La nueva Coordinadora Nacional de Pachakutik Fanny Campos ha
señalado que -entre otras- de las condiciones o cualidades por la que ella fue
elegida, es que “Pachakutik
está dando espacio a una mujer, más cuando soy mestiza.” (Diario Hoy 18-08-13). Nos alegramos que
una mujer esté al frente pero el solo hecho de ser mujer no asegura nada per se. Aquí es importante tomar en
cuenta lo que señala Casilda Rodrigañez al hablar de la mujer patriarcal, o Claudio Naranjo de la mente patriarcal en varones y mujeres, o lo que popularmente se
llama las machorras. Después de 5000 años de patriarcalismo la mayoría de
mujeres de occidente y las occidentalizadas son mujeres patriarcales ó machorras
con mente patriarcal.
Como bien señala Simone de Beauvoir “no se nace mujer se
llega a serlo”. Al respecto hay muchos casos en el mundo que confirman lo
anotado, por ejemplo recientemente se difundía como noticia internacional el
caso de algunas mujeres en Albania, Macedonia, Kosovo, Serbia y Montenegro que decidían
dejar de ser mujeres firmando lo que se denomina “virgen jurada” siguiendo el
Código Patriarcal de Lekë Dukagjinit, muy similar al Código de Hammurabi. “El
juramento normalmente se toma en frente de los ancianos del pueblo, o puede
hacerse en privado, cortándose el cabello y empezando a utilizar ropa de
hombre. Una vez que el juramento se toma, la mujer se convierte en hombre ante
los ojos de la sociedad y se libera de las limitaciones que el sexo femenino
tiene.” Estas mujeres a través de los años devienen hombres en su apariencia
física y demás situaciones. O a la inversa, el caso de hombres afeminados que
han existido históricamente en todo el mundo, y que actualmente se operan o se
hacen cirugías para parecer más mujeres de lo que ya son.
En este sentido, la mujer es mujer cuando vive, siente y
piensa como fémina, en su condición integral. Esto quiere decir que hay mujeres
que pueden ser físicamente muy femeninas pero que piensan patriarcalmente, y
así diferentes casos dentro de estos márgenes. Actualmente hay muchas mujeres
en sitios de poder (Merkel) pero que son totalmente patriarcales. En el caso
del Ecuador, hay ahora algunas ministras
y las tres primeras dirigentes de la Asamblea Nacional son mujeres, lo cual es
importante para ir abriendo los espacios, pero esa apertura no puede quedar
ahí, pues nos quedaríamos con machorras en sitios de poder que consolidan el
patriarcalismo vigente.
Pero tampoco es suficiente que hayan mujeres no-patriarcales
sino que además de eso sean también no-civilizatorias, es decir, mujeres
matriciales indígenas. Aquí es fundamental cómo entender lo indígena, como algo
racial ó como una forma de estar en la vida. Desde la patriarquía o
reduccionismo mecanicista es un hecho racial (indígenas, blancos, negros,
mestizos, etc.) pero desde lo matricial o integral complementario es un tipo de
vivencia ajustado a principios holísticos, sistémicos, relacionales. Desde el
colonialismo patriarcal y eurocéntrico la diferencia está en el color de la
piel, en cambio desde lo matricial incluyente y complementario la diferencia
responde al nivel de la conciencia.
El concepto de lo mestizo tiene una raíz civilizatoria, en
la que los conquistadores europeos para diferenciarse de los otros pueblos y
establecer posiciones y jerarquías, debieron recurrir a la creación del
concepto de raza para delimitar lo
que ellos consideraban lo superior e inferior. Hasta antes de la invasión de
los europeos no existía esta categoría social sino surge a partir de la
necesidad de los europeos de pretender justificar su supuesta superioridad y ésta
tendría su origen en la raza. En el “apartheid” de América los españoles
crearon una larga lista de razas: blancos, ladinos, mestizos, sambos, negros,
indios, cholos, etc., en su propósito de segmentar y establecer derechos y
ventajas. Lamentablemente la izquierda
eurocéntrica ha seguido manejándose dentro de estas mismas categorías racistas
y colonialistas, aún más, cuando genéticamente se ha comprobado que solo existe
la raza humana, entonces no pueden haber mestizos entre miembros de una misma
condición genética.
A partir de ello, lo indígena no obedece a un color de piel
sino a una manera de ver el mundo, a una conciencia vital, simbiótica y homeostática
de la vida. De ahí que un ser humano de un origen o etnia particular no asegura
que sea un indígena como tal, como de la misma manera una mujer no es mujer por
nacimiento sino por formación, el indígena no nace así sino que llega a serlo
de acuerdo a su educación y forma de
vida. Por lo tanto como hay mujeres patriarcales y civilizatorias eurocéntricas,
hay indígenas patriarcales envueltos de occidentalidad (identidad occidental).
Machorras y cholos en todo el mundo, empezando por Europa que fueron los
primeros en ser reducidos por la élite domesticadora patriarcal. Esta
diferencia no obedece a rasgos físicos sino a condiciones integrales de vida. Esto
quiere decir que pueden haber indígenas blancos, cobrizos, negros, amarillos;
como machos y machorras vestidos con ponchos, con plumas, con trenzas.
Alguien dirá, no es mestizaje racial sino mestizaje cultural.
La civilización occidental está construida sobre estructuras y parámetros
totalmente inversos y no complementarios de la cultura andina. Son dos
paradigmas y conciencias excluyentes, una de la otra desde todo punto de vista.
El incorporar ciertas tecnologías o técnicas o saberes de otro paradigma dentro
de una matriz, no la anula o la finiquita, solo lo haría como genocidio o
etnocidio. Si la cultura andina incorpora ciertos elementos de la civilización
occidental o viceversa, lo hace en cooptación o absorción a su matriz
primigenia. De ahí que no hay mestizaje cultural, el cual solo puede darse
entre paradigmas con la misma carga raigal, y lo occidental y andino no tiene
puntos de encuentro. La prueba es que en 500 años no se ha dado un “encuentro
de culturas” sino se mantiene el choque entre ellas.
Este análisis es fundamental hacerlo en nuestros tiempos, en
Bolivia se viene dando un debate muy interesante, especialmente a partir de que
el gobierno de Evo Morales introdujo la pregunta en el último censo, si el
censado pertenecía o no a una etnia o comunidad o pueblo, entre cuyas
respuestas no constaban los mestizos, según reclamo de la Derecha y parte de
cierta Izquierda que también apoyaba. Pero irónicamente en el censo del 2001 el
60 % se reconocía como indígena y en este censo del 2012 bajaba al 40 %. Lo que
ha llevado a un profundo análisis de que es lo que está pasando y de lo que se
entiende por comunario, indio, indígena, etc.
Nosotros pensamos y sentimos que debemos salir del apartheid
colonialista y hablar de diferencias por conceptos y modos de vida. Establecer
la diferencia entre categorías concienciales es lo fundamental. Por lo tanto,
cuando un miembro de Pachakutik resalta a lo mestizo significa que NO se está manejando
por categorías andinas-matriciales-complementarias sino por visiones
occidentales-patriarcales-reduccionistas. Ese el problema en las organizaciones
indígenas y de la Izquierda (Derecha e Izquierda es también otra dicotomía
eurocéntrica), que todavía están infectados y afectados por visiones y
conceptos piramidalistas: coloniales, patriarcales, eurocéntricos,
antropocéntricos, materialistas, mecanicistas, racistas, excluyentes, entrópicos,
etc. Si no se limpian de toda esa carga piramidalista, no actuarán dentro de
categorías espiraladas, horizontales, matriciales, complementarias, incluyentes,
simbionómicas, sinérgicas, heterogénicas, etc., que es la esencia de la cultura andina.
El mundo necesita de mujeres y no de machorras, de hombres y
no machos, de mujeres y varones indígenas o seres cósmicos e integrales, en
equilibro entre su lado femenino y masculino, entre su cerebro racional y
creativo, entre su conciencia armónica y complementaria. Para así salir de toda forma de extremismo y de
fundamentalismo que es lo que hemos vivido en estos 5000 años de patriarcalismo
civilizatorio monárquico monoteísta de carácter genocida, etnocida, ecocida,
femicida, etc. Y reinstauar-instaurar un nuevo mundo con hombres y mujeres que
viven la diferencia en forma complementaria y que se respetan mutuamente,
siguiendo el mismo continuum de la
vida, es decir, de la naturaleza.
Atawallpa Oviedo Freire
No hay comentarios:
Publicar un comentario