LA REBELION DE LOS
PELAGATOS
Llegamos a la marcha del 1 de mayo y buscamos el final de
los manifestantes, se encontraban a la altura del denominado “puente del
guambra”. Una vez ahí decidimos acelerar el paso hasta encontrar a los primeros
con el propósito de observar el tipo y calidad de marchantes. Cuando la marcha
entraba a la Plaza de San Francisco avanzamos a llegar casi entre los primeros.
Nos quedamos más de una hora en la plaza hasta cuando ya estaba llena y
decidimos irnos por razones personales. La mayoría hacía lo mismo, llegaban a
la plaza y se iban. Seguimos la misma ruta y recién la marcha se acababa a la
altura de la plaza de San Blas. Pensamos: Esto si va a ser 8 a 1 -como decía
Correa-, pero contra él. Y todos de Quito, no traídos de fuera, lo que reflejaba
el desgaste del correismo a estas alturas del partido.
Nuestra principal sorpresa en todo el recorrido, fue
observar que el mayor porcentaje de marchantes caminaban con pancartas o
papeles adheridos al pecho que decían: PELAGATO 5, PELAGATO 1245, PELAGATO
2389407… Por lo que sentimos que esta fue la “marcha de los pelagatos”,
recordándonos a la marcha de “los forajidos” en alusión a Lucio Gutiérrez. Si
el uno minimizó a los quiteños como “forajidos”, el otro populista lo ha hecho
como “pelagatos”. Y así pasará a la historia Correa como ya ha pasado el
primero, siguiendo a otros personajes en otras tantas rebeliones de los
quiteños en toda su historia.
El quiteño (kitu) ha sido siempre rebelde y no ha permitido
que nadie le subyugue, viéndose obligado a botar a muchos presidentes, como el
caso de los últimos: Jamil Mahuad, Abdala Bucaram y Lucio Gutiérrez. También se
levantó contra el despotismo de Febres Cordero y aunque no le tumbó del
gobierno precipitó su caída en el imaginario popular, al terminar éste muy
alejado del aprecio de los ecuatorianos. Y eso seguramente pasará con Correa, que
quizás no saldrá destituido del poder político pero si destituido en el
sentimiento de la gente. De hecho, ya menos del 50% de los quiteños lo rechazan
actualmente.
Eso fue muy evidente en esta marcha del 1 de mayo del 2015,
que no fue una marcha principalmente por reivindicaciones económicas y laborales
como otras marchas de este tipo, sino contra el abuso del poder, de ahí la auto
titulación de pelagatos. Tampoco fue una marcha de obreros o trabajadores
únicamente sino una marcha de indignados de todo tipo, quienes vieron en esta
fecha la oportunidad para expresar su rechazo a toda la política y acción del
correismo durante estos 8 años. Hay un hastío, un cansancio, con la figura y
presencia de Rafael Correa. Es increíble como alguien puede bregar contra si mismo
y volverse tan antipático, muchos “pelagatos” pudieran valorar las obras
físicas del correismo pero llega un momento en que tiene más peso su
personalidad grotesca que el pueblo prefiere no tener esas obras a permitir ser
desvalorizado y minimizado en su dignidad.
Pareciera que Correa no fuera consciente de lo que está
generando en contra de sí mismo, cuando lo más probable es que está asesorado
por su gente para que evite ese tipo de actitudes provocativas, pero conociendo
el temperamento de Correa lo más seguro es que les dará la razón a sus
asesores, pero cuando se le sube la cólera a la cabeza la que manda son sus vísceras
y no su cerebro y peor su corazón.
Cuántas radios, canales de televisión, políticos,
periodistas, etc., estarán agradecidos con Correa. Si bien le criticarán por
sus exabruptos, pero cuánto ha servido para que sus empresas ganen más dinero,
para que muchos se vuelvan populares, para que algunos hayan salido del anonimato
y hoy sean una “luz en el camino”. No es como Correa cree, de que es cuestión
de victimizarse para hacerse populares, sino simplemente esperar a tener suerte
de que se le suba la mostaza a Correa, sean zarandeados y luego pasen a ser
conocidos por todos. Un último ejemplo: Tania Tinco una periodista de mediano
perfil ahora ya es una figura nacional. ¿Gracias a quién? Y por haber dicho algo
intrascendente, si al menos hubiera sido por algo importante, lo cierto que ahora
esta periodista ya es trascendente en la opinión pública. Ojalá también nos
llegue a nosotros ese regalito. Habría que preguntarle a Correa para quién
trabaja o quién le hace el juego a la oposición? Seguramente Correa ya es más consciente
a estas alturas de su pérdida de credibilidad en la población, pero definitivamente
su soberbia es más grande que su inteligencia.
La oposición no tiene más que agradecerle y esperar a que
siga por ese camino, pues de esta manera seguirán apareciendo más pelagatos, “más,
muchísimos más”, que al menos no le botaran del Palacio Real pero ya no votaran
por él en las próximas elecciones. Así, este primero de mayo habrán surgido nuevos
pelagatos, ante el acto de Correa de enfrentarse con un adolescente de 17 años.
Su majestad Correa hace detener el carro presidencial y se enfrenta con un
muchacho, para decirle: “aprende a respetar muchachito, yo soy tu Presidente”.
Que arrogancia. Que vergüenza de presidente que tienen los ecuatorianos. Un
menor de edad que ni siquiera tiene edad para el voto obligatorio ya es
obligado a tener presidente. Nosotros ya somos mayores de edad y estamos
obligados a votar por las leyes impuestas, pero nosotros le desconocemos como
nuestro presidente. Será presidente del Ecuador pero no nuestro presidente. ¿Acaso
hay una sanción contra aquello? ¿Cuántos se animan a desconocerlo? ¿Cuanto se
animan a decirle: tú no eres mi presidente? En todo caso, no toca más que
agradecerle por este nuevo ridículo que va a permitir que aumenten los
pelagatos, los mismos que en algo están de acuerdo con Correa cuando dice: “Búsquense
otro presidente”[1].
Frente a todo lo señalado, tenemos el convencimiento de que
ya no sirve luchar contra la reelección indefinida sino por el contrario
esperar a que se presente para derrotarle en las urnas. Será más fácil
derrotarle a Correa que a otro miembro de Alianza País. Hasta hace 1 año era
imposible pero ya comienza a serlo y de aquí a 2 años será una realidad
concreta. Se acerca el fin de Correa y mucho de ello será gracias a Correa
mismo. El más grande opositor de Correa es el propio Correa.
La marcha del 1 de mayo desde hace ya un buen tiempo dejó de
ser una marcha de los trabajadores para convertirse en una marcha de todos.
Hasta antes de Correa, se convirtió en una marcha de los sectores populares,
para ahora convertirse en una marcha de pobres, ricos, izquierdistas,
anarquistas, derechistas, artistas, empresarios, jóvenes, jubilados… Por
cierto, nunca habíamos visto a tantas personas de la llamada “tercera edad”
desfilar en una marcha como lo hicieron este primero de mayo. Ellos conformaban
uno de los más importantes grupos de los que se habían convertido en los
pelagatos, “más, muchísimos más”.
No fue la marcha para celebrar la masacre de los obreros de
Chicago sino para expresar su repudio a Correa. En todo el tránsito que hicimos
por la marcha, la principal consigna era: ¡Fuera Correa Fuera¡. Y no es que
había un grupo distribuido en toda la marcha que arengaba de ese modo para que
todos griten lo mismo, sino que inconscientemente todos se habían sintonizado
en el mismo espíritu que les animaba a estar ahí, de que querían que se vaya,
no solo de Carandolet sino del Ecuador y se vaya nomas a Bélgica.
Es interesante como un solo ser humano puede unir a millones
de personas, Correa ha logrado unir a gente de todos los bandos y lados. Como
ocurrió contra Hitler, Mussolini o Franco. Seguro que a todos ellos no les une la
misma lectura política sobre la gestión del gobierno de Correa, pero a todos
ellos si les une la animadversión que él genera. Son de esos tipos que provocan
a unos la admiración extrema como a otros el rechazo total. Se ha criticado a
Sixto Durán Ballén, Rodrigo Borja, Osvaldo Hurtado y otros por su desacertada
gestión administrativa, pero pocos se han hecho además menospreciar como ha
pasado con Febres Cordero, Bucaram, Lucio y ahora Correa por sus
controversiales y egolátricas personalidades.
Si bien Correa llegó al poder por su carisma, ahora el otro
lado del carisma le está llevando a su declive y debacle. No será recordado por
sus cuestionables obras sino por sus odiosas actitudes. La soledad en la que
ahora viven muchos ex presidentes es el camino que seguirá Correa, y quizá ahí aprenderá
lo que es respetar el poder. Que no consiste en ordenar respetar al poder sino
que hay que saber ganárselo[2].
Solo cuando ya es tarde se dan cuenta que el poder es efímero y que ante el
poder hay que ser humilde, pues luego su abuso le viene en contra de si mismo.
En realidad, todo en la vida es un poder y quien no aprende el poder de la
armonía y el equilibrio será presa del poder de su ego, el cual luego golpea
muy fuerte.
Atawallpa Oviedo
COMUNIDAD ALTER-NATIVA SUMAK
[1] Correa
también dijo que el día del incidente, él no sabía que el joven era menor de
edad. Dio nuevamente su versión sobre los hechos y mencionó que la Secom
también se equivocó al hacer su comunicado porque él nunca le dijo al joven que
era el Presidente. "Si ustedes quieren que yo me deshumanice por ser el
Presidente de la República, búsquense otro presidente (...) me quieren poner
imagen de prepotente y soberbio. No lo soy". Agregó que no puede tolerar
que alguien le haga una mala seña cuando él está con su esposa y que se bajó
para reclamar y al menos saber quién era. "Uno tipo que se atreve a hacer
esas cosas, puede también lanzar una granada". EL COMERCIO, 8-5-15
[2] Correa
ha dejado claro, en sus discursos, que todos tienen que “respetar la majestad
de la presidencia de la República”. EL PAIS, 8 de mayo 2015