otros dirán que hay que generar materia elaborada o productos
finales para exportar. Pero, quienes pueden invertir en algo así? El gran
capital nacional y el transnacional, los cuales tendrán ganancias fabulosas
para ellos, residuos para el pueblo trabajador y bonos para los miserables. En
definitiva, nuestras “fuentes de vida” pasarán a la larga a hacerse capital de
un pequeño grupo que controla el mercado mundial, y no se habrá acabado la
pobreza. Simplemente el dinero para pagar la megaminería salió del gran
capital, se dio la vuelta y regreso a ellos mismos, y nosotros con una mano
adelante y otra mano atrás, como ha sucedido en todo el mundo sin que haya
ningún ejemplo contrario. ¡Viva la revolución ciudadana!
Por otro lado, ¿quiénes están en capacidad de comprar esos
productos? Los países y personas ricas, con lo cual se sigue fomentando el
consumismo y por ende el efecto invernadero, y así un torbellino de nunca
acabar. Ese el mismo cuento de siempre, como aquel cuento del nuevo traje del
emperador, nos harán creer que traen el capitalismo verde, el desarrollo local,
el crecimiento sostenible, y las nuevas teorías (modas) que se inventarán a
medida que la situación se complique más. Nos querrán poner nuevos trajes,
cuando en el fondo estamos desnudos pero nos harán creer que tenemos nuevos y
más lindos trajes, y muchos les creerán gracias a la gran propaganda
publicitaria del gobierno y del sistema.
UNA
RESPUESTA GLOBAL A LA CRISIS TOTAL
“Vivimos en el mundo cuando amamos.
Sólo una vida vivida para los demás merece la pena ser vivida.”
Albert Einstein
Sólo una vida vivida para los demás merece la pena ser vivida.”
Albert Einstein
¿Cuál sería otro paradigma totalmente diferente al
civilizatorio y sus principios? Sencillamente el principio de las armonías y de
los equilibrios (tetrádica o tawantin).
La armonía natural de complementarios es la simple, concreta y práctica
realidad de cómo vive la naturaleza, es decir, la vida. Al entenderlo así, todo
cambia. Cambia la ciencia, la tecnología, la educación, la epistemología, la
axiología, la espiritualidad, todo. Al cambiar el tipo de concepción y de
relación con la naturaleza, se cambia la medicina, la agricultura, la justicia,
la economía, la política... Las cuales ahora se estructuran y funcionan desde
otros fundamentos y dan origen a otro sistema, desde su raíz. No se trata solo
de cambiar la relación entre los hombres, sino, primero y principalmente, la
relación del hombre con la naturaleza. Cuando cambie la relación con la
naturaleza cambia el hombre y no al revés. Es decir, cuando haya un cambio de
conciencia habrá un cambio total y verdadero. De ahí el gran fracaso de todas las revoluciones sociales
que hemos vivido. Necesitamos el Pachakutik,
una revolución natural (naturalización). Regresar a ser hijos respetuosos de la
Pacha sagrada para merecer otra vida. Y eso es el sumakawsay.
Pero ahora, muy sutilmente y a pretexto de interculturalidad
(se actualizan rápidamente), “el Banco Mundial y la cooperación internacional
al desarrollo, intentan convertir a esta noción del Sumak Kawsay, en una nueva
variante del “etnodesarrollo”, mientras que los gobiernos de la región no dudan
en adscribir el texto siempre y cuando no interfiera con el contexto de la
acumulación del capital. Esto puede verse en la reciente Estrategia Asistencia
País entre el Banco Mundial y el gobierno de Bolivia, para el periodo
2010-2011, en donde el Banco Mundial intenta pasar su agenda posneoliberal de
privatizaciones territoriales y construcción del Estado de derecho, como parte
del proceso del Buen Vivir. Es fundamental, entonces, demarcar territorios con
el Banco Mundial y con la cooperación internacional del desarrollo, que pueden
convertir a la propuesta del Sumak Kawsay, en un dispositivo ideológico que
pueda reforzar sus mecanismos de colonización y acumulación de capital. (2)
Por lo que debemos estar alertas y precisos para no dejarnos
envolver en los mismos cantos de sirena, antes se decía extirpación de
idolatrías hoy extirpación de la pobreza, es la misma estrategia endémica, con
nuevos ropajes nada más. De ahí que es importante un cambio radical y de raíz, un
trastrocamiento general que lleve a reordenar todo: otra arquitectura, otra
producción, otro ordenamiento territorial, otra tecnología, otra ciencia, otra
familia… Es decir, otra y diferente manera de pensar, de ser, de estar, de
existir, frente a la actual. Y para ello lo básico será una nueva educación,
una educación de la vida, una educación que despierta la conciencia, no para
repetir teorías, dogmas, creencias, de izquierda o de derecha. Una educación de
autoeducación, de activación de las potencialidades, de alumbramiento de los
talentos ya existentes dentro de un formato de características sinestésicas. Es
decir, de partir de que el cosmocimiento ya está en nosotros, de que nosotros
somos el cosmocimiento, que la sabiduría está en la vida, en la naturaleza.
Todo lo contrario a la visión actual en que se cree que el conocimiento está
fuera de nosotros, en los libros, en los otros países, en las teorías (visión
dialéctica piramidalista).
Todos los grandes maestros de todas las culturas del mundo lo
han repetido tantas veces pero no lo entendemos. Todos han señalado que ya lo
tenemos todo, que somos el todo y solo tenemos que reconocerlo, activarlo y
vivirlo. Si no somos capaces de comprender esto, no habrá cambio, no habrá otro
mundo, otro sistema. Y eso se llama despertar de la conciencia, guiada por la
armonía como ley de vida. Y esto es el Sumakawsay, que no es el Buen Vivir de
los socialistas del siglo XXI sino el milenario Arte de Vivir en Plenitud
Armónica.
Todo esto nos lleva a replantear y reformular la noción de la
pobreza y de la riqueza. La riqueza no es principalmente económica ni debe ser
el centro de la vida. La economía es un medio y no un fin en sí mismo. El
“modelo de producción de riqueza indefinida, al interior de Occidente, no ha
sido contestado por nadie, es decir, ni por liberales, ni por los socialistas.
Estos últimos han contribuido, más bien, al perfeccionamiento del sistema
introduciendo el concepto de “Justa redistribución de la riqueza”, a través de
los sindicatos y la socialdemocracia… Es decir, el tener se convierte en un
valor por sí mismo. Pareciera que el hombre occidental se comporta como si
hubiese identificado “felicidad” con “riqueza”; que sus motivaciones son
fundamentalmente económicas y, es más, que satisface otras necesidades a
través, empero, de la riqueza. El reduccionismo científico se traduce en un
reduccionismo axiológico.” (1)
En este sentido, la principal riqueza es ecológica, es la
madre naturaleza que nos contiene, sostiene y mantiene. Sin ella no somos nada.
¿Quiénes son ricos? Aquellos pueblos que viven en armonía con la naturaleza, y
los pobres, son aquellos más plásticos y más robotizados. El consumismo, el
derroche, la materialidad, la frivolidad, la banalidad es pobreza; la
simplicidad, la mesura, el equilibrio, la naturalidad, la rusticidad es
riqueza. “Por ello es fundamental abandonar y disputar esa noción de sentido
que quiere hacer de la pobreza un fenómeno estrictamente económico, en especial
el baremo del Banco Mundial del dólar diario. La noción del Sumak Kawsay pone a
la pobreza en coordenadas diferentes a las económicas: las sitúa en un contexto
político, en donde la pobreza económica es la expresión del control político de
la escasez.” (2)
Es decir, nuestro propósito no será mecanizarnos o
civilizarnos más, sino naturalizarnos o vitalizarnos en un camino de vida por re-encontrar
armonía y equilibrio general en cada acto de nuestra existencia (sabiduría).
Esto no quiere decir vivir sin tecnología, quiere decir vivir con una
tecnología simbiótica con la naturaleza y en contrapartida a la actual
tecnología y ciencia depredadora, como lo hicieron los pueblos antiguos y que
hicieron grandes obras monumentales. “No significa esto un regreso a las
nociones de “buen salvaje” de la Ilustración europea del siglo XVIII, sino una
consideración diferente con respecto a la naturaleza. Una sociedad puede llegar
a ser altamente tecnológica y productiva, integrando a la naturaleza a su
propia dinámica interna.” (2) Tal como lo demuestran las maravillas
arquitectónicas que el conquistador no pudo destruir, y que para ello fue necesario
un gran cosmocimiento, técnicas y métodos de alta ingeniería y urbanismo
(ciencia cósmica).
Por lo tanto, no es el hombre el centro de la vida
(socialismo), y peor el capital (capitalismo), es la vida en su conjunto
(vitalismo o Kawsay en Kichwa). Quién sostiene al ser humano es la naturaleza y
no al revés. “Los seres humanos somos un desarrollo derivado de la Tierra.
Ella: Gaia, Pachamama… es lo básico y primordial. Por tanto, todo lo humano
debe reflejar la primacía de la Tierra. Por ejemplo, la economía debe tener
como primera prioridad el bienestar económico del planeta. Mientras la economía
planetaria se base en la reciprocidad básica que rige la Vida, los humanos no
tendrán que preocuparse. La Tierra producirá y tendremos suficiente. Lo fundamental
es la Tierra, no el Hombre. He aquí el viraje cosmológico que tenemos que
llevar a cabo los hijos de Abraham... Los occidentales tenemos que pasar del
punto a la red: volver a ser sistémicos: sabernos parte del sistema vida. Hay
que volver a cultivar el animismo judeo-cristiano: la mística ecológica
cristiana, la kabbalah judía: recuperar todas las herejías reprimidas que
reclamaban la Paridad.” (5)
Siendo ese el desafío para esta humanidad, el de satisfacer
sus necesidades pero sin alterar la estabilidad de la vida. Es comprender, que
no se trata de ser ricos dentro de claustros y en medio de desiertos cada vez
más grandes (efecto invernadero). Eso es pobreza. La riqueza, es vivir
respetando la naturaleza, es decir, en conjunción con los ciclos, períodos,
formas, estructuras de la naturaleza, las cuales se ajustan a principios y
leyes de reciprocidad, complementariedad, correspondencia, integralidad,
alternabilidad, ciclicidad, estabilidad. Todo lo contrario a los esquemas de
hoy: competencia, rentabilidad, eficiencia, desarrollo, progreso, excelencia.
Hay una gran diferencia entre Vivir Mejor Y Vivir Bien a costa de los demás y
de la naturaleza, y Vivir en Armonía con los demás y con la naturaleza.
Esa es la revolución educativa de hoy en día, es una
revolución de conciencia, no principalmente económica sino trasgresora de los
valores y del tipo de relación con la naturaleza, es decir, con la madre vida
(la Matria y no la Patria). Es una revolución de humildad para mirar con
sacralidad a la Pachamama (¡Basta de curuchupas (Derechas) y de pachamamistas
(Izquierdas)¡). Es una revolución de respeto, para no cuidar de la naturaleza
(ecologismo) y peor para explotarla (capitalismo neoliberal y extractivismo de
Estado) sino para respetarla (complejidad). Lo cual empieza por aprender a
respetarse a sí mismo, quién no respeta a los otros, sea naturaleza humana o
extra-humana, no respeta realmente nada. No es una revolución ecológica, es
mucho más que eso, es una revolución espiritual o conciencial, es una revolución
de integralidad y totalidad, para una vida plena y armónica (sumakawsay).
Los abuelos y abuelas de sabiduría nos están esperando en los
YACHAY WASI para compartirnos todos
sus saberes sagrados milenarios. Para ello solo se necesita: humildad y co-razón…
(1) Javier
Medina, Mirar con los dos ojos.
(2) Pablo
Dávalos, Sumak Kawsay (La Vida en Plenitud)
(3) Josef
Estermann, Filosofía Andina
(4) Reynaldo
Vilela, Complementarismo Andino y Modernismo
(5) Javier
Medina, El contexto cosmológico para pensar nuestras políticas públicas.
(6) Bonaventura de Souza, Octava carta a las
izquierdas.
(7) Luis Tapia,
El tiempo histórico del desarrollo.
Atawallpa Oviedo Freire
Multiversidad “Yachay Wasi”
Multiversidad “Yachay Wasi”
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