Rafael Correa: 'Tenemos
fascismo al interior de nuestras Fuerzas Armadas'
El correismo ha hecho reflotar y/o vislumbrar los diferentes
fascismos que habitan en el Ecuador. Frente al fascismo de Correa proponen otros
fascismos, o tienen reacciones y respuestas fascistas. Las derechas se han
vuelto aún más extremistas y virulentas frente a todo lo que ha hecho el
progresismo, en especial, el chavismo; y ahora aplauden y vitorean al fascismo
de Macri en Argentina y el de Temer en Brasil. Esto deja vislumbrar lo que
puede pasar en el Ecuador en caso de que gane la derecha, especialmente la de
Nebot-Viteri con su mensaje fundamentalista del “capitalismo salvaje”. El
partido social cristiano ahora mucho más conservador con ex figuras militares
de corte fascista incorporados como nuevos miembros. Esto no es una casualidad
sino una coincidencia de visiones, en la que el correismo ha exacerbado y ha
activado sus fascismos en la defensa de sus intereses, reuniéndolos en el seno
del partido más neoliberal que tiene el Ecuador.
En la izquierda también hay fascistas, especialmente los
estalinistas que siguen con su discurso del centralismo democrático y de la
dictadura del proletariado, categorías que obviamente son fascistas como lo
demostró la experiencia del “socialismo real” que transformó la revolución en
dominación y autoritarismo, y la hizo fracasar; como igual se ha visto en ciertas
prácticas locales o en direcciones sindicales. Estas izquierdas siguen sin
renovarse positivamente, pues tienen miedo de verse como revisionistas que es
lo que tanto han criticado de los comunistas pro-cubanos. El correismo los ha perseguido
duramente y han vivido en carne propia “la dictadura del proletariado” pero
igual no reaccionan. Por ejemplo, dicen que el buen vivir es un sandez[1].
Estas izquierdas son las que han alimentado con muchos miembros al correismo,
algunos de los cuales se han ido retirando y otros se han quedado, pero algunos
de ellos tienen el mismo espíritu fascista. En cambio, otras izquierdas han
demostrado que eran falsas izquierdas, aunque no fascistas pues se han pasado a
la derecha que es fascista por naturaleza sistémica.
Algunos estarán pensando que es exagerado utilizar la
palabra fascista, palabra ésta a la que Correa le ha puesto últimamente sobre
el tapete a propósito de las disputas con los militares y manifestando que al
interior de las fuerzas armadas hay algunos miembros fascistas[2].
Pero, si no les gusta esta palabra o les parece muy fuerte, pueden reemplazarla
con hegemonismo. Y si todavía sigue siendo fuerte pueden reemplazarlo con autoritarismo.
Y si todavía es muy fuerte con populismo. Sin embargo, en otras latitudes,
fascismo y populismo tiene la misma equivalencia o se interpreta de la misma
manera. En la historia mundial se ha podido observar que la mayoría de
populismos son fascistas y que todos los fascismos han sido populistas. Unos
más que otros, esa es la diferencia.
Esto no se circunscribe solo a los partidos políticos sino a
otros círculos, como por ejemplo, el de los periodistas. Uno puede leer o
escuchar el claro tinte populista y/o autoritario y/o hegemonista y/o fascista,
en un sector de periodistas, por ejemplo, ciertos comunicadores de los canales
de televisión como Ecuavisa, Teleamazonas, que con descaro y desparpajo dejan
ver su “odio” a Correa. O ciertos periodistas de las radios más sintonizadas,
por ejemplo, Democracia, Visión y Platinum (que son la que suelo escuchar). Y
lo mismo se puede decir de ciertos medios web como Fundamedios, 4 pelagatos, la
República, Ubica tv, Plan V. Comunicadores que han sido atacados virulentamente
por el correismo pero que han reaccionado desmedidamente, lo que les ha hecho
perder credibilidad y confianza, quedando como un “periodismo de la antipatía”[3].
En estos medios escriben muchos miembros prominentes y abiertos de la derecha,
muy pocos de izquierda y nadie del movimiento indígena o pensamiento andino.
Igual podemos ver a nivel de la academia, por ejemplo, en la
Universidad Andina que ante el pretendido arrebato que quería hacer el
correismo de esta institución, salió otro grupo tildando en el mismo nivel con
expresiones como "disidentes", "minorías miserables",
"traidores", etc. Grupos éstos que defienden a otros partidos de
izquierda y que están alineados bajo la batuta de Enrique Ayala Mora. Todos
sabemos que en las universidades, sean públicas o privadas, funcionan las
camarillas o los compadrazgos y solo permiten entrar a gente de su gallada. No
hay un pleno pluralismo. ¿Hay alguna excepción?
Y lo mismo se puede observar en el pueblo común. Un pulso
que nos permite ver todo esto son las redes sociales, en donde abundan los
discursos racistas, sexistas, machistas, homofóbicos, xenofóbicos, fundamentalistas
religiosos, regionalistas, inferioristas, segregacionistas, etc., etc., todos
los cuales encierran un nivel de populismo y/o autoritarismo y/o hegemonismo
y/o fascismo.
Solo basta reflexionar sobre los siguientes casos: El del
estudiante del Mejía que subió a su facebook una foto con el uniforme
“desalineado” del “patrón” de los colegios de Quito. Como respuesta recibió
todo tipo de declaraciones fascistas, lo cual provocó un artículo de Roberto
Aguilar de 4 pelagatos, pero que resultó desafortunado porque también dejó
entrever su “odio” al Correa, como a Fander Falconí y a otros correistas en
diferentes artículos bastante desentonados, por decir lo menos. Y a su vez,
Aguilar recibió una andanada de comentarios por semejante desliz, y algunos
también le critican con un tinte populista y/o autoritarista y /o hegemonista
y/o fascista.
Otro caso: el de los anti taurinos que han recibido todo
tipo de estocadas y hasta amenazas de muerte, como lo ha denunciado Felipe Ogaz
Oviedo uno de los más visibles de este movimiento animalista. Obviamente, quien
guste del asesinato de toros, perros, gallos, etc., es porque lleva un sádico-masoquista
por dentro, y ello es un claro populismo y/o autoritarismo y/o hegemonismo y/o
fascismo.
O la foto de la chica en facebook que viste con una blusa de
corte “indígena” y pantalón jean, la cual también recibió una serie de
comentarios racistas pero desde el otro lado, es decir, de “indígenas” que
reclaman la defensa de su “cultura y tradiciones”. Lo cual deja entrever que el
fascismo también ya se ha activado en “indígenas”, negros, etc. No solo que
ahora ya hay “indígenas” neoliberales, conservadores, marxistas, etc., sino que
el populismo y/o autoritarismo y/o hegemonismo y/o fascismo, ha calado en
algunos de ellos. Ya hay los propietarios de lo “indígena”, como lo hay de lo “blanco”,
“negro”, “mestizo”, todas visiones racistas, por ende, fascistas.
Finalmente pongamos el caso de Carla Delgado y de Collaguazo,
a quienes se los ha visto en un video dirigiendo entrenamientos paramilitatres
a civiles. Yo mismo lo denuncié hace 1 año en un artículo en Línea de Fuego[4],
e igual han recibido una serie de mensajes que son el otro lado de lo mismo que
critican. Realmente Delgado y Collaguazo son fascistas, pero los que les
critican son el otro lado de la misma moneda.
Entonces, es obvio que hay algunos fascistas entre los
militares como denuncia Correa, pero también lo hay en Carondelet y así por
todo lado. El neoliberalismo de la partidocracia de los ceniceros dejó ver
claramente a los fascistas de derecha, y el correismo a los de izquierda y a
los nuevos de la derecha, como a algunos del movimiento indígena. Lo que no nos
da ninguna esperanza ante las próximas elecciones, y los candidatos ahora en la
palestra serán más de lo mismo, pero quizás de otra forma. Tal vez, Paco
Moncayo sea el “menos malo” de todos ellos.
¿Hay alternativas? Indudablemente, la mayoría de
ecuatorianos no son populistas y/o autoritarismos y /o hegemonistas y/o
fascistas. Y también se los puede observar en las redes sociales, aunque muy
pocos, cuestionando y llamando la atención a diferentes discursos y posiciones
fascistas.
La alternativa es construir y no destruir. Erigir una
alternativa seria, ecuánime, responsable, autocrítica. Una propuesta que no se
asiente en la destrucción del otro, del capitalismo, del socialismo, o de lo
que sea; sino que principalmente se base en la creación, en la cimentación, en
la proyección. No se trata de transformar el capitalismo sino de crear algo
nuevo. Y el cual debe fundamentalmente respetar (no: tolerar) la diferencia, la
diversidad, la heterogeneidad, la pluralidad.
Quizás de esa forma disminuirán los fascistas que pululan
ahora por muchos rincones del Ecuador y en todo el mundo. El fascismo gobierna
en casi todos los países. El fascismo se va abriendo cada vez más por todo el
planeta, y para detenerlos hay que diferenciarse radicalmente de ellos, sino lo
que surgen son otras expresiones del fascismo y de la dominación desde otras
prácticas y formas.
De alguna manera, todos llevamos un fascista por dentro,
como consecuencia de la crisis global generada por el fascismo materialista y
consumista que nos ha conducido a la crisis ambiental, por lo que si no damos
un salto a este fascismo extractivista contra la naturaleza vamos a perecer
fascistas y no-fascistas.
ATAWALLPA OVIEDO FREIRE
[1] http://www.planv.com.ec/historias/politica/temporada-patos
[2] http://www.elcomercio.com/actualidad/rafaelcorrea-fascismo-fuerzasarmadas-ecuador-reformas.html
[3] http://gkillcity.com/articulos/el-mirador-politico/el-villano
[4] https://lalineadefuego.info/2015/08/25/las-celulas-guerrilleras-de-correa-por-atawallpa-oviedo-freire/
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