De Ser Humanidad a Ser Tierra
Los Incas sintetizaron sus principios de vida en la palabra
quechua TAWANTIN (tetralidad o tetraléctica). Incluso denominaron a su inmensa
nación con el nombre de Tawantinsuyu, que significa Unión (Ntin) de las Cuatro
(Tawa) Partes o Regiones (Suyu). La palabra aymara Pusisuyu hace la misma
referencia, pusi es cuatro y suyu es región.
En ambos casos vemos que el cuatro es el eje, lo que nos lleva a
preguntar: ¿es el cuatro un número casual o entraña algo fundamental? ¿Qué llevó a los Inkas a denominarlo así?.
¿Es la única nación que le ha dado importancia al cuatro? La respuesta podría
ser sencilla y profunda: la naturaleza está enmarcada dentro de una estructura
en la que el cuatro es un punto constitutivo referencial: los cuatro elementos,
las cuatro direcciones, las cuatro estaciones, los cuatro cuerpos (corporal,
mental, emocional, espiritual), las cuatro grandes masas (sol, luna, tierra,
océano), las cuatro lunas (llena, menguante, nueva, creciente), etc.
Por su parte, los científicos modernos hablan de que el
código de nuestro ADN está compuesto de sólo cuatro moléculas, llamadas bases:
adenina (A), citosina (C), guanina (G) y timina (T). Dicen que el 99% de nuestro cuerpo está
compuesto de hidrógeno, oxígeno, carbono y calcio. Nuestros cerebros
experimentan cuatro estados de conciencia: vigilia, sueño, sueño sin sueño, y
lucidez cuando estamos empezando a dormirnos o despertarnos. Cuatro estados
principales de conciencia ampliada: Alfa, Beta, Delta y Teta. El cuerpo físico se va conformando a través
de cuatro niveles: células, tejidos, órganos, criaturas. En el cosmos hay
cuatro fuerzas fundamentales: el electromagnetismo, la energía nuclear débil,
la energía nuclear fuerte y la gravedad.
En la cruz de los opuestos (chakana) esta simbolizada la
naturaleza de la vida: arriba-abajo, derecha-izquierda, lo que representa dos
tipos de oposiciones en dos formas, lo que da cuatro representaciones. La
palabra "naturaleza" significa "aquello que nace", y todo
nacimiento en la naturaleza está configurado en la cruz complementaria, la que
establece nuestra existencia física finita tanto en el tiempo como en el
espacio. A este principio, según la situación lo podemos también denominar:
cuádruple, cuadripartito, cuaternidad, tétrada, tetradimensional, tetraléctica, tetraconciencia…
El nawi ollin de los Aztekas
En general todos los pueblos de Amaruka (América) y de todo
el mundo lo entendieron así. Los antiguos habitantes de México lo describieron
en lo que denominaron NAWI OLLIN, que quiere decir: Cuatro Movimientos y está
representada como una cruz con sus cuatro brazos diagonales. Esta cruz es un
símbolo muy ancestral y hace referencia a los cuatro soles o eras vivida,
dentro del movimiento permanente del mundo y de la existencia en general. Se
expresa como un 4 que está siempre moviéndose para dar lugar al 5, la quinta
esencia o el Quinto Sol.
El Nawi Ollin es la energía que todo ser vivo contiene, es
la Energía Creadora que refleja la armonía y equilibrio en todo cuanto existe
en la vida o en la naturaleza. En la tradición nawatl a la energía se le asocia
con la serpiente, considerando el movimiento de la energía en forma ondulante y
tiene una connotación de sagrada. Todo lo contrario a la interpretación que
hicieron los sacerdotes católicos en el pasaje bíblico con la supuesta
tentación que hace la serpiente a Eva. En la tradición judía de la khábala
también se hace referencia a la energía intuitiva representada en la mujer como
un estadio superior, que posteriormente en el mito bíblico sería todo inversado
y amputado dentro de un estereotipo patriarcalista.
En la tradición Maya también hay un símbolo que consta de
cuatro puntos unificados por un quinto, centro de contacto de la Tierra y el
Cielo. La imagen procede de Ek Balam, Ciudad de los Seres con Alas, en Yucatán.
Y también en la leyenda Ometeotl, se hace referencia a la esencia dual de lo
masculino y femenino, la que a través de la primera pareja se desdobló en 4
hijos, entre los cuales encendieron una gran hoguera y de ahí se inició la vida
de nuestro Sol. De acuerdo a la moderna teoría de Einstein, el átomo de
hidrógeno se forma de 2 (+ , -), la cual a su vez se desdobla en 4 para tornarse
en Helio, quedando un residual de masa que al transformarse en energía enciende
la hoguera del Sol.
La Tetractis Griega
Para el filósofo-matemático Pitágoras (580 a.n.e. – 495
a.n.e.) los números también eran cualidades que describían, no solo la naturaleza
del cosmos sino también la naturaleza de cualquier sistema, incluido el ser
humano. El modelo matemático concebido por Pitágoras y conocido como la
Tetractis, es uno de los modelos más importantes que existen en la tradición
occidental. Es un símbolo muy rico, de muchas capas, con una gran cantidad de
significados, relaciones y correspondencias. Pitágoras creía que la naturaleza
de todas las cosas podía ser comprendida y descrita de acuerdo a los poderes
del uno, del dos, del tres y del cuatro, como una secuencia de la creación que
se va revelando. También sostenía que el poder del número diez yace en la
tétrada: si se comienza por la unidad y luego se le añaden los números
sucesivos hasta cuatro, se completa el número diez. De modo que el número formado
por la unidad reside en la década, pero potencialmente en el cuatro. Los
pitagóricos solían invocar a la tetractis como el juramento más exigente: “más
aun, por aquel que dio a nuestra alma la tetractis, origen y raíz de la eterna
naturaleza”.
Más claramente, la tetractis consiste en la adición de los
cuatro primeros números y que da como resultado el número diez: 1+ 2 + 3 + 4 =
10. La tetractis es una palabra griega que significa literalmente “número
cuatro”, sinonimia de quaternión (cuaternario) que se aplicaba a un símbolo
creado también por Pitágoras y que se compone de diez puntos distribuidos en
forma triangular. Pero estos números no son simplemente cuantitativos sino que
también son arquetipos de número: la unidad, la dualidad, la trinidad, y la
cuaternidad. Cada uno vislumbrado como un todo o a su vez como especificidad en
sí mismo y con su propio significado cualitativo.
Los cuatro elementos primarios
El filósofo matemático Empédocles (aprox. 450 A.C.) fue
quien estableció el sistema de los cuatro elementos primarios: fuego, aire,
agua y tierra. Su propuesta se basó simplemente en la observación de las
cualidades del mundo físico, determinado en dos pares de opuestos: húmedo y
seco, caliente y frío. El fuego fue considerado el resultado de la combinación
de lo seco y lo caliente, el aire fue creado de lo caliente y lo húmedo, el
agua de lo frío y lo húmedo, y la tierra de lo frío y lo seco. A cada uno de
los cuatro elementos también los asoció con las cuatro estaciones, considerando
a la tierra como más densa y pesada que el agua (mares, lagos, ríos). Tanto la
tierra como el agua tienen masa y peso, su dirección es hacia abajo y se les ha
asociado con el polo negativo, femenino y pasivo. Sobre la tierra y el agua se
encuentra el aire con su natural movimiento hacia arriba. Y en el aire están
los cielos luminiscentes: el Sol, las estrellas y los planetas, lo que explica
por qué los elementos de aire y fuego han sido asociados con el polo positivo,
masculino y activo.
Medicina de los cuatro humores
Hipócrates por el año 400 a. C. y miembro de la gran escuela
médica de la isla de Kos, ideó la medicina de los cuatro temperamentos o
humores: colérico, melancólico, sanguíneo y flemático. Sistema médico usado
para describir el temperamento, la psique y psicología del ser humano. La
terminología de la medicina griega ha tenido eco hasta la actualidad,
utilizando palabras como flemático, sanguíneo y melancólico para describir el
"temperamento" de alguien o cuando se hace referencia de alguien que
es "temperamental". Algo parecido, es cuando se dice de una persona
que está "en su elemento" o "de buen humor o "de mal humor",
de esta manera estableciendo la relación psicosomática que existe en todo.
La teoría de los cuatro humores o humoral fue adoptada por
los filósofos y físicos de las antiguas culturas griega y romana. La teoría
humoral fue el punto central para los físicos y médicos europeos hasta la
llegada de la medicina moderna a mediados del siglo XIX. La teoría hace
referencia a que el cuerpo humano está lleno de cuatro sustancias básicas,
llamadas humores (líquidos), cuyo equilibrio indica el estado de salud de la
persona. Así, todas las enfermedades y discapacidades resultarían de un exceso
o un déficit de alguno de estos cuatro humores. Estos fueron identificados por
cuatro líquidos: la bilis negra, la bilis, la flema y la sangre. Cada uno de
los cuatro humores aumentaba o disminuía en función de la dieta y la actividad
de cada individuo. Para ellos, cuando un paciente sufría de superávit o
desequilibrio de líquidos su personalidad y su salud se veían afectadas.
Lamentablemente esta tetractis o tetralidad milenaria de las
culturas ancestrales griegas sería posteriormente fraccionada y reducida a una
dualidad o dialéctica cuando Platón inventó los diálogos. Desde ahí se ha ido
dividiendo y especializando más al conocimiento, y en apenas 2000 años de
ejecución del proyecto civilizatorio hemos llegado al monismo. La tetractis
griega fue abolida como de igual manera la tetrarquía romana para formar la
autodenominada civilización occidental de corte monárquica, monoteísta,
monopólica, megalómana y monomaníaca. Monismo que ha invadido el mundo entero
bajo diferentes formas, y que ahora se estrangula entre el monoteísmo cristiano
y musulmán, y la monocracia occidental con la oriental. Todas ellas las dos
caras de la misma moneda o raíz.
El Tetragrama
Para el judaísmo el número cuatro es también muy
importante, tanto es así que el nombre
del Dios de los judíos es el tetragrama, término griego que significa cuatro
letras. La primera mención de este nombre se encuentra en el libro del Génesis
y se traduce generalmente como “el Señor”. Debido a que durante mucho tiempo
los judíos consideraron una blasfemia el pronunciarlo, los textos hebreos sólo
incluyen las consonantes. Algunos estudiosos modernos conjeturan que se
pronunciaba iajuéj, y que las cuatro letras hebreas se llaman yod-hei-vav-hei,
o también se transcribe como YHWH.
Cabe anotar que el tetragrama también es una pauta musical
formada por cuatro líneas paralelas horizontales, rectas y equidistantes sobre
las que se escriben las notas y demás signos musicales siguiendo la notación
cuadrada medieval. Fue en el siglo XI cuando surgió el tetragrama, sistema
inventado por el monje benedictino Guido de Arezzo (Italia, 990 - 1050),
tomando como punto de partida el himno de las vísperas de la fiesta de San Juan
Bautista.
Las cuatro vidas del hinduismo
Para la tradición hindú, el hombre atraviesa por cuatro
etapas durante su existencia, que van desde el aprendizaje hasta la completa
espiritualidad. Según la tradición hindú, el hombre debe fraccionar y dividir
su vida conforme a cuatro principios fundamentales denominados ashranas o las
cuatro etapas de la vida. Partiendo de la base de que el ser humano vive 100
años, éstos tienen que estar distribuidos en 4 niveles: los primeros 25 años de
la vida es para estudiar, los siguientes 25 años para la vida de casado, lo 25
años subsiguientes a la vida retirada y los últimos 25 años a la vida de la
renuncia.
Los cuatro reinos nobles budistas
Dentro de la tradición majaiana de la cosmología budista,
tenemos a los cuatro estados o reinos nobles o superiores que forman parte de
los diez reinos espirituales. Los cuatro estados nobles son: aprendizaje,
comprensión, bodhisattva y budeidad. Estos mundos se activan por medio de la
búsqueda, descubriendo y aspirando a ellos, es decir, se caracterizan por la
creencia de que los humanos necesitan hacer un esfuerzo para llegar a ellos a
partir de sus vidas.
Los 4 tipos psicológicos de Jung
Modernamente encontramos a Jung, quién también dio al número
cuatro o a la cuaternidad una descripción de la manera en que la mente
consciente se orientaría: “Cuatro como
el número más pequeño, por el que puede crearse orden, representa el estado
pluralístico del hombre que aún no ha alcanzado la unidad interior, de ahí el
estado de esclavitud y desunión, de desintegración y de estar dividido en
diferentes direcciones - un estado agonizante y no redimido que anhela unión,
reconciliación, redención, sanación y totalidad.” C.G. Jung, Psychology of the
Transference, p. 46
El modelo de los cuatro tipos psicológicos de Jung se
expresa en dos pares de opuestos. En la estructura cuádruple de la psique: la
intuición es el polo opuesto de la sensación y el pensamiento es el polo
opuesto del sentimiento. Según Jung, "es el tipo psicológico personal el
que desde un comienzo determina y limita el juicio" de una persona. Para
él, si una función psicológica en particular era consciente y estaba sobre
desarrollada, era probable que la función opuesta permaneciera inconsciente,
desconocida e indiferenciada. La misma conteniendo cualidades poderosas de la
sombra que a menudo terminaban por dominar la vida del individuo. Por lo tanto,
los intuitivos eran propensos a tener a la sensación como sombra y viceversa; y
en el mismo sentido los pensativos con el sentimiento e inversamente.
La tetraconciencia andina
El tawantin también entendido como los cuatro arquetipos
principales de la consciencia humana: la conciencia de unidad, la conciencia de
dualidad, la conciencia de trinidad, y la conciencia de cuaternidad. El
tawantin tiene un paso más que la tetractis y su decálogo, pues los amautas
andinos siguieron manejando cuatro dígitos pero sumando de otra manera: 1 + 2 +
3 + 5 = 11, con lo cual determinaron otra variable más contundente que el 10,
pues el número 4 y el 10 son divisibles y finibles, en cambio el 5 y el 11 son
números primos que determinan la infinitud impredecible.
La Tetractis griega y la tawantin andina son un modelo útil
en el proceso del despertar de la conciencia, también similar a las distintas
etapas o procesos reconocidos por los alquimistas, el tao, el zen, el ayurveda,
el tolteka, etc. El proceso consiste en identificar y diferenciar a cada uno de
los distintos niveles, no para separarlos o dividirlos sino para unirlos
conscientemente. Después del proceso de diferenciación y de oposición, la tarea
subsiguiente es integrar a los distintos niveles en la totalidad consciente.
Siendo la cuaternidad el punto de encaje de otros niveles o dimensiones, de
penta, sexta, séptima… y hasta onceava dimensión, aunque los quánticos modernos
hablan de 26 dimensiones, lo que para nosotros serían consciencias.
Advirtiéndose que actualmente (año 2012) es el inicio de la
cuarta dimensión o conciencia tetraléctica reunificada. Hasta antes fueron
procesos parciales y locales en su condición de ser humano particular(1),
comunitario(2), regional(3), y ahora en una etapa global(4) como ser humanidad
completa. Los cuatro niveles primarios son: la conciencia individual, la
conciencia comunitaria, la conciencia continental y la conciencia planetaria.
Es el salto de la conciencia parcial a una conciencia total, lo que implica el
paso de Ser Humano a Ser Humanidad y de allí a Ser Tierra para finalmente Ser
Cosmos. Todos los cerebros humanos conectados conscientemente para sintonizarse
con la conciencia biosférica y la conciencia cósmica (Tawantin). Una nueva
humanidad en otra etapa de su ciclo, con nuevos desafíos y quehaceres para
seguir activando su consciencia, la cual posteriormente será de quinta
dimensión. Y así sucesivamente en su proceso de activación o de despertar
total, concepto muy diferente al de tipo occidentano que concibe el cambio como
desarrollo o evolución, de ahí dos estilos y formas de vida: el aquí - ahora
(presente) y el del futuro desconocido.
Atawallpa Oviedo Freire
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