Carta Abierta a René Ramírez
Con mucho esfuerzo y ante todo con mucha plata (más de 5.000
dólares) logré graduarme de Master en Gestión Sostenible del Ambiente en la
Universidad de Salamanca (España). Feliz y con la ilusión de regresar nuevamente como
profesor a la universidad, luego de pasar fuera del país dando conferencias y talleres por 12 años en Europa, me
acerqué con el título a la SENESCYT para inscribirlo. Pero en 1 minuto la
SENESCYT acabó inmediatamente con mi sueño y con todo mi aprendizaje,
señalándome de que no podían registrarlo porque mis estudios eran en modalidad
a distancia. Hasta el año 2013 si aceptaban estos tipos de títulos, pero que
luego habían decidido aceptar solo formaciones presenciales. Salí de ahí -diciéndole
a la persona que me atendió- que estaba de acuerdo con muchas personas que habían
señalado que debía cerrarse la SENESCYT o de que al menos había que darle
cambios profundos.
Me fui triste y enfurecido con la SENESCYT, especialmente
con usted señor René Ramírez y con su patrón Rafael Correa: Quiénes son ustedes
para jugar con la vida de las personas. Quiénes son ustedes para frustrar los
sueños de miles de ecuatorianos. Quién les ha dado la potestad para aceptar o
no, los títulos extranjeros. Díganles a los españoles que sus títulos a distancia no valen. Díganles a la Universidad
de Salamanca que también es una universidad de garaje. Quiénes son ustedes para no validar títulos de España, EEUU, Inglaterra, Francia, que también ofrecen títulos a distancia y sus universidades están consideradas las mejores del mundo.Qué moral, qué ética,
qué principios, qué valores, les da para hacer todo aquello.
Quiénes son ustedes para acabar con las aspiraciones de
miles de jóvenes, bajo el argumento de que a la universidad solo deben entrar
los mejores, los meritocráticos, los genios. Quienes son ustedes para establecer
cuáles son los superiores y los inferiores, los buenos y los malos. Con su argumento,
Einstein no hubiera podido pasado la prueba de la SENESCYT, tal como dijo su
maestro: “Este chico no llegará nunca a ningún sitio”, ya que se quejaba de que
era lento y de que reflexionaba demasiado antes de contestar a una pregunta. Évariste
Galois, considerado el padre del álgebra moderna, fue rechazado dos veces por
la École Polytechnique de París por su manifiesta incapacidad de superar los
exámenes de acceso y por su sistemática rebelión a las reglas y al sistema. Charles
Darwin era, según sus maestros, “un chico que se encuentra por debajo de los
estándares comunes de la inteligencia. Giuseppe Verdi no fue admitido en la
Escuela Superior de Música de Milán, el Conservatorio. Y así podríamos recoger
las historias de otros tantos: Thomas Edison, Winston Churchill, Picasso, Debussy,
Leonardo da Vinci, Marguerite Yourcenar, Balzac, Craig Venter, Bill Gates, etc., etc.
Todos ellos no fueron de las élites estudiantiles pero que después despuntaron.
Y así conozco el caso de muchas personas, de cómo al
principio no lograron entrar a la universidad o de que en primera instancia no estaban
preparados o que a ese momento no tenían la convicción necesaria. Yo mismo,
ahora no sería doctor en jurisprudencia ni tendría el master, pues luego de
salir de la secundaria me encontraba totalmente perdido y no sabía qué quería
estudiar y qué quería hacer de mi vida. Hasta que pude centrarme y terminé mi
formación universitaria.
Entonces, esto de la meritocracia es otra falacia más del
correismo, y la prueba es que ahora Lenin Moreno dice que va a abrir un curso propedéutico
para que todos puedan entrar, puedan prepararse y saber qué carrera elegir. En
10 años no se dieron cuenta de aquello y solo ahora que están a punto de perder,
ofrecen todo. Esto lo debieron hacer desde un comienzo y no frustrar la vida de
miles de jóvenes. En estos días, acaban de dar el examen de la SENESCYT más de 300.000 jóvenes, pero apenas el cupo es para 25.000 personas. El
ejército acaba de acuartelar a apenas 5.000 jóvenes para que hagan la conscripción
por 6 meses. Y los demás, qué van a hacer. Están preparados con alguna
profesión. Recién ahora -dice Moreno- que va abrir universidades técnicas con carreras
cortas. Y qué paso con una educación técnica en la secundaria. Un fracaso total,
la “revolución educativa”. La “revolución” es solo para ciertas élites. La “revolución”
es hacer grandes elefantes blancos. La “revolución”, mejor dicho, la contra-retrorrevolución,
es que todo un regimiento de alrededor de 500.000 jóvenes estén en las calles, en la televisión, en
los juegos electrónicos, en la drogadicción, en la delincuencia. Qué país se
puede esperar para el futuro. Qué futuro les espera a esos jóvenes. Esperar que
las élites meritocráticas cambien el país. Que los excelsos -como Rafael Correa-
quiebren aún más al país en 10 años.
También pregunté antes de salir enardecido con tanta
estulticia, si podía estudiar un phd o doctorado a distancia. Me respondió que
debía ser presencial, pero que solo aceptaban los títulos otorgados por las mejores
universidades del mundo, las cuales no las había establecido el Ecuador sino un
organismo internacional. Pero resulta que el Ecuador no está en esa lista.
Entonces, por qué aceptan los títulos de doctorado que otorgan las
universidades del Ecuador, si bajo esa lista son pésimos sus institutos
superiores. Esto, solo es posible en la mentalidad neocolonial del correato,
que se adhiere a la tabla eurocéntrica creada por los mismos países
globalizadores. Eso es ser de izquierda, revolucionario? Por cierto, le pregunté a una gran actvista del correato que me diga una sola cosa de izquierda que haya hecho el correismo y voto por Moreno. Me respondió: educación gratuita. Le dije: En Europa toda la educación es gratuita y no son de izquierda. No supo que responderme. Pregunto a todos los corresitas, denme UNA sola cosa de izquierda que haya hecho Correa. Si me responden disminución de la pobreza, pues los gobiernos de derecha de Panamá, Colombia, Perú, lo han hecho igual y hasta más en algunos casos. Etc. Toda la gestión del correismo, es la misma de la derecha moderada mundial.
Por cierto, ésta no es carta de apoyo a Lasso, es una misiva
en contra del correato. Pero, le tomamos la palabra a Lasso de que va cerrar la
SENESCYT, de que va a aumentar las becas nacionales e internacionales, de que
va a devolver el fondo de pensiones a los maestros, de que va a restituir el
fondo del 40% al IESS, de que va a crear un millón de empleos, etc. Y si no lo
cumple, ahí estaremos nuevamente en las calles, como el propio Andrés Paéz ha
dicho que ahí se ganan las luchas. Entonces, por ahora hay que desmontar el
correismo, con toda su corrupción y despilfarro, que es lo único concreto y
real. Ya veremos, si Lasso cumple o no. No lo sabemos. Pero por ahora, lo que
sí sabemos es que es “mejor un banquero que una dictadura”. Con los correistas en el poder pronto nos quedaríamos entre los inteligentes y los "limitaditos" de derecha y de izquierda. El correato quiere llevarnos al país de los correistas y de los nadie, de los buenos y de los malos.
El correato recién ahora se lanza contra la banca. Por qué
en 10 años no hay ningún responsable en prisión por el feriado bancario, ni
siquiera Jamil Mahuad. Por qué en 10 años hay quienes todavía no han sido
saneados y siguen esperando arreglar si situación. Por qué hizo funcionarios
suyos a quienes estuvieron en el feriado bancario como Juan Falconí Puig y su
primo Pedro Delgado. Por qué pidió plata a un “banquero corrupto” para su
campaña electoral. Por qué en 10 años las utilidades de los bancos llegaron a
los 2.820 millones de dólares -según el propio gobierno y que probablemente
debe estar subestimada-. De esos bancos, 4 de ellos obtuvieron el 66,21% del
total, estando en tercer lugar el Banco Guayaquil. Lo que quiere decir que hay
monopolio financiero, y que el correismo no hizo nada. Pero ahora cuando se les
escapa el poder, si atacan a los banqueros.
Muchos ahora critican a la banca, pero por qué la siguen
utilizando, por qué se sirven de ella. Si fueran honestos y coherentes deberían
no dejar su plata a los banqueros. Si Correa fuera “auténtico”, hubiera estatizado
la banca o habría evitado que la banca gane tanto. Todo es pura “doble moral”. Esta doble moral también se refleja en algunos intelectuales
e idiologistas que hablan de izquierda y derecha, cuando hemos llegado al fin de
las ideologías, cuando cualquiera se clasifica de izquierda o de derecha pero
en su práctica es todo lo contrario, cuando después de la “guerra fría” ya no
hay gran diferencia entre izquierda y derecha, cuando ahora bajo el discurso de
“izquierda moderna” se encierra un neodesarrollismo y un neocolonialismo que son
abiertamente tesis de derecha. Es decir, hemos llegado al nivel en que las ideologías son un clishé, un folclorismo, un saludo a la bandera.
Siguen sin darse cuenta que el asunto está más allá de las
ideologías preestablecidas, que las ideologías son una parte y que el asunto
estructural no está entre izquierda y derecha, sino entre el eurocentrismo de
derecha o de izquierda con el de la alteridad. Entre los paradigmas de la
periferia con los paradigmas del centro, ya sean éstos de derecha o izquierda.
El dilema es centro/periferia, y la periferia es todo aquello que está afuera
del centrismo o de la oficialidad epistémica y ontológica. Ahí debe decidir la
humanidad, si quiere más destrucción del medio ambiente o retomar el sistema de
vida en el continuo de la naturaleza. Las izquierdas y derechas son
extractivistas, objetivistas, utilitaristas, cosificadoras, por lo que no hay
mayor diferencia entre ellas. Pero ambas, si son totalmente diferentes a las
racionalidades alter-nativas. Ellas sí son la esperanza y la única posibilidad
de que no desaparezca la especie humana o al menos una buena parte de ella. Pues
ellos están preparados para una situación catastrófica ambiental, ya que saben
cómo vivir de acuerdo a los principios y formas de la naturaleza, es decir, de
la vida.
Lo cierto, es que actualmente el correato prepara el fraude,
ya lo dijo el propio Correa: la derecha no va aceptar su derrota y van a decir
que hubo fraude. Pero, quien sabe leer a Correa sabe que está
anticipando el camino. Es decir, van a hacer el fraude y supuestamente están
poniendo en alerta al pueblo para que salga a defender el triunfo del correato.
Ya vemos, como es de verdad esto, que a los pocos días de esta declaración de
Correa, el General Castro ha puesto el dedo en la llaga.
Entonces, a nombre de la ideología no podemos votar por
Moreno, y peor por una ideología maltrecha, desvirtuada, domesticada, corrupta,
autoritaria. Nos toca votar por Lasso, no por Lasso, sino por abrir el camino a
una democracia. No porque Lasso lo vaya a hacer, sino porque el pueblo debe
generarla y para eso hay que desmontar todo el aparataje correista. Desarmado
aquello se abre la posibilidad de seguir caminando y exigiendo a Lasso que
cumpla sus promesas. Y si no lo hace, habrá que hacerlo por nosotros mismos,
pues ya es hora de rebasar a los partidos políticos que se han apropiado de las
tomas de decisiones. Es tiempo de entregarlas a las organizaciones sociales,
con la participación y responsabilidad total del pueblo en su conjunto.
Atawallpa Oviedo Freire
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