sábado, 9 de mayo de 2015

1 de mayo 2015



LA REBELION DE LOS PELAGATOS

Llegamos a la marcha del 1 de mayo y buscamos el final de los manifestantes, se encontraban a la altura del denominado “puente del guambra”. Una vez ahí decidimos acelerar el paso hasta encontrar a los primeros con el propósito de observar el tipo y calidad de marchantes. Cuando la marcha entraba a la Plaza de San Francisco avanzamos a llegar casi entre los primeros. Nos quedamos más de una hora en la plaza hasta cuando ya estaba llena y decidimos irnos por razones personales. La mayoría hacía lo mismo, llegaban a la plaza y se iban. Seguimos la misma ruta y recién la marcha se acababa a la altura de la plaza de San Blas. Pensamos: Esto si va a ser 8 a 1 -como decía Correa-, pero contra él. Y todos de Quito, no traídos de fuera, lo que reflejaba el desgaste del correismo a estas alturas del partido.
Nuestra principal sorpresa en todo el recorrido, fue observar que el mayor porcentaje de marchantes caminaban con pancartas o papeles adheridos al pecho que decían: PELAGATO 5, PELAGATO 1245, PELAGATO 2389407… Por lo que sentimos que esta fue la “marcha de los pelagatos”, recordándonos a la marcha de “los forajidos” en alusión a Lucio Gutiérrez. Si el uno minimizó a los quiteños como “forajidos”, el otro populista lo ha hecho como “pelagatos”. Y así pasará a la historia Correa como ya ha pasado el primero, siguiendo a otros personajes en otras tantas rebeliones de los quiteños en toda su historia.
El quiteño (kitu) ha sido siempre rebelde y no ha permitido que nadie le subyugue, viéndose obligado a botar a muchos presidentes, como el caso de los últimos: Jamil Mahuad, Abdala Bucaram y Lucio Gutiérrez. También se levantó contra el despotismo de Febres Cordero y aunque no le tumbó del gobierno precipitó su caída en el imaginario popular, al terminar éste muy alejado del aprecio de los ecuatorianos. Y eso seguramente pasará con Correa, que quizás no saldrá destituido del poder político pero si destituido en el sentimiento de la gente. De hecho, ya menos del 50% de los quiteños lo rechazan actualmente.
Eso fue muy evidente en esta marcha del 1 de mayo del 2015, que no fue una marcha principalmente por reivindicaciones económicas y laborales como otras marchas de este tipo, sino contra el abuso del poder, de ahí la auto titulación de pelagatos. Tampoco fue una marcha de obreros o trabajadores únicamente sino una marcha de indignados de todo tipo, quienes vieron en esta fecha la oportunidad para expresar su rechazo a toda la política y acción del correismo durante estos 8 años. Hay un hastío, un cansancio, con la figura y presencia de Rafael Correa. Es increíble como alguien puede bregar contra si mismo y volverse tan antipático, muchos “pelagatos” pudieran valorar las obras físicas del correismo pero llega un momento en que tiene más peso su personalidad grotesca que el pueblo prefiere no tener esas obras a permitir ser desvalorizado y minimizado en su dignidad.
Pareciera que Correa no fuera consciente de lo que está generando en contra de sí mismo, cuando lo más probable es que está asesorado por su gente para que evite ese tipo de actitudes provocativas, pero conociendo el temperamento de Correa lo más seguro es que les dará la razón a sus asesores, pero cuando se le sube la cólera a la cabeza la que manda son sus vísceras y no su cerebro y peor su corazón.
Cuántas radios, canales de televisión, políticos, periodistas, etc., estarán agradecidos con Correa. Si bien le criticarán por sus exabruptos, pero cuánto ha servido para que sus empresas ganen más dinero, para que muchos se vuelvan populares, para que algunos hayan salido del anonimato y hoy sean una “luz en el camino”. No es como Correa cree, de que es cuestión de victimizarse para hacerse populares, sino simplemente esperar a tener suerte de que se le suba la mostaza a Correa, sean zarandeados y luego pasen a ser conocidos por todos. Un último ejemplo: Tania Tinco una periodista de mediano perfil ahora ya es una figura nacional. ¿Gracias a quién? Y por haber dicho algo intrascendente, si al menos hubiera sido por algo importante, lo cierto que ahora esta periodista ya es trascendente en la opinión pública. Ojalá también nos llegue a nosotros ese regalito. Habría que preguntarle a Correa para quién trabaja o quién le hace el juego a la oposición? Seguramente Correa ya es más consciente a estas alturas de su pérdida de credibilidad en la población, pero definitivamente su soberbia es más grande que su inteligencia.
La oposición no tiene más que agradecerle y esperar a que siga por ese camino, pues de esta manera seguirán apareciendo más pelagatos, “más, muchísimos más”, que al menos no le botaran del Palacio Real pero ya no votaran por él en las próximas elecciones. Así, este primero de mayo habrán surgido nuevos pelagatos, ante el acto de Correa de enfrentarse con un adolescente de 17 años. Su majestad Correa hace detener el carro presidencial y se enfrenta con un muchacho, para decirle: “aprende a respetar muchachito, yo soy tu Presidente”. Que arrogancia. Que vergüenza de presidente que tienen los ecuatorianos. Un menor de edad que ni siquiera tiene edad para el voto obligatorio ya es obligado a tener presidente. Nosotros ya somos mayores de edad y estamos obligados a votar por las leyes impuestas, pero nosotros le desconocemos como nuestro presidente. Será presidente del Ecuador pero no nuestro presidente. ¿Acaso hay una sanción contra aquello? ¿Cuántos se animan a desconocerlo? ¿Cuanto se animan a decirle: tú no eres mi presidente? En todo caso, no toca más que agradecerle por este nuevo ridículo que va a permitir que aumenten los pelagatos, los mismos que en algo están de acuerdo con Correa cuando dice: “Búsquense otro presidente”[1].
Frente a todo lo señalado, tenemos el convencimiento de que ya no sirve luchar contra la reelección indefinida sino por el contrario esperar a que se presente para derrotarle en las urnas. Será más fácil derrotarle a Correa que a otro miembro de Alianza País. Hasta hace 1 año era imposible pero ya comienza a serlo y de aquí a 2 años será una realidad concreta. Se acerca el fin de Correa y mucho de ello será gracias a Correa mismo. El más grande opositor de Correa es el propio Correa.
La marcha del 1 de mayo desde hace ya un buen tiempo dejó de ser una marcha de los trabajadores para convertirse en una marcha de todos. Hasta antes de Correa, se convirtió en una marcha de los sectores populares, para ahora convertirse en una marcha de pobres, ricos, izquierdistas, anarquistas, derechistas, artistas, empresarios, jóvenes, jubilados… Por cierto, nunca habíamos visto a tantas personas de la llamada “tercera edad” desfilar en una marcha como lo hicieron este primero de mayo. Ellos conformaban uno de los más importantes grupos de los que se habían convertido en los pelagatos, “más, muchísimos más”.
No fue la marcha para celebrar la masacre de los obreros de Chicago sino para expresar su repudio a Correa. En todo el tránsito que hicimos por la marcha, la principal consigna era: ¡Fuera Correa Fuera¡. Y no es que había un grupo distribuido en toda la marcha que arengaba de ese modo para que todos griten lo mismo, sino que inconscientemente todos se habían sintonizado en el mismo espíritu que les animaba a estar ahí, de que querían que se vaya, no solo de Carandolet sino del Ecuador y se vaya nomas a Bélgica.
Es interesante como un solo ser humano puede unir a millones de personas, Correa ha logrado unir a gente de todos los bandos y lados. Como ocurrió contra Hitler, Mussolini o Franco. Seguro que a todos ellos no les une la misma lectura política sobre la gestión del gobierno de Correa, pero a todos ellos si les une la animadversión que él genera. Son de esos tipos que provocan a unos la admiración extrema como a otros el rechazo total. Se ha criticado a Sixto Durán Ballén, Rodrigo Borja, Osvaldo Hurtado y otros por su desacertada gestión administrativa, pero pocos se han hecho además menospreciar como ha pasado con Febres Cordero, Bucaram, Lucio y ahora Correa por sus controversiales y egolátricas personalidades.
Si bien Correa llegó al poder por su carisma, ahora el otro lado del carisma le está llevando a su declive y debacle. No será recordado por sus cuestionables obras sino por sus odiosas actitudes. La soledad en la que ahora viven muchos ex presidentes es el camino que seguirá Correa, y quizá ahí aprenderá lo que es respetar el poder. Que no consiste en ordenar respetar al poder sino que hay que saber ganárselo[2]. Solo cuando ya es tarde se dan cuenta que el poder es efímero y que ante el poder hay que ser humilde, pues luego su abuso le viene en contra de si mismo. En realidad, todo en la vida es un poder y quien no aprende el poder de la armonía y el equilibrio será presa del poder de su ego, el cual luego golpea muy fuerte.  

Atawallpa Oviedo
COMUNIDAD ALTER-NATIVA SUMAK


[1] Correa también dijo que el día del incidente, él no sabía que el joven era menor de edad. Dio nuevamente su versión sobre los hechos y mencionó que la Secom también se equivocó al hacer su comunicado porque él nunca le dijo al joven que era el Presidente. "Si ustedes quieren que yo me deshumanice por ser el Presidente de la República, búsquense otro presidente (...) me quieren poner imagen de prepotente y soberbio. No lo soy". Agregó que no puede tolerar que alguien le haga una mala seña cuando él está con su esposa y que se bajó para reclamar y al menos saber quién era. "Uno tipo que se atreve a hacer esas cosas, puede también lanzar una granada". EL COMERCIO, 8-5-15
[2] Correa ha dejado claro, en sus discursos, que todos tienen que “respetar la majestad de la presidencia de la República”. EL PAIS, 8 de mayo 2015

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