MERITOCRACIA O
SABIDURIA.
Una de las palabras que con más
insistencia se escucha a muchos funcionarios del gobierno de Rafael Correa es
la famosa “meritocracia”, básicamente referenciada a la calidad y cantidad de
títulos académicos que alguien posee. Pero, será que el problema es solamente la
calidad y la cantidad de conocimientos, o el asunto fundamental es el tipo y
características de conocimientos?. Si revisamos las hojas de vida de gran parte
de los personajes que han ocupado altos puestos en diferentes instancias de los
gobiernos, vemos que muchos de ellos tienen cantidad de títulos e incluso de
nivel PHD, obtenidos en universidades de altísima calidad de los grandes países
industrializados. Y algo similar sucede en el mundo entero: Zbigniew Brzezinski
en su libro “El Gran Tablero Mundial” (1998), señala que “es posible encontrar
graduados de las universidades estadounidenses en casi todos los gabinetes
ministeriales del mundo”. Y ya lo decía Hegel sobre la “América Latina”, que lo
que aquí sucede hasta el momento, es solo el eco del Viejo Mundo y la expresión
de una vitalidad foránea”.
En otras palabras, todos estos
meritocráticos personajes han tenido el propósito de introducirle al Ecuador
dentro de los parámetros e ideales del denominado crecimiento económico
ilimitado de occidente. Para ello, su ejemplo, referente y meta, han sido todos
los países autodenominados del primer mundo o desarrollados. Profesionales que
han pretendido implantar una serie de conceptos, valores y paradigmas de esos
países, especialmente a nivel económico, y con el argumento de que todas esas
ciencias son el progreso, el crecimiento, el desarrollo para los pobres. Pero
lo único cierto, es que el resultado no ha sido nada de ello, como tampoco en
esos mismos países pues ese crecimiento fue tan solo un espejismo de 30 años y
ahora su debacle. Otra crisis más de las tantas que han vivido en toda su
existencia y no logran su ansiada mejor vida.
En este sentido, surgen una serie de
preguntas paralelas y concomitantes: cuáles son los países que nos han
conducido a la crisis ecológica que vive el mundo entero, cuáles han sido sus
políticas económicas que les han conducido a ellos a la grave crisis económica
que están viviendo, cuáles han sido las ciencias y tecnologías que han llevado a
un deterioro de la calidad de vida natural por una cantidad de vida banal y
artificial, cuáles son los países y ciudades con mayores índices de
delincuencia, violencia, enfermedades, desarticulación familiar, cuáles son los
países más consumistas y depredadores que están acabando con las reservas
mundiales, cuáles son los paradigmas filosóficos fundacionales de esos países
en relación a la naturaleza y a la vida, cuáles han sido los conocimientos que
han manejado todos ellos para llegar a esta crisis global que estamos viviendo
en todos los órdenes de la vida humana, etc., etc. Y la respuesta es sencilla: el
paradigma dualista o dialéctico de tipo reduccionista, mecanicista,
racionalista, materialista del sistema civilizatorio.
Esto quiere decir que la cuestión no
está simplemente en asumir una posición izquierdista y decir que el problema
está solamente en tener más tecnología para producir más y lograr una
distribución más equitativa de los bienes y servicios, sino que el asunto es
mucho más complejo y profundo que sólo la redistribución de la riqueza. Y esto
tiene que ver con el tipo y modelo de mundo que queremos, con el tipo de
relación con la naturaleza, con los propósitos y razones de estar en este
mundo, con los paradigmas y principios rectores de vida, etc. Es decir, esto
nos lleva al concepto filosófico de mundo que queremos seguir recreando como
humanidad y el cual lo podríamos resumir en: más mecanicismo o un cambio radical al vitalismo. Mejorar el mecanicismo positivista de raíz newtoniana-cartesiana
o saltar al vitalismo de raíz holística- quántico-relativista. He ahí el gran
dilema para la humanidad, que no es tan solo de derecha o izquierda, de
materialismo e idealismo, de neoliberalismo y socialismo, de democracia liberal
y democracia comunista, de desarrollo ilimitado y desarrollo sustentable, etc.
Tiene que ver con el sistema fundacional ontológico, epistemológico y axiológico
de dos sistemas totalmente diferentes y no complementarios: el civilizatorio de
envergadura contranatural y el cultural de raigambre natural, el
monárquico-monorepublicano y el comunitario, el democrático y el consensual, el
económico público-privado y económico cooperativista-mutual, el dialéctico-síntesis
y el tetraléctico-rotatorio, etc., etc.
En este sentido, lo que está haciendo el
gobierno de la “revolución ciudadana” y la izquierda en general (desde que
existe como tal), es ser copartícipes del modelo autodenominado civilizatorio-desarrollista-tecnologista-cientificista
de tinte socialista, pero con la misma raíz de la cual son también parte los
del otro lado, llamados países industrializados o capitalistas. Y lo único que
hace la izquierda para presentarse como diferente, es simplemente guardar el
nombre (desarrollo, democracia, libertad, etc.) y solo añadirle apellidos, como
sostenible, social, local, libre… y últimamente los socialistas del siglo XXI
con el “buen vivir”, con lo que creen que son diferentes, cuando en el fondo
son más de lo mismo. Así por ejemplo los países socialistas: China, Corea del
Norte, Cuba, etc. Cuál es la gran diferencia entre unos y otros?
Entonces, cuando este gobierno quiere
más profesionales graduados en todas esas meritocráticas universidades y que
nuestras universidades sean iguales a aquellas, lo que en el fondo quiere es
que sean como esos países y como buenos anatopistas sigan sus recetas
socio-económicas pero principalmente tecnológicas para seguir saqueando más a
la naturaleza, a pretexto de que no podemos “ser pobres en un territorio lleno
de riquezas naturales”.
El desarrollo, sistema que fue tan
enarbolado en el mundo en los años 80 y 90, ahora ya viene siendo cuestionado
en los países autodenominados primer mundistas por algunos sectores quienes
hablan tajantemente de “salidas al desarrollo”, de “alternativas al
desarrollo”, y de posturas que apuntan a “más allá del desarrollo”. Es decir,
mientras el señor Correa -y muchos- quieren más desarrollo para el Ecuador, en
los autodenominados países desarrollados ya hay voces que dicen que todo eso fue
una gran falacia y un espejismo. Están conscientes de que el asunto no es el
modelo o tipo de desarrollo, sino los parámetros y categorías del desarrollo en
sí mismo, y sus propuestas son totalmente inversas: decrecimiento,
maldesarrollo, posdesarrollo, etc. Y así en otras ciencias y conocimientos.
Por lo tanto, será que queremos una
calidad de excelencia académica experta en depredar (desarrollar) la naturaleza,
en producir una tecnología más extractivista, en inventar más técnicas de
alteración del clima como el proyecto HAARP, en generar más agrotóxicos, en
contaminar más el mundo con tecnologías pesadas, en envenenar a la población
con más y sofisticada comida chatarra, en producir más armas sofisticadas que
destruyan más eficaz y rápidamente a los seres humanos? Es que queremos un
mundo desarrollado con una población de 7000 millones de habitantes anoréxicos
y obesos con 7000 millones de celulares, computadoras, televisores, carros… que
consumen una gran cantidad de energía eléctrica, hidráulica, atómica,
petrolera, etc. ¿Habrá planeta que lo aguante, y es que será posible que sea
realidad toda esa “mejor vida” para toda la población mundial?
Como queda demostrado el asunto es mucho
más de fondo que solo calidad de conocimiento y excelencia académica primer
mundista, como ahora repite insistentemente la SENESCYT, y quiere más PHDs. Preguntamos
a ellos si habrán PHDs en ciencia vitalista, en ciencia holística, en ciencia
biosférica, en ciencia homeopática, en ciencia transpersonal, en ciencia
quántica, en ciencia multidimensional, en ciencia fractal, en ciencia
conciencial, en ciencia tetraléctica andina… Es que estos PHDs tendrán los
conocimientos que manejaron las culturas vitalistas ancestrales que
construyeron las pirámides egipcias y mayas, consideradas proezas de la
arquitectura humana, con total respeto y armonía con la naturaleza?
Es que sabrán matemática
andina utilizando como herramienta de cálculo a la yupana, un
antiguo sistema de conteo que puede hacer operaciones matemáticas de más de
5.000 dígitos? Sistema, que fue re-descubierto el 2002 por los investigadores
italianos, Nicolino de Pascuale y Mauricio Orlando, de la Universidad de
Pescara. Quienes finalmente, encontraron las claves del sistema operativo de la
Yupana (Quipus) demostrando en su tesis, que el poder matemático de este ábaco
andino es ilimitado. Con la Yupana, se resuelven todo tipo de cálculos
astronómicos, se realizan operaciones matemáticas complejas e inclusive
postulan a este instrumento para la arquitectura de un moderno microprocesador,
cuya aplicación redundaría en uno mucho más poderoso que los diseños actuales
de la arquitectura binaria. En otras palabras, una herramienta pre-hispánica
que no tiene nada que envidiar a las sofisticadas computadoras modernas.
Es que estos PHDs conocerán de arquitectura andina, en
la que los arquitectos sean capaces de hacer construcciones antisísmicas, sin
utilizar argamasa para sostener bloques y solo guardando equilibrio
gravitacional siguiendo el ángulo de inclinación de la tierra, como lo hacían
los antiguos arquitectos e ingenieros andinos?.
Es que
conocerán geometría andina y realizaran operaciones trigonométricas siguiendo
el método andino de la cuadratura de la circunferencia, redescubierto por
Carlos Milla Villena?
Es que
investigarán la economía andina para comprender el ancestral funcionamiento de la
economía del ayni, de la minka, del tinkuntin, etc., para presentar un sistema
alternativo al neoliberalismo y al estatismo, y que pueda convertirse en una
respuesta global a la crisis económica mundial? Si los mismos conquistadores de
la época, viendo que era un sistema muy bien estructurado y con altos
resultados para su beneficio personal y real, lo siguieron aplicando hasta la
época de la “independencia”, por qué hoy no se puede utilizar ese sistema para
cambiar o inspirar una nueva sociedad mundial?
Es que se
enseñará medicina andina, en la que los médicos sean capaces de manejar
integrativamente: medicina orgánica, medicina psicológica, medicina energética,
medicina herbolaria, medicina astronómica, etc.?, como eran capaces los médicos
del tawantinsuyo? Médicos que realizaban operaciones craneales, prótesis,
incrustaciones de jade en los dientes para curar caries, limpieza y
alineamiento de los centros de energía (chakras), terapias psicoactivas con
plantas de poder (ayawaska, wachuma), terapias respiratorias de
hiperventilación para conectarse a memorias pasadas, terapias de la conciencia
para abrirse a otros campos dimensionales, etc.
Es que
sabrán manejar agricultura andina para producir orgánicamente y generar una
gran producción utilizando sistemas rotatorios y toda una serie de tecnologías
(como los camellones y la chakitaklla) para producir alimentos nutritivos,
guardando comunión y armonía con las leyes de la naturaleza (reciprocidad,
complementariedad, ciclicidad, integralidad, estabilidad, etc.?
Es que
habrán PHDs en astronomía andina, como la que practicaban nuestros astrónomos
antiguos quienes antes de la ciencia occidental ya conocían de la esfericidad
de la tierra y de que esta giraba alrededor del sol.? O construir ciudades en línea recta y a 45
grados del eje de la tierra, como el Kapak Ñan, demostrado por la Dra. Scholten?.
Es que
habrán expertos en administración geoterritorial andina, para comprender y
reestructurar nuestro sistema en base al sistema organizativo horizontal y
cíclico del tawantinsuyo, en correspondencia con el sistema biosférico y
cósmico de la naturaleza? Sistema de gobierno organizado por Consejos de Administración
que iban desde el Consejo de una pequeña comunidad al Consejo de comunidades y
así hasta llegar al Gran Consejo de Mancomunidades, como lo explica el Inca
Garcilazo de la Vega.
Es que tendremos
PHDs en filosofía andina, que conozcan a fondo la cosmoconciencia andina y
puedan tener como marco teórico referencial al tawantin o sistema
tetraparitario (tetraléctico) para desde ahí organizar todo su co-razonamiento
(sentimiento-pensamiento) o amor (kuyay)
a la sabiduría (yachay), y poder acercarse desde esas variables a comprender la
realidad de la naturaleza y la naturaleza de la realidad?
Y así
podríamos seguir enumerando una serie de ciencias, filosofías, tecnologías,
artes, literaturas… de tipo y característica andina o tawantinsuyana que manejan
otras categorías, posiciones y variables, constituyéndose en grandes aportes
para la humanidad y especialmente para presentar un sistema alternativo a la
occidentalidad (identidad occidentalista) que ha llegado al límite dentro de su
ciencia oficial.
Entonces,
hay una gran diferencia entre meritocracia y sabiduría, en el mundo hay muchos
meritocráticos pero pocos sabios. Hay gente con mucha información pero muy
pocos con cosmocimiento. Lo que este país y el mundo necesita no es más PHDs
sino yachaks, amautas, como los antiguos sabios de los Andes y de otras
culturas tradicionales de raigambre vitalística y cósmica. No necesitamos más
cabezas racionalistas-positivistas-ilustradas sino seres integrales con un
profundo amor (filhos) a la sabiduría (sophos). No más títulos deshumanizados
sino seres humanos sistémicos, profundos, totales.
Ps. Señor Correa no comparto hacer
oposición política contra su gobierno sino en
aportar para que se hagan ciertas rectificaciones. Aunque a veces me
pregunto si está listo para escuchar otras verdades, y cuando no veo eso, digo
que creo que ya es hora de pasar a otro nivel. Esa duda me queda una vez más.
Movimiento Sumak
Cultivando un Mundo en Armonía Vital
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