La convocatoria de la directiva nacional de Pachakutik del
27 de enero del 2016 a varias organizaciones políticas y movimientos sociales, dejó
ver en claro que hay una división a nivel de todo el movimiento indígena y de
sus organizaciones o brazos ejecutores, especialmente dentro del movimiento
político Pachakutik.
En la reunión se pudo vislumbrar que hay dos posiciones: los
que quieren la unidad con la derecha, y los que la rechazan categóricamente y solo
quieren la unidad con el pueblo y los movimientos sociales. Con ello, reflejando el nivel de colonización
de unos y otros, siendo los de la amazonia y de la costa los más occidentalizados.
Seguramente se explica, en cuanto el indígena de la amazonia nunca fue
esclavizado ni sometido como si lo fue (y lo sigue siendo) el indígena de la
sierra. Por eso, les resulta una traición la que están haciendo algunos de sus
hermanos de la amazonia uniéndose con el “patrón blanco”, aquel que les viene
explotando desde hace 500 años.
Resulta incomprensible para el indio serrano el sentarse en
la misma mesa con quienes día a día les siguen pisando el poncho y porque
guardan en su memoria la lucha de 5 siglos, de la que carecen los amazónicos.
Estos últimos son más indulgente con las élites y su mayor interés es económico
o de beneficios materiales, antes que luchar por un cambio estructural. Pero al
mismo tiempo los más claros en esta situación son ciertos grupos de la amazonia
(sarayaku), pero son una minoría en relación al nivel de evangelización y de
civilizamiento de la mayoría de la población amazónica. En la sierra también están
bastante colonizados, pero hay un importante sector que tiene profundidad y
determinación.
Aquellos que abogan por la unión con la derecha, fundamentan
o sus argumentos coinciden con los discursos y postulados de la derecha: unidad
para salvar a la Patria, unidad de las derechas e izquierdas para frenar al
correismo, unidad de todos frente al fascismo, unidad dejando a un lado las
ideologías y los intereses partidistas, etc. Todas estas, antiguas teorías y
aspiraciones de la derecha que al fin han logrado calar en una parte de los
indígenas y que ahora hacen el eco de que la derecha sí puede salvar a la
patria. En dicha reunión accidentada, un dirigente de la provincia de Los Ríos
puso de ejemplo al cerebro humano que funciona por la existencia de los dos
hemisferios: el derecho y el izquierdo, por lo que -según él- era natural y
normal que se unan las derechas e izquierdas políticas. Un ejemplo totalmente
absurdo, pues la derecha política no funciona como el hemisferio derecho, con
sensibilidad, espiritualidad, horizontalidad, integralidad, sino todo lo
contrario. La derecha no busca la armonía de las dos fuerzas sino la imposición
de la una sobre la otra (la competencia). Ese el nivel político de la
dirigencia de Pachakutik.
Asimismo una dirigente de Imbabura se atrevió a decir que
muchos de los que habían llegado al encuentro y que estaban en desacuerdo con
la unidad de izquierdas y derechas, eran pagados. Lo cual deja ver, quiénes y
qué mentalidad es la que está al interior de Pachakutik, como al mismo tiempo
refleja el desprecio a sus hermanos indígenas y la revalorización a la gente de
derecha. Pero lo más grave y que demuestra la clara derechización de Pachakutik
fue la intervención de la coordinadora nacional Fanny Campos, quién en vez de
buscar la unidad del movimiento y de manejarse prudentemente, llegó a decir que
ningún movimiento de fuera de Pachakutik va a imponerles lo que ellos deben
hacer, en referencia a la CONAIE y la ECUARUNARI. Olvidándose que Pachakutik
surgió gracias a la lucha y la acción del movimiento indígena y que además ellos
son el brazo político y no una organización independiente. De otro lado,
reaccionó con tesis regionalistas –como lo hace la derecha- , diciendo que se
unirán con la gente de la amazonia para ver quiénes son más fuertes, en
referencia y en aprobación a Marlon
Santi ex dirigente de la CONAIE y de otro dirigente provincial, quienes dijeran
que no iban a permitir imposiciones de otra regional. Una actitud
segregacionista y divisoria por parte de un ex presidente de la máxima
organización de los indígenas, cuando las organizaciones de la sierra solo
manifestaban su desacuerdo con la presencia de la derecha en dicha reunión y
pedían la suspensión.
Y así, podríamos señalar una serie de conceptos y de
expresiones que dejan ver claramente como el pensamiento colonial y de derecha,
están inmersos en muchos dirigentes y bases del movimiento indígena y de los
mestizos que los apoyan. Observándose principalmente esta alienación de las
epistemologías del norte en el movimiento Pachakutik y muy especialmente en la
mayoría de los que actualmente ostentan dignidades de elección popular. Los que
están en el poder codeándose con la vieja derecha que quiere recuperar el timón
y que para ello manipulan a las organizaciones populares para que ingenuamente
los apoyen con el discurso maniqueo de que la Patria nos necesita a todos. Esto
es, La Patria del 2% de dueños del 80% del Ecuador.
Frente a todo esto, nos preguntamos: Desde cuando acá la
derecha es la nueva salvadora de la Patria y los indígenas le ponen a la
derecha en su mismo nivel, si ellos son los que han dirigido este territorio
durante 500 años, si ellos son los corresponsables de la situación actual del
país, si ellos son los que han manejado a su antojo la democracia y la
libertad, si ellos desde el retorno a la democracia han hundido más al país y frente
a ese fracaso el correismo aprovechó para llegar al poder, si ellos instauraron
la partidocracia y el correismo la ha perfeccionado, si ellos en última
instancia han sido los beneficiarios del boom petrolero manejado por el
correismo, si ellos en sus discursos siguen defendiendo el capitalismo, si
ellos en la vida cotidiana siguen despreciando a los negros y a los indios (por
cierto, en este encuentro se vio el malestar de algunos aniñados que tenían
miedo de que les rocen los indios o de que dañen su fino olfato los olores del
campo, por ejemplo la reinita Cristina Reyes).
Habría que preguntarles a las derechas de Pachakutik: Si el
Ecuador estuvo mejor con Febres Cordero, con Mahuad, con Sixto, con Lucio, con
Abdala. Si ya se olvidaron del feriado bancario, de la sucretización, de la
tercerización, de los negociados. Si ya perdonaron los asesinatos y
persecuciones de Atahualpa, Rumiñahui, Daquilema, Jumandi, Tránsito Amaguaña,
Lorenza Avemañay, Dolores Cacuango, etc.
Si alguna vez en la historia nacional la derecha ha hecho algo en
beneficio del pueblo, cuando todo lo que han hecho ha sido mejorar y asegurar
una mano de obra eficiente y competitiva, que les permita enriquecerse más. Si
el correismo es el otro lado de la misma moneda capitalista civilizatoria. Si
el correismo es la misma derecha, pero pos-moderna.
Claro que no se trata de que el movimiento indígena quede
marginado de la acción política ni de las próximas elecciones, ni que se quede
nuevamente con un 3% de los votos, pero no por evitar aquello se van a aliar
con sus eternos capataces. Lo que hay que hacer es meditar en sabiduría para
buscar las formas y los mecanismos que permitan unir fuerzas y votos con
sectores afines, es decir, con todos los que viven y son lo mismo. Como para
también ceder ciertas posiciones con grupos cercanos (por ejemplo Paco Moncayo o
César Rodríguez que estuvieron en este encuentro), pero hacerlo con la vieja
derecha, esto es, con sus patrones es no tener personalidad o ser sádicos para
esperar que nuevamente los golpeen cuando tengan otra vez la oportunidad de
hacerlo directamente, como lo han hecho siempre.
La construcción de la plurinacionalidad no es la unidad de
izquierdas y derechas, sino la unidad de los distintos pueblos. No es la unidad
de los ricos con los pobres, de los empresarios con los trabajadores, de los
patrones con las empleadas domésticas, etc., es la unidad de los pobres, de los
trabajadores, de las empleadas domésticas, de los pequeños comerciantes, de los
artesanos, etc. La derecha desde siempre ha tenido como misión la construcción
del Estado-nación y por ende están en desacuerdo con la plurinacionalidad, pues
eso significaría acabar con el Estado criollo que permite que ellos sean las
élites y los demás sus siervos.
Claro que no se trata del todo o nada, pero tampoco del poco
para seguir arrodillados a los grupos monopólicos. Se trata de ir construyendo
la unidad popular, pero no solo en elecciones sino siempre. En esto, es
criticable que la CONAIE y la ECUARUNARI se movilicen solo ahora para reclamar
cambios radicales en Pachakutik, cuando todo el tiempo han estado casi silenciosos
ante su derechización y solo ahora que ya es grave la situación se ponen en
alerta máxima.
En definitiva, si algo hay que agradecer a esta etapa
correista es que ha desnudado mucho más a los actores de la izquierda. Antes,
como todos combatían a la derecha conservadora parecían todos de izquierda y
comprometidos con la revolución, pero ahora aquellos con más influencia colonial
y rezagos derechistas, han dejado que brille el lado que más predominancia
tenía o hacia dónde viraban en forma práctica en su vida diaria. Su lado
derecho ha sobresalido, prefiriendo aliarse a la vieja partidocracia que buscar
la consolidación del movimiento indígena y popular para ganar en masa crítica.
Han preferido hacer reuniones con la derecha que reunirse con las otras
organizaciones plurinacionales, para llegar a acuerdos y consensos, y desde ahí
abrirse hacia afuera. Por el contrario, han querido actuar a espaladas de las
bases de Pachakutik y de las organizaciones indígenas, para imponer su voluntad
derechizada.
Todo esto demuestra la crisis que también sacude al
movimiento indígena, como a todo el país y al mundo en general. Después de 20
años en la lucha electoral han cometido muchos errores, como el apoyar a Lucio
y a Correa, como dejar que cada organización actúe por su cuenta y no haya una
coordinación general, como la falta de educación en las epistemologías indígenas
para que haya mucho blanqueamiento en su interior. De ahí, que hayan surgido
muchos felipillos a los cuales lo único que les interesa es ser nuevos ricos, y
si llegan a ser gobierno harán como lo han hecho algunos en Bolivia con el
fondo indígena.
Es importante lo que sucede ahora, pues es la gran
oportunidad para sanear y limpiar a todo el movimiento, para dar un salto y
entrar en otro nivel de la acción y del pensamiento indígena. O Pachakutik
sigue a su derechización y por ende a su descomposición y degeneración, o es la
oportunidad de hacer una revolución interna para enrumbarlo a cumplir la misión
histórica para la que fue creada. Hoy tienen la oportunidad histórica de abrir
una tercera posición a la que presentarán la unidad de la vieja derecha y la
unidad de la nueva derecha (correismo). El pueblo anti-correista si no tiene
una propuesta más allá de la derecha, votará por ellos. Pero si los movimientos
sociales y alternativos abren una tercera propuesta, hay posibilidades ciertas
y reales de abrir las puertas para iniciar una gran transformación luego de la
experiencia vivida en el correrato y su fracaso estrepitoso.
A refundar Pachakutik y todas sus organizaciones, si quieren
ser una alter-nativa definitoria.
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