¿Cuál es el concepto y
sentido de revolución o cambio estructural, que tiene el MAS de Bolivia? García Linera nos
da la respuesta más clara y directa: “El
presidente Evo, si tiene apoyo, construye colegios; si no tiene apoyo,
regresarán los gringos, regresarán los vendepatrias, regresarán los asesinos y
a las wawas les van a quitar todo y no habrá destino, y va a haber llanto, y el
sol se va a esconder y la luna se va a escapar, y todo va a ser tristeza para
nosotros, no se olviden”.
Esto sintetizado
significa: pueblo = votos, MAS = obras. Antes de “tomarse el poder” estos
revolucionarios tenían otro discurso y acciones, pero ahora que están “en el
poder” hacen todo lo contrario a lo que predicaban. En su proceso al poder
decían: “El pueblo tiene que lograr su
liberación a través de la movilización, la organización, la lucha, la
resistencia. Nada de lo que hemos conseguido hasta ahora, ha sido una dádiva
del imperialismo, de la burguesía, todo nos ha costado lucha, sufrimiento,
muertos...” Etc., etc. Pero una vez en su proceso en el poder, ahora el
pueblo debe esperar a que desde arriba el “sector más avanzado de la revolución”
les dé haciendo el cambio, y la misión de los de abajo es solo votar para que
la “vanguardia de clase” les siga dando más obras.
Ellos hacen ciertos
cambios macroeconómicos (algo rescatable), con lo cual, tienen ciertos recursos
para entregar: viviendas, canchas de futbol, coliseos, gallinas, cerdos, vacas,
bonos, etc. Pero como el pueblo sigue siendo pobre, dependiente, enfermo… y
tiene necesidades apremiantes, decide sacar las ventanas, lavabos, baños, que
le ha dado el “Tata” Evo y los va a
vender. Y como no tiene oportunidad de comer carne todos días, mata la gallinita
y se la come. Feliz por un día, pero al otro, se despierta con que ya no hay
más animalitos, ni trabajo, ni dinero, y va a sacar otro material de la “casa del Evo” para vender y seguir subsistiendo.
Y así pasan los días, esperando que llegue nuevamente el Evo con más gallinitas
y se den nuevas elecciones para votar por el “padre de los bolivianos”, para que así lleguen más obritas:
“Nuestro
presidente Evo, tata Evo, igual que vos, de tu mismo color de piel, de tu misma
sangre, eso te está regalando,
70.000 bolivianos, casi 10.000 dólares. ¿Cuándo algún Presidente se acordó de
San Pedro de Cuarahuara? ¿Cuándo alguien regaló una vivienda al pobre, al
humilde?” … Cómo se llama esto? Paternalismo,
clientelismo.
Y esto lo sabe el mismo
Evo. Pero no es cuestión, de que primero críen más gallinitas para luego
comerlas –como dice el Evo cuando les reclama que se han comido antes de
tiempo-, sino, tiene que ver con organización, movilización, conciencia,
capacitación, educación, para generar emprendimientos asociativos, acciones
sociales, procesos autogestionarios, y de esta manera, romper con la
dependencia hacia el Estado o el capital privado. Pero ello, demanda trabajo, planificación,
tiempo, recursos; pero para el MAS, es más fácil regalar y esperar a que sigan
votando por ellos: "Si lo dejan solo
(a Evo Morales), lo van a crucificar, nos van a degollar, nos van a hacer comer
con los perros, la derecha” … Siguen entregando más canchas sintéticas, más
carreteras, más escuelas (elefantes blancos) … Llegan nuevas elecciones y más
campaña: “Cuando atacan a Evo, atacan a
todos, al guardatojo, a la pollera, no lo quieren ver a Evo en el Palacio,
porque no quieren ver cascos obreros, no quieren ver abarcas, no quieren ver
ponchos en el Palacio de Gobierno y odian a Evo, porque odian a los campesinos”
… Y así, por los siglos de los siglos, amén.
Esa, la educación
política que recibe el pueblo boliviano por “uno de los más grandes pensadores
latinoamericanos de nuestra América” (Rafael Correa): "Estoy entregándote la
vivienda, pero tú cada noche enseñarás algo a tus hijos, cada noche enseñarás
algo de la historia para no permitir que los que no quieren a Bolivia, que los
que desprecian a la gente pobre y humilde, regresen más a gobernar nuestro
país” … ¿Cómo se llama esto? Asistencialismo, cortoplacismo. El
asistencialismo no tiene aprecio o sobreestima del otro, por el contrario, lo
minimiza, y en el fondo lo desprecia. Linera –en realidad- menosprecia al
campesino, al indio, pues a igual que Marx, los considera el sector más “atrasado”
de la sociedad. Por eso, los cree tontos y les habla de esa manera: “Si se va, ¿quién va a protegernos?, ¿quién
va a cuidarnos? Vamos a quedar como huérfanos si se va Evo. Sin padre, sin
madre, así vamos a quedar si se va Evo”. Solo una mentalidad racista y
ortodoxa puede expresarse de esa manera (la derecha y los q´haras siempre les
han hablado así), la prueba es que Linera a los obreros (“la clase más
avanzada”) los habla de otra manera, El indio, solo es movilización y lucha
hasta que él llegó al poder, luego es pasividad y venia para su bondadosa majestad.
Lo mismo se puede ver en
los spots de televisión del gobierno, llenas de romanticismo y folclorismo. Por
ejemplo, los niños que alaban “al apu de
los bolivianos”. Una selección de mensajes sensibleros y sentimentalones: “…nuestro presidente Evo se sacrifica día a día por una mejor
Bolivia”. Un discurso redentorista, que se asemeja al del Jesús que se
sacrifica por los pecadores. Y así, todos los demás mensajes de los niños del
spot: los buenos contra los malos, (además de que es cuestionable la
utilización de niños). "Es gracias a
esa lucha que ahora hay Evo, que es como tú, es un aymara también, un aymara
que sabe del sufrimiento”. El spot de la “nacionalización”, algo parecido.
Todo esto refleja la
visión mesiánica y salvadora de los “socialistas del siglo xxi”. El mismo
esquema de culto a la personalidad (“líder por eminencia”). Esa misma visión
verticalista del poder. La absurda visión centralista del poder y de la
revolución democrático burguesa. No entendieron que el “socialismo real”
fracasó porque terminaron recreando nuevas formas de dominación: del Estado
contra el pueblo, del comité central contra todos los “contrarrevolucionarios”
que cuestionan y llaman la atención a sus errores. La “dictadura del
proletariado”, es la dictadura del secretario y líder del gobierno y del
partido que impone su voluntad a todos. Repitiendo la misma idea de que la
revolución se hace desde el Estado. Ese el error del leninismo, del stalinismo,
de los maoismo, del castrismo, de los kim, y de todos quienes quieren ser los
nuevos monarcas rojos en reemplazo de los viejos reyes blancos. ¿Cómo se llama
todo lo anotado? Patriarcalismo, populismo, eurocentrismo de izquierda. Una
fuerte carga cristianocéntrica de la civilización de la caridad, para “regalar”
paliativos, para “entregar” parches” (algo histórico y general de la sociedad
boliviana). Con ello, evitar acciones estructurales, raizales, es decir,
revolucionarias.
Entonces, compañeros del MAS,
si quieren realmente que haya una revolución y no una modernización del
capitalismo, hay que tener humildad para reconocer los errores y aceptar las
críticas (Evo: “Si me equivoqué con Potosí, discúlpenme”). Muy bien, eso hay
que hacer y comenzar a enmendar. Estos señalamientos no tienen el afán de
dañarles sino de hacerles reaccionar para que reencaminen “el proceso de
cambio”. Para ello será importante nuevos personajes, reagrupar a los que se
salieron, unirse con otros que han sido críticos constructivos, si es que
quieren profundizar y acelerar el cambio, para que no regrese la derecha (Red
Anti-neoliberal).
Esto significa devolverle
el protagonismo a la sociedad civil, el motivar a la organización y
movilización popular, el construir un estado horizontal y sustentable
(descolonización), el reeducar seria y responsablemente al pueblo, el cambiar
las matrices de producción y acumulación, el transformar las estructuras
capitalistas fortaleciendo las formas asociativas, el acabar con el estado
presidencialista y pasar el poder a las organizaciones y gobiernos de base (suma
qamaña), etc., etc.
Todo ello implica
entender lo que dicen los zapatistas, hacer la revolución, con y desde abajo y
por la izquierda; a ello añadido lo que dice Arturo Escobar “con la tierra”, es
decir, con las epistemologías indígenas. Y a esto, personalmente añadiría a las
minorías: a los paradigmas provenientes del feminismo, del ambientalismo, de la
diversidad sexual, del igualitarismo, de los alternativos, de los antisistema, de
los kataristas, en fin, de todos quienes cuestionan y aportan desde sus propias
perspectivas. Queda poco tiempo, al menos en Bolivia 4 años más, pues en los
otros países por haberse creído autosuficientes e imbatibles ya están cayendo
sin pena ni gloria. Qué dicen las demás izquierdas. Yo estoy listo. ¡REVOLUCION
YA¡
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