lunes, 13 de julio de 2015

¿LOS PUEBLOS TIENE LOS GOBERNANTES QUE SE LE PARECEN?


“El efecto de quitarles a los que trabajan para regalar a los que no trabajan
y enriquecer a los que gobiernan”. Mensaje en facebook.
Me ha indignado lo que ha hecho el correismo en estos 8 años, y últimamente la improvisada, demagógica, inoportuna y parcial ley de las herencias y de la plusvalía. Sin embargo, no me olvido de lo que ha hecho también la extrema derecha en estos 500 años y muy particularmente la indignación que me causó lo que hicieron recientemente sus hijos: León Febres Cordero, Sixto Durán Ballén (Alberto Dahik) y Jamil Mahuad. Pero asimismo me ha indignado la reacción virulenta y rabiosa del pensamiento conservador contra el pueblo ecuatoriano -a pretexto de hacerlo contra Correa-, y que se resume en una de las frases expuestas en la av. de los Shyris: “Correa robas a los que han trabajado toda la vida para regalarles a los vagos que nunca han trabajado”.
Hay, y hay anticorreistas. Hay los que quieren regresar a la época febres-borjista (desde la social- democracia hasta la extrema-derecha pasando por el populismo), hay los que quieren llegar al poder o tomarse el poder, hay los que quieren una toma de conciencia para rebasar los 500 años de invasión permanente del pueblo y muy especialmente los últimos 30 años de neoliberalismo y neodesarrollismo. De estos grupos, en su gran mayoría los anticorreistas que estuvieron en las manifestaciones de la avenida de los “Shyris”, pertenecen a sectores medios y populares, que con un pensamiento oficial o de defensa del establishment se identifican con la ideología dominante de tipo empresarial: la propiedad privada, la competencia, la excelencia, el emprendimiento individual, el consumismo, la rentabilidad, la concentración de la riqueza, etc.
Por eso resulta extraño leer a Roberto Aguilar, en referencia particular a lo sucedido en la avenida de los Shyris, cuando dice: “Así que sigan no más, la gente ya estalló. Ante eso no hay retorno. Y no lo hay porque el estallido de la multitud es una toma de conciencia”. ¿Hay una toma de conciencia? Pues no lo creo. Si fuera así otros hubieran sido los carteles, las expresiones y los epítetos lanzados por correistas y anticorreístas, muchos de los cuales han sido recogidas por el mismo Roberto Aguilar o José Hernández, y que no reflejan que haya un cambio o toma de conciencia. Lo que se puede visualizar, es el mismo tipo de pensamiento que ha conducido al mundo a una grave crisis ecológica, sanitaria, alimentaria, ética, económica, espiritual, tanto por privatistas como por estatistas, las dos caras de la misma moneda.
¿Habrán tomado conciencia aquellos que escribían y gritaban: “Prefiero ser cachorro del León que borrego del maricón”?. Solo en esta pequeña frase una serie de conceptos anacrónicos y degradantes: “León”, el más conspicuo representante de la derecha ecuatoriana. “Maricón”: pensamiento xenofóbico y homofóbico. “Borrego”, utilización de los animales para denigrar a los seres humanos. Y así otros animales: rata, vaca, burro, mula, gallinazo, sapo, perro... Incluso la “indigenista” Lourdes Tibán decía en twiter que el papá de ella había trabajado como burro y el de Correa como una mula. Un típico lenguaje reaccionario, despectivo y despreciativo hacia los animales, por ende de la naturaleza. Incluso el propio Roberto Aguilar decía en uno de sus artículos: “la Supercom y sus perros”. ¿Es o no un lenguaje anti-animal?  Han tomado conciencia todos ellos que gracias a los animales vive el ser humano, principalmente como alimento y a pesar de ello son denigrados por la arrogancia y prepotencia humana que les da calificativos peyorativos a su antojo.  Qué clase de conciencia es la que habla así de los animales. Algunos hasta se burlan de aquellos que hacen defensa de los animales. Todo ello parte del típico pensamiento utilitarista y cosificador de la naturaleza, por parte del pensamiento rentista y eficientista de la vida.
Al leer los escritos, mensajes y memes en las redes sociales se puede observar que hay conceptos y lenguajes al mismo nivel de lo que critican de Correa: violento, denigrante, ofensivo, irrespetuoso, sexista. Ante todo racista, como es en esencia la sociedad ecuatoriana: la “longa de la Pabón”, el “indio shunsho” o el “guangudo” del Virgilio Hernández. Entonces una cosa es ser anticorreista (como también lo soy) y también antirracista, ahí habría una toma de conciencia, pues habría un reconocimiento del indio que todos lo llevamos y no habría un autoinsulto y una autodegradación.
Muchos critican el autoritarismo, la falta de democracia, el fascismo de Correa, pero muchos son el otro lado de lo mismo. Por ejemplo, hice en facebook algunos comentarios de separar y diferenciar la protesta de la derecha con la del pueblo. Inmediatamente me acusaron de correista, de divisionista, de traidor, por no decir otras palabras de mayor calibre, e incluso alguien propuso que el coordinador de dicho grupo cerrado me eliminará de la lista y con eso me silenciaban. Esos son los demócratas que critican la dictadura de Correa y que reclaman por la libertad de expresión, que antes aplaudían la dictadura de León y que ahora la rememoran.
Asimismo, suelo difundir todos mis artículos por facebook y mi último artículo de Plan V se titulaba irónicamente y parafraseando a un cartel de la oposición de derecha: “Prefiero que me gobierne un león que un chupaplatas”. Increíblemente recibí muchos “Me gusta”, pensé que estaban de acuerdo con mi artículo pero al entrar a sus sitios me di cuenta que no lo habían leído sino que simplemente estaban de acuerdo con dicha frase, que eran gente que se sentía reflejada en dicho concepto y por ende dejaban traslucir su nivel de conciencia de tipo monárquico-monoteísta.
Y así podría dar cantidad de ejemplos, en la que detrás del correismo como de este anticorreismo hay visiones patriarcalistas, machistas, oligárquicas, paternalistas, materialistas, etc., por lo que no hay una diferencia a ese nivel entre estos grupos y por ende una toma de conciencia, o ¿eso es toma de conciencia?
Pero aquí llegamos a lo más interesante de esta “toma de conciencia” y que se sintetiza en aquel pensamiento inconsciente y enajenante que ha ido posicionando durante todos estos años el pensamiento neo-colonial, de que los ricos son así porque han trabajado bastante o se han esforzado y en cambio el pueblo (especialmente el indio) es pobre porque son vagos o no se han esforzado. Ese es el discurso de fondo que han ido remarcando sutilmente en la opinión pública los “cachorros de León”: Lasso, Nebot, Blasco, Páez… De la que incluso muchos sectores medios y algunos pobres también lo repiten, como una señora que defendía al Lasso: “yo no tengo nada que heredar pero no quisiera que me quitarán lo que he ganado, como ha logrado el señor Lasso con tanto esfuerzo”. Por cierto, ésta es la palabra preferida del pensamiento mercantilista: esforzado. Son ellos los únicos que se han esforzado y han logrado hacerse millonarios, los de clase media se han esforzado medianamente y los pobres muy poco.
Veamos algunos ejemplos: dice el periodista José Hernández: “porque significa para la mayoría que no vale la pena levantarse, trabajar, progresar, ahorrar…y pensar en el futuro de los hijos: solo tres de cien mil personas tienen éxito. Y si se da la vuelta a la tesis correísta es peor: esas tres personas exitosas no querrán esforzarse para, al final, pagar impuestos en la proporción prevista.
Doménica Tabacci, vicealcaldesa de Guayaquil: “Tenemos toda la fortaleza para enfrentarnos a ese totalitarismo, que le teme a lo que no conoce, la prosperidad, la que no se consigue quitándole al que tiene para darle al que no tiene, aquí se consigue trabajando, invirtiendo, produciendo".
Guillermo Lasso: “Este es un impuesto a los sueños, si naciste pobre lo lógico es que ansíes prosperar, pero aparece el estado correísta, cual pesadilla, cual fantasma para decir 'no tienes derecho a prosperar'”. Habría que preguntarle por qué unos nacen pobres y otros en cuna de oro.
Incluso entre los “revolucionarios” de Alianza País, el problema es de esforzados y vagos: El ex asambleísta Angel Vilema al criticarle a su coidearia Marcela Aguiñaga, le decía: ¿Qué culpa tengo, yo señorita Aguiñaga, de que mi padre se haya levantado más temprano que su padre, de que mi madre se haya sacado el lomo secando pescado, de que haya sido cocinera para 200 turistas? (…) ¿Qué culpa tengo yo de que su familia sea vaga?.
Y la otra “revolucionaria” de la Gabriela Rivadeneira también decía lo siguiente: “está prohibido protestar en las calles. Eso que quede para la gente idiota y ociosa”. Esos son los revolucionarios de Alianza País, para quienes el problema es de quienes se han levantado más temprano y de gente ociosa, no de un sistema de privilegios para unos y de falta de oportunidades para otros, de un sistema que ha elaborado una cancha y unas reglas de juego que permiten que solo unos pocos sean los beneficiarios de la misma. Algo que sucede en todo el mundo y en la que los últimos datos señalados por Oxfom, indican que el 1% de la población del planeta es dueña del 48% de la riqueza mundial.
Como vemos, una vez más coinciden algunos correistas y anticorreistas, de que los ricos han llegado a serlo porque se esfuerzan, trabajan, duermen poco, nacieron pobres y prosperaron; ergo, los pobres son débiles, cómodos, facilistas, por ende, no quieren esforzarse. Y en la que los socialistas les quieren quitar a los que se han “sacado la mierda” para darles a los vagos que no han hecho ningún esfuerzo. Pero les pregunto: Quienes son sus obreros, sus empleados, sus sirvientas, sus lavacarros, sus limpia baños, sus planchadores, sus barrenderos, sus recogedores de basura. Acaso, ellos se cocinan, limpian sus cuartos, asean sus cagadas, laboran los campos, hacen sus mansiones, trabajan sus fábricas, etc. Con el miserable sueldo que les pagan, podrán salir de la pobreza? Por qué no se ha eliminado la pobreza en EEUU, Europa, es por qué también son vagos, por qué no se han esforzado lo suficiente?
Y con esto no estoy defendiendo al socialismo/comunismo, pues son el otro lado de lo mismo. Personalmente considero que es más destacable el “socialismo” sueco o noruego, pero yo prefiero el modo de vida indígena que con su sistema comunitario produjo tanta riqueza en Amerindia. Ningún cronista dice que encontraron pobreza, todo lo contrario había abundancia, es más, se la fueron llevando, lo que permitió que Occidente alcance su poderío material que ahora la utilizan para controlar el mundo con su pensamiento privatista/estatista.
También me ha indignado la reacción de algunos que fueron parte de los gobierno de Mahuad, Abdala, Lucio, que fueron también botados por sus políticas y actitudes muy similares al de Correa. ¿O es que hay gran diferencia entre todos ellos? No lo creo. En todo caso, lo cierto es que también fueron rechazados y quitados del poder, y ahora aparecen como los defensores del pueblo, de la democracia, del estado de derecho, luego de que hicieron lo que hicieron y que también son una vergüenza en la historia del Ecuador.
Pero lo que más me ha indignado en estos días, es que durante 8 años el pueblo puso las movilizaciones, los paros, los levantamientos, las marchas, y como consecuencia los perseguidos, los criminalizados, los menospreciados, los injuriados, por el correismo; y ahora los empresarios, los ricos, la derecha, quieren llevarse todo ello, quieren canalizar todo ese descontento en su favor. El típico oportunismo de los patrones y amos del Ecuador, como cuenta su historia, en que cada revuelta o rebelión popular siempre fue aprovechada por los grupos de poder para enquistarse aún más, de ahí que no haya hasta ahora ningún cambio significativo.
Entonces no ha habido ni hay una “toma de conciencia”. No la hubo después de León, y por eso luego Sixto, y luego todos los demás que han habido, por lo que después de Correa vendrá otro parecido, por no decir, que el pueblo tiene los gobernantes que se merecen. Con todo lo sucedido no tengo ninguna esperanza de que habrá un cambio profundo. Falta todavía para que el pueblo madure y se vislumbre un cambio de conciencia. Además, que con una toma de conciencia, no vendrá solo otro tipo de presidente sino conjuntamente otro sistema, caso contrario será más de lo mismo. De otro sistema vendrá otro presidente (o consejo de dirección) y no viceversa. De otra conciencia vendrá la desaparición de este sistema montesquiano, con su Estado y sus tres (o cinco) poderes, su método de partidos políticos, su democracia de un día, etc. Ahí podremos decir que ha habido una toma de conciencia.
Esto quiere decir, que el problema es mucho más profundo que la dicotomía que quiere imponernos el eurocentrismo: izquierda-derecha, público-privado, pobres-ricos, esforzados-vagos, intelectuales-empresarios… El asunto es de nivel de conciencia, de una conciencia miope, anoréxica y hikikimori que ahora se mueve mayoritariamente en el mundo, y de una conciencia holística, integral, cósmica, compleja, que ahora emerge en el mundo.
Para una profunda toma de conciencia, los correistas y anticorreistas no deben olvidarse del nombre SHYRIS de la avenida donde están manifestándose, pues, como en la vida no existe el azar ni la casualidad, no deben olvidarse de que nacieron en territorio Shyri, que ahí hay más de 10.000 años de antigüedad, de que ya es tiempo de reconocerse como Shyris y de no seguirse sintiendo desterrados de Europa. Y deben saber también que los Shyris (maestros, sabios, señores) han regresado, están otra vez aquí para tejer una nueva conciencia en otro estado del espíritu y de la mente. Ese el propósito supremo, si no toman conciencia de ello, serán simplemente otros más que han pisoteado suelo Shyri con sus consignas y sus conceptos neo-coloniales, como antes lo hicieron los invasores españoles.


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